Daugther In The Murder House [ ᴍɪᴄʜᴀᴇʟ ʟᴀɴɢᴅᴏɴ & ᴍᴀʟʟᴏʀʏ]

|𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 28|𝐋𝐎 𝐒𝐈𝐄𝐍𝐓𝐎 𝐌𝐔𝐂𝐇𝐎.

                    𝐄l ambiente era dominante. Me ahogaba con ganas de sollozar, retenía ese sonido en mi garganta, controlando mis sentimientos. Recordando en un veloz recuerdo.. Cada vez que llore, su partida, la fragilidad de flor de mi corazón, era por los recuerdos de mi perverso amor. Sus besos sin sus manos que me atraían con delicadeza dándome calor.

— El mundo es un pañuelo sin duda.. — Dialogue.

— Eso parece — Dijo Ashley que me sostuvo — ¿Cómo te sientes?

— Abrumada. Pero no es como me lo imaginé..

— Sigue así. Manteniendo la postura Mal.

                       Me contuve por ahora.. Mi subconsciente me observa con orgullo. Cordelia como Michael terminaron su recortada charla y el se pasó a retirar de nuestra vista sin volver a vernos, fue un alivio.

                    ¿Fue mi imaginación al verlo o era un fantasma?¿Cómo llegó a Nueva Orleans y justamente aquí en Robinchaux's?

— Prosigamos. — Punteo Cordelia.

                    Cordelia siguió mostrando el instituto hasta que termino y solo quedo que mi habitación sería con mi amiga compartiendo cuarto y me dijo todo como los horarios de estudi, hora de madrugar, de dormir y eso fue todo. Le agradecimos amablemente y se retiro a su despacho, supongo, Ashley se quedo a descansar y acorde con la cabeza, para tomar un baño con agua tibia ansiosa por el, me vestí con ropa casual ya que mañana se iniciaba a utilizar el uniforme de la academia.

                   Tenia un descontrol en mi mente instintivamente.

                    Michael. El estaba aquí... Mas cambiado que la ultima vez que lo vi, claramente estos años lo hicieron cambiar más físicamente. Mas guapo. Mas formal.. Carajo. De pronto me di cuenta que estaba el atardecer y salí por la puerta donde cerré detrás de mí. El jardín era un hermosura, lleno de color del césped y cientos de flores.. En especial rosas, rojas mis favoritas en especial. Me recordaban a la sangre.. Y al amor. Después de mucho seguía amando el rojo con pasión.

                    Estaba en el patio trasero y no me resistí en acercarme a una rosa con demasiados pétalos y me incline a tocar los suave textura y oler su maravilloso aroma embriagante. Incorporándome note un invernadero donde estaba lleno de flores muy diferentes.. No entendí por que.. Recordé que podría ser de Cordelia y decidí guardarme la curiosidad de investigar donde no me llaman en mi bolsillo trasero. Aprendí que no es muy buena.

                      Ese oscuro recuerdo volvió a mi mente pero salí de el por una voz qué creía que mi mente había desaparecido con el paso del tiempo.

— ¿Disfrutando de la naturaleza? — Voltee y detrás mio se encontraba Michael.

— Digamos que necesitaba aire fresco. Nada especial. Y tú, ¿Disfrutas de ella por igual ahora mismo?

— No es a ello por lo que estoy aquí.

— ¿Se puede saber cuál es tu motivo?

— ¿Andas de curiosa?

— Es una pregunta nada más. Veo que sigues siendo parte de lo que eras... Por has que hayas cambiado.

— Creo que me sentó bien esto. Como a usted tambien.. Señora Anderson.

                    Palidecí al oírlo nombrarme así, ¿Quién le dijo?. — ¿Quien te lo dijo...?

— ¿Acaso creíste que por un instante no iba enterarme que te casaste semanas después de mi partida? — Casi me caigo ante sentir mis piernas de espagueti... — Creí que te conocía. Que estarías dolida si pero al menos con tu soltería  — Ese comentario me dolió.