CAPÍTULO 8

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-¡¿París?! - asintió - ¿P-pero cuando tenemos el vuelo?

-En un mes.

-Entonces, - rió - ¿para qué me dices que haga las maletas?

-Pues.... no sé. - soltó una risa nerviosa - Me he dejado llevar por la emoción del momento.

-Ah, okay... iré a ver cuántos trabajos te han ofrecido. - se encaminó hacia el ordenador pero el mayor le cogió la muñeca deteniendo sus pasos.

-Espera, ¿no... tienes nada... que decirme?

-Eh, ¿no? - dijo confuso - ¿Necesitas hablar de algo?

-Si. Pero antes necesito otro café. - dijo yendo hacia la cafetera de la sala.

«¿otro?»

-¿Q-quieres uno? - este negó con la cabeza.

El menor se sentó un poco confuso, pues Taehyung estaba actuando más extraño de lo normal. Mientras el aromático café iba bajando del conducto del aparato hasta el vaso de plástico, la tensión que se había creado en el ambiente era espeluznante.

Una vez sentados, el pelinaranja con mejillas coloradas comentó acerca del beso de la noche anterior, lo que pilló por sospresa al castaño.

-A-ah, el beso... - respiró profundamente - Lo que pasó anoche... no te lo tomes por dónde no es... - Taehyung tragó saliva - Q-quiero decir, para mí ese beso fue como una muestra de cariño normal y corriente, por traerme a casa y eso... - desvió la mirada.

-Entonces... ¿no tenías otras intenciones? - el menor frunció el ceño con confusión - Q-quiero decir, porque no sabía que te gustaban los hombres como a mí y... me confundí un poco...

-No tenía ninguna otra intención. - dijo del tirón - Tú... ¿esperabas algo más?

-¡N-no! Es que no quería que otro secretario se enamorase de mí. - dijo un poco más calmado.

-Tranquilo, nunca me enamoraría de ti. - sonrió de manera burlona - Ahora si me dejas, iré a trabajar.

-Si si, trabaja, que para algo te pago. - bromeó.

Jungkook obvió esa broma y se sentó en el ordenador donde pudo apreciar las numerosas demandas y ofertas de trabajo que le habían llegado a Taehyung.

El joven secretario tenía mucho trabajo por delante, pues tenía que organizar todos los pedidos y llamar a varias empresas porque habían fechas que coincidían.

Mientras tanto Taehyung había dejado el vaso de café vacío sobre la mesa, y como naturalmente le dio energía, se puso a jugar al Just Dance, distrayendo la atención de Jungkook varias veces.

-¿Qué haces? - preguntó entre risas.

-Bailar.

-Ya, no me digas, no soy ciego. ¿Trajiste una consola de videojuegos a tu despacho?

-Me aburro con facilidad, es por eso que la traje. Además, mis anteriores secretarios tardaban mucho en organizar mi agenda.

-¿Eso es un halago?

-Si quieres.

***

-Agh, ¡por fin! - se estiró en el sillón. - Si llego a saber que tendría tanto trabajo no te habría ayudado.

-Si seguro... y bien, ¿a dónde tenemos que ir hoy?

-Aunque suene extraño hoy no tienes nada, otro día libre, supongo.

Estúpido Hyung ♥ Vkook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora