𝖈𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 8

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NO TIENES QUE SER MAS FUERTE QUE NADIE, PUEDES DEJARTE CAER Y PEDIR AYUDA.

El nivel del entrenamiento era medio alto. Jamás pensó que usar el maniobrador sería tan incómodo, pero era su primera vez así que era normal, probablemente luego se acostumbraría. Aun así, deseaba que su tiempo se terminara.

— ¡Levántate, Jaeger! ¡Los maniobradores no se usan de cabeza! —ordenó el instructor mientras se detenía frente al muchacho dado vuelta— ¡He dicho que te levantes! ¡Es una orden, Jaeger!

Pobre.

Su cara estaba toda enrojecida, debía ser por toda la sangre que se le subió al cerebro, también podía ser porque sus compañeros se burlaban de él. Deseaba ir a ayudarlo, pero su turno aún no terminaba, y probablemente nunca terminaría porque el recluta que tenía que bajarla, estaba hablando con otra recluta.

Genial.

Desvió su mirada hacia el joven que estaba al lado de un rubio musculoso, se sorprendió por lo alto que era. ¿Cuanto mediría? Era sorprendente lo alto que podía llegar a ser una persona, ¿Cuántos años tendría? Parecía tener unos años más que ella, eso solo podía significar algo. Él seguiría creciendo.

Los minutos pasaron y el entrenamiento acabó. Una vez que bajó del maniobrador, caminó hacia su amiga. Aun faltaba para que los llamaran a comer, el tiempo que le quedaba, lo usaría para escribirle a sus padres. Debían saber que estaban bien y que pronto los tres estarían de nuevo juntos.

—Lo hiciste muy bien, Mika...

— ¡Cas! ¡Mikasa!—la voz de Eren la interrumpió. Observó a lo lejos como su amigo sacudía la mano, tratando de atraer la atención de ambas chicas. Por su tono de voz, se lo notaba un tanto desesperado— ¡Venga!

— ¿Qué querrán?—preguntó Cassandra viendo como su amigo rubio estaba a un lado de Eren

—Creo que ya se porque nos llama—contestó Mikasa y sujetó su mano para correr hacia los dos chicos

— ¿Qué sucede, Eren?—cuestionó una vez que llegaron. Eren le hizo un gesto para que guardara silencio, una vez que todos los reclutas desaparecieron, incluso el instructor, Eren le sonrió— ¿Sucedió algo?

—Necesito su ayuda, no sé cómo lo hicieron, pero necesito que me enseñen a usar el maniobrador para mañana—pidió el morocho

Cassandra se encogió de hombros, no tenía problema en ayudar a su amigo. Mientras Mikasa le indicaba todo lo que debía hacer, Cassandra y Armin se encargaban de acomodarle el maniobrador, pero era casi imposible. Eren no se dejaba de mover.

— ¿Puedes dejar de moverte?—preguntó Cassandra—. No quiero ajustarlo mal y que luego te termines lastimando.

—Puedes hacerlo si sigues los pasos. No te preocupes si no sale perfecto—murmuró Mikasa—. Pon tu peso en la cintura y en los extremos del cinturón, prestando atención a tu balance.

—Mantén la calma y podrás hacerlo, incluso yo lo pude hacer—aseguró Armin y embozó una pequeña sonrisa. Cassandra tuvo que reprimir las ganas de apretarles las mejillas, ¡Era tan tierno!

—Tú puedes hacer cualquier cosa si te lo propones, Armin—sonrió, ocasionando que Armin apartara la mirada y se sonrojara

Eren asintió, comprendiendo lo que decía Mikasa, mientras miraba de reojo a sus dos amigos.

—Muy bien, tengo el presentimiento de que podré hacerlo esta vez. Puedes levantarme, Armin—el rubio asintió y empezó a mover la manija

— ¡Así se habla, Eren! ¡Lo último que se pierde es la esperanza! ¡Lo harás bien!—alentó

survivor━eren jaeger.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora