|𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 17|𝐈𝐌𝐏𝐎𝐒𝐈𝐁𝐋𝐄.

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— Tienes sueño. — Preguntó.

— Langdon, me dejaste agotada es obvio que si. Pero quiero seguir hablando..

— No mi vida, mañana hay que volver, tienes clases y yo igual. Y no quiero verte agotada. — Me tapo más.

— Mmmm. — Hice mohin. — No es justo.

— Anda berrinchuda. — Me acurruque en su pecho, lo abrace. — Si sabes que si no me obedeces me voy a enojar contigo.

— Hay esta bien. — Beso mi frente.

— Buenas Noches, Nena. — Y es como si me hubiera dado lo suficiente para quedarme dormida en su pecho.

                 Cuándo me levanté Mike ya estaba vestido viniendo a despertarme yo me vestí para ambos salir de la cabaña hasta el auto.

— Muy bien dormilona. Conduces tu o yo.

— Tu.

— ¿Temes que haga algo mientras manejas? — Alzo la ceja.

— Podrías pensar lo mismo de mi Mi amor. — Digo mientras me monte a la todo terreno, el se subió.  — Ya sabes... Me gustó mucho ese episodio de lo que hiciste aquí pero... No lo sé. Quizás sea tu turno aquí adentro.

— Pero antes de eso. — Me tendió una píldora con una botella. — No lo olvides.

— Lo se. Aún no podemos hacer mini Langdon.

                     Me tomé la píldora y partimos hacia California.

                 Paso unos días y Mike tenía que partir hacia Napa y me dejó traer a Ashley un fin de semana mientras el volvía el domingo por la noche. Así que el bien. Ya el viernes en la noche llego Ashley y Andrew que vino por Michael.

— Hola señor camisa de contador.

— Que tal te va Barbie.

— Bien. Y tu, sigues con esa frazada.

— Es solo para verme profesional.

— Bueno como digas.

— Parecen niños ambos. — Dije mientras bajaba junto Mike.

— ¿Preparado?

— Con maleta en mano.

— Okey. Clari, si tu novio llega cojo ya sabrás por que.

— Ya quisieras Idiota.

— Ya, pues. — Bese con cuidado a Michael. — Ve con cuidado.

— Así será. Si no, mi lápida dirá lo mucho que te amo y capaz vendré en forma de espíritu por ti. Como Hades con Persephone.

— Ja que gracioso. Sigue así y capaz te encierro en el cuarto.

— Todo estará bien Nena. Llegare en una sola pieza y nada cojo te lo prometo. — Rei ocultando mi rostro en su pecho el me hizo verlo. — También cuídate. — Ambos nos separamos. Los acompañamos afuera.

— Solo no hagan destrozos en lo que llegamos de Napa. — Volvió a decir mientras dejó la maleta en el asiento de atrás.

— Pero si hay besos llámenme. — Bromeo Andrew y Coco lo golpeó con su mochila que le arrebató. — Que capaz y tijerean cuando ni estamos.

— Ya vámonos.

— Ya saben mi número es...

                  Michael se lo llevó y quedamos muertas de la risa. Hay ese par. Es obvio que son tan parecidos pero Andrew es el caso perdido conforme más adulto es.

Daugther In The Murder House [ ᴍɪᴄʜᴀᴇʟ ʟᴀɴɢᴅᴏɴ & ᴍᴀʟʟᴏʀʏ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora