Daugther In The Murder House [ ᴍɪᴄʜᴀᴇʟ ʟᴀɴɢᴅᴏɴ & ᴍᴀʟʟᴏʀʏ]

|𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 3| 𝐀𝐋𝐄𝐉𝐀𝐓𝐄 𝐃𝐄 𝐄𝐋𝐋𝐀.

- Mucho gusto Tate.

- Igualmente y creo que buscare a tu abuela después.

- Claro.

Tate se fue hasta que lo vi saliendo por la puerta principal y vi bajar a mi hermano Michael mientras guardaba su teléfono en su bolsillo de sus jeans.

- ¿Quien era? - Pregunto Michael curioso.

- Era un vecino, llamado Tate -Mencione y el resoplo aire cruzándose de brazos.

- Ah, pensé que era nuestra Abuela.

- Igual yo. Moira, ¿Puedes avisarnos cuando llegue mi abuela Constace?

- Claro yo les avisare no hay problema.

- Gracias. Iré a mi habitación

- Yo igual, ¿Vamos? - Asiento con la cabeza y subimos juntos las escaleras. - ¿Que te parece si jugamos un poco? Ya que la llamada se alargó.

- Solo si aceptas que ganare antes que tu Langdon.

- Muy bien, veamos de quien sigue el talento.

Reí y seguimos nuestro camino.

• • • • • •

Me senté en el mural de piedra esperando a Violet para hablar con ella pero con mala suerte apareció Chad enfrente mio, puse los ojos en blanco.

- Hola Niño de mama.

- ¿Que es lo que quieres? - Pregunte frívolo.

- Tranquilo, Solo asegurarme de que no estés seduciendo te a la nueva inquilina. Ya sabes primero seducirla y ¿Después que? Entrar a su habitación y Violarla como a tu suegra.

Me levanto molesto sosteniéndolo del cuello de la camisa con rabia.

- A ti no te importa eso princesita, yo amo a Violet. La amo y eso no te interesa.

- ¿Y ella a ti si? - Levanta ambas cejas.

- Me perdono..

- Eso no fue exactamente lo que pregunte. Tate ¿Ella te ama?

- Si, lo amo - Solté a Chad para voltear a ver a Violet que vestía una blusa con tirantes y unos pantalones negros que traía su cabello largo suelto - Además por que te interesa Chad, no es tu incumbencia.

- Por favor, vi a tu novio con la Tal Clarissa hablando. Yo que tu me prevenía, no valla a pasarle como a tu madre volviendo a repetirse la maldita historia, de terror, sufrimiento y desamor. - Aprieto mi puños queriendo golpear a Chad en su rostro, ganas no me hacen falta para ser sincero. - Pero mejor me largo ya me aburrieron.

El se va caminando y yo conteniendo me de no ir a golpearlo pero Violet se acerca y me toma de la mejilla suavemente.

- ¿Estas bien? - Asenti sin decir nada - Tranquilo no puedo tener celos, por Clarissa.

- Lo se, es imposible - Ella sonríe riendo suavemente y acaricio el dorso de su mano suavemente bese su frente.

- Obviamente... Es nuestra hija Tate.

- Eso no hay duda, se tiene mucho parecido a ti, no entiendo como no se dio cuenta.

Clarissa.. Mi hija, luego de no haberla visto por unos años, estaba aquí viviendo. Violet su madre recuerdo que lloro al verla entrar de nuevo.

- Vamos, tiene mas parecido a ti Tate. Tiene tus ojos.

Sonreí al recordar a Clarissa bajando por las escaleras.