Daugther In The Murder House [ ᴍɪᴄʜᴀᴇʟ ʟᴀɴɢᴅᴏɴ & ᴍᴀʟʟᴏʀʏ]

|𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 12| 𝐌𝐈𝐂𝐇𝐀𝐄𝐋.. 𝐃𝐄𝐉𝐀𝐌𝐄 𝐄𝐗𝐏𝐋𝐈𝐂𝐀𝐑𝐓𝐄.

          𝐃eje mi libro en la mesa del centro de la mesa para levantarme del sofá para caminar hacia la puerta para tomar el picaporte y girarlo al lado contrario Encontrándome con Chad. — Hola, Clarissa, Me acabó de enterar sobre lo de tu Abuela, lo siento tanto. — Dijo lo ultimo en tono melancólico.

— Gracias Chad. Adelante — El entro a la casa para caminar ambos juntos.

— Era una excelente mujer Constace Clarissa. Siento también no haber ido al funeral ya que salí de la ciudad por asuntos de mi trabajó.

— No hay ningún cuidado Chad, entiendo. Fue muy repentino todo esto de verdad. — Sonrei de a medias — ¿Quieres algo de beber? — Ofreci.

— No estoy bien. Gracias aun así Clarissa. — Dice educadamente.

            Caminamos juntos hacia la sala tomando ambos asiento al mismo tiempo mirándonos conversando de todo lo que sucedió con mi abuela, su muerte en el hospital, su causa que fue el avanzado estado de cáncer en sus pulmones y su doloroso funeral.
Con recordarlo todo de nuevo hace que se rompa una vez mas mi corazón, Constace era la mejor abuela del mundo... Por eso pienso que dios perdono todos sus pecados y errores desde hace mucho tiempo.

             Chad en un momento a otro ya había estampado sus labios con los míos moviéndolos encima lentamente yo helada no pude corresponder ni separarme, bueno si lo hice haciéndolo hacia adelante alejándolo. Hasta que oía como alguien carraspeaba Chad se separó para mirar atrás mio y yo me voltee al igual que el y oh ¡Sorpresa! Atrás nuestro estaba  Michael sin decir nada solo cruzado de brazos mirándonos frío, que sus ojos celestes daban miedo, al menos a mi.

            Estaba vestido con pantalones de mezclilla una camiseta de botones de manga remangadas... Se veía tan atractivo que quería morder mi labio. Pero no lo permití nos miraba con una expresión de serio y frío que a mi me daba un largo escalofrío, el daba miedo cuando se lo proponia, era un excelente don.

— Michael...

— ¿Interrumpo algo señor Wordvige? — Pregunto serio aun parado enfrente nuestro mirándonos sin expresión.

— No, para nada. Yo ya me iba.. — El contestó para pasar a lado nuestro para caminar hacia la puerta — Nos vemos Clarissa.

— Esta bien Chad. — Dije lo mejor posible y salio por la puerta. El al irse Michael se dio media vuelta para con el propósito de irse pero yo lo tome de la mano — Michael, no es lo que crees, Encerio yo...

— Lo vi todo Clarissa, Chad te beso. En los labios — Mascullo serió mirándome tan fríamente que me empezaba a intimidar. Ese era un buen talento de Michael sabia intimidar hasta con su celeste mirada en un corto segundo pareciendo el diablo. — Veo que te gustan los mayores, mucho en mi opinión Clarissa. — Estaba que escupía fuego por los ojos y le salía el humo en las orejas como chimenea.

— Claro que no Michael. Sabes que sólo te amo a ti, Chad me beso ni le correspondí al ver que ni me movía, mucho menos los labios. — Tome su mano acariciándola con mis dedos.

             El se soltó secamente de mi agarre para rodar los ojos y subir por las escaleras yo lo seguí no me iba a quedar parada sin poder explicarle a Michael todo lo que había sucedido minutos atrás.

— ¿De verdad? Me harás la ley de hielo Michael. ¿Ignorarme encerio?

            El siguió con su caminó yo igual atrás suyo, tenia que aclarar todo este mal entendido. Pero conocía a Michael a la perfección seria muy difícil explicarle pero debía comenzar ¡Ya!. Ambos al llegar al piso de arriba me hizo entrar a su habitación que era más espaciosa que la mía, estaba ordenada sujetandome del brazo. Sin esperarlo me tiro a la cama subiéndose encima mío para besarme con un poco de fuerza en los labios. Como queriendo remplazar el sabor de Chad corporando el suyo en mis labios, yo deje que lo hiciera correspondiendo al mismo intenso ritmó.