–Sigo sin creer que el vendedor se haya marchado con el anillo y el dinero –suspiro Alexis.
Cuando volvieron a buscar el anillo por la tarde el puesto de bisutería había desaparecido. Y aunque habían pasado horas desde que volvieron a Londres, incluso habían cenado ya en un magnifico restaurante e iban a visitar el primer hotel que había construido Zayn, Alexis seguía echando humo.
Considerando que Zayn era multimillonario no tenía la menor importancia para él. Y la verdad era que el dinero tampoco significaba nada para ella después del fideicomiso que Esmerald había puesto a su nombre.
Pero las viejas costumbres no morían nunca.
Desde que terminó la carrera y consiguió un trabajo como profesora, Alexis había vivido de su sueldo, a veces con dificultades para llegar a fin de mes. Había aprendido a estirar el sueldo todo lo posible y hasta unos meses antes el dinero que Zayn le había dado a aquel hombre representaría el pago del alquiler.
–Esas cosas pasan –dijo él, encogiéndose de hombros filosóficamente–. Lo único que me preocupa es que tú te hayas disgustado.
Estaban entrando en ese momento en el hotel y Alexis se detuvo para admirar las elegantes puertas de caoba.
–No, no es eso. Es que me parece increíble.
–No quiero que sigas pensando en el anillo, el dinero o el hombre del puesto. No es para tanto. Y si estas disgustada por el anillo te comprare otro.
–No es el anillo –suspiro ella–. Es el engaño.
–Vamos a olvidarnos del asunto –insistió Zayn, tomando su mano–. Quiero enseñarte el hotel y pedir tu opinión sobre una cosa.
Alexis decidió hacer lo que sugería. Si a él no le importaba que le hubiesen engañado era absurdo dejar que les estropeara la noche.
Cuando el portero uniformado les abrió la puerta, saludo a Zayn con aire de respeto, Alexis se quedó sorprendida. Desde el mostrador de granito negro al suelo de mármol italiano o los caros cuadros que adornaban las paredes, todo estaba perfectamente coordinado. Y, aunque lujoso, el vestíbulo tenía un aspecto acogedor.
–Es absolutamente maravilloso –suspiro, mirando alrededor–. No puedo creer que fuera tu primer hotel.
Él pareció muy satisfecho con el cumplido.
–En realidad no es mérito mío. Mi hermana eligió los colores, los muebles y los cuadros.
–Pues hizo un trabajo estupendo –comento ella–. ¿Tu hermana te ayuda a decorar todos los hoteles?
Zayn asintió con la cabeza mientras la llevaba por el pasillo.
–Yo elijo el estilo y Doni se pone a trabar con los colores, las telas y los materiales –respondió, abriendo una puerta que daba a un patio interior–. Pero es esto sobre lo que necesito tu opinión. ¿Qué te parece?
Alexis miro la fuente del centro, las plantas y las flores que había alrededor y el suelo de mármol y pensó que era un sitio precioso.
–Me encanta, es un sitio muy bonito.
–Mi intención era convertirlo en un salón para los clientes –dijo él, bajando los escalones para acercarse a la fuente–. Pero la verdad es que no suelen pasar por aquí y estaba pensando usarlo para otro propósito.
–Imagino que en el campo de golf anexo al hotel tiene mucho que ver con que los clientes no pasen por aquí –sonrió ella–. Pasaran por delante sin darse cuenta.
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Malik's Babies |z.m a.u|
Diversos"No necesitamos casarnos para criar a nuestros hijos" Copyright - Feb 24, 2014 amazxyn