Capítulo Tres.-

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-Hijo, llévala.-Respondió firme Pattie.

Drew se levantó malhumorado de su asiento y se dirigió a la salida del local, Jazmín se despidió de su madre y les dio las gracias a Pattie. Se dirigió a la salida para poder seguir a Drew, ella le sonrió pero él con cara de no muchos amigos la ignoró, empezó a caminar y Jazmín lo seguía, Drew la guiaba de mala forma por todo el centro de Doncaster, Drew vió el inmenso edificio precioso y quiso hablarle sobre él.

-Este es el Brodsworth Hall, es el edificio más hermoso de Doncaster, este ed...-No pudo seguir ya que se vió interrumpido por Jazmín.

-Ese edificio es el más antiguo de Doncaster, con estilo barroco, debido a las puntas en las partes superiores de todo el edificio, creado en la antigüedad, antiguamente utilizada por los mayores exponentes del arte, ahora solo es una galería de arte. Dijo orgullosa de sí misma Jazmín.

-Woah ¿Cómo lo sabes?.-Dijo asombrado Drew.

-Doncaster es mi lugar favorito en el mundo, siempre me encanto desde pequeña, debido al trabajo de mi padre no podía salir de Canadá, pero ahora que ya él no me retiene pudimos mudarnos con mi madre y mis hermanos. –Dijo un tanto melancólica Jazmín.

-¿A qué te refieres con qué ya no te retiene?-Dijo un intrigado Drew.

-Él engañaba a mi madre con un asistente, típico de gerentes, ja que irónico, mi madre se dio cuenta y por un par de meses mi casa era un infierno hasta que se divorciaron en buenos acuerdos, ninguno quiere volver a verlo de nuevo. –Dijo melancólica Jazmín.

-Qué pena.-Dijo cortante Drew, ya que se dio cuenta de que le estaba prestando mucha atención a una cualquiera, qué no le importaba, según él.

-Pero aun así no necesito la pena de nadie. –Dijo cortante Jazmín.

-Hey pelirroja ¿Quieres un helado?. – Dijo Drew cambiando de tema.

-No tengo otra opción. – Se quejó Jazmín.

-Vamos.-Dijo Drew.

Drew la llevo a la mejor heladería, inconscientemente se acordó de Dafne, los días que pasaban comiendo helado hasta que se enfermaban, las risas, besos, caricias y miradas tiernas que se entregaban, él creía que el amor era mutuo, pero una vez más se equivocó, con irá y pena por haber sido un tonto y ni siquiera le pregunto a Jazmín cuál era su sabor favorito, solo llegó y compró, Drew consiguió los helados y se lo entrego, Jazmín miro el helado, se veía delicioso, pero no sabía que era el sabor favorito de Dafne, Jazmín le iba a pagar el helado y Drew se negó, ella veía que la cara de Drew se enrojecía y no sabía por qué.

-Drew, ¿Pasa algo?. –Preguntó Jazmín preocupada.

-NO! NO ME PASA NADA AHORA COMETE TU MALDITO HELADO Y CALLATE UN RATO, ME MOLESTAS, ME DAS ASCO, OJALA PUDIERA DEJAR DE VERTE AHORA MISMO!. Dijo Drew gritándole delante de toda la gente, creó un espectáculo donde ellos eran en el centro de atención.

Jazmín sabía irse del lugar cuando no era bienvenida, dio un giro sobre sus talones y emprendió marcha sin rumbo, camino tranquila pero con un nudo en la garganta, nunca la habían tratado así, se sentía tonta, se dejó humillar y no hizo nada para evitarlo, mientras caminaba se juró que nunca más dejaría que eso volviera a pasar, no se dejaría pasar a llevar por un tipo como él. Caminó y camino y camino, no sabía dónde iba, su conocimiento sobre Doncaster bloqueó su mente, no recordaba nada, terminó de comer su helado y llamó a su madre para pedir la dirección de su departamento, su madre muy cariñosa le preguntó si Drew la llevaría a casa y ella le mintió, dijo que sí y ella se tranquilizó, corto y empezó a ver los nombres de las calles, complicado pensó. Era de noche aún no llegaba, sentía frío y miedo, gente misteriosa la quedaba mirando y ella caminaba aún más rápido, por favor divino logró encontrar el departamento después de 3 horas buscando. Lo primero que hizo fue tocar la puerta desesperada.

El arte de caer {Terminada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora