|21|

12.9K 527 12
                                        

Después de pasar por su apartamento para ponerse un vestido veraniego y unos zapatos planos, Alexis entró en el coche preguntándose a donde iba a llevarla esta vez. Aunque en realidad le daba igual dónde fueran porque estaba disfrutando mucho de esos días de vacaciones con él.

Sabía que era una locura, pero no podía evitarlo. Amaba a Zayn, no había dejado de amarlo desde que lo conoció y entendía ahora porque su madre no había sido capaz de olvidar a su padre. Y como le había pasado a su madre, había una posibilidad de que Zayn le rompiese el corazón.

Pero decidió dejar de darle vueltas al asunto al ver que la llevaba al arboreto de Londres.

–Me encantan los jardines ¿Cómo lo has sabido?

–Me gustaría poder decir que tengo un sexto sentido para eso, pero no es verdad –rió Zayn–. Pensé que a la mayoría de las mujeres les gustan las flores, de modo que era una apuesta más o menos segura.

–Pues es muy buena idea –sonrió Alexis.

Cuando bajaron del coche Zayn tomó una mochila del asiento trasero que ella no había visto.

–¿Qué llevas ahí?

–La merienda. Le he pedido a María que nos hiciera algo fácil y rico –contestó él, echándose la mochila al hombro y tomando su mano.

–Qué bien –sonrió Alexis–. Hace años que no voy de merienda a un parque. Por lo menos sin docenas de alumnos de prescolar detrás de mí.

–Ah, otro punto para Zayn –rió Zayn.

–¿Ahora estas intentando ganar punto?

–Cariño, llevo intentando ganar puntos desde que entré en tu despacho el viernes pasado.

Alexis podría haberle dicho que lo estaba consiguiendo, pero mientras paseaban no podía dejar de admirar tos acres de la hierba y setos perfectamente conservados. Era un parque precioso. Disfrutar de la fresca brisa y del hermoso paisaje con Zayn era una delicia y antes de que se diera cuenta estaban en un merendero entre altos nogales.

–¿En qué piensas? –le preguntó Zayn mientras dejaba la mochila sobre una larga mesa de madera.

–En nada, estoy muy contenta.

–María me ha dicho que tenemos bocadillos de pavo al horno y queso suizo, una ensalada de verduras y zumo de manzana. Espero que te guste.

–Estoy muerta de hambre, así que me encanta –dijo Alexis, ayudándolo a extender el mantel–. Pero es que últimamente siempre tengo hambre.

–Desde luego –rió él mientras le daba platos y cubiertos–. Pero es comprensible porque vas a tener mellizos.

–Mi madre me dijo una vez que comía tanto cuando estaba embarazada de Luke y Jake que engordó treinta kilos –Alexis colocó los platos y los cubiertos sobre la mesa mientras Zayn servía en sumo de manzana en los vasos–. Es curioso que pueda recordar eso, pero no recuerde el sonido de su voz.

–¿No me contaste que tenías diez años cuando murió en un accidente de tráfico? –le preguntó Zayn.

–Sí, así es.

–Pues eso fue hace mucho tiempo y tú eras sólo una niña. El tiempo hace que uno olvide esas cosas.

–Sí, claro, imagino que tienes razón.

Alexis pensó en la semana que habían pasado en Aspen y en todos los detalles de su vida que le había contado. Sin embargo, Zayn no le había contado casi nada de sí mismo y, aparte de su nombre, su profesión y el hecho que tuviera una hermana y un sobrino, en realidad no sabía nada sobre él.

Malik's Babies |z.m a.u|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora