survivor━eren jaeger.

𝖈𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝟏𝟗

CUANDO MENOS LO ESPERES, UN ROCE TE CAMBIA LA VIDA.

No sabría cómo explicarlo, había entrado a una especie de estado de alucinación en el momento en que Eren se mordió la mano, porque lo que estaba presenciando no debía ser real, ¿verdad?

Se quedó en el suelo, hecha un ovillo. No iba a levantar la mirada, no cuando podía sentir como alguien la observaba desde arriba, mucho menos cuando gigantes huesos estaban incrustados a su alrededor.

—Recuerdo... haber escuchado el cañón. Hubo un ruido horrible, después de ese impacto y este calor...—balbuceó Armin. Lo entendió, todo parecía ser un sueño que era imposible creerlo—. Estamos dentro de un esqueleto gigantes...

—Eren nos protegió—interrumpió Mikasa y miró de reojo a su amiga, como si aquello también iba para ella—, eso es todo lo que necesitamos saber.

¿Cómo fue que supo transformarse? ¿Qué estaba sucediendo? Hace unos minutos estaban corriendo porque una bala de cañón iba a caer sobre ellos y ahora... estaban dentro de un esqueleto gigante.

— ¡¿Están bien?!—preguntó Eren y corrió hacia ellos

Siguió con la mirada en el suelo mientras millones de dudas empezaron a rondar por su cabeza. Debía calmarse, respirar profundo y dejar a un lado lo de Eren y su transformación. Hay cosas peores de qué preocuparse, una de ellas era cómo iban a ser para responder ante aquel suceso.

Lo peor de todo es que ahora estaban afirmando lo que muchos creían. Maldición... ¿A dónde iban a ir? Si llegaban a escapar todos iban a ir detrás de ellos hasta aniquilarlos. Apretó la mandíbula.

—Eren, ¿Qué es esto?—inquirió Armin

—No lo sé—respondió—, pero se está evaporando. Es como el cadáver de un titán. Debemos escapar.

¿Aún no lo comprendía? ¿No podía recordar cómo la salvó? ¿Cómo mató a todos esos titanes que rodeaban el Cuartel? ¡Maldición! ¡Debía dejar de pensar en eso! Pero era inevitable, por más que quería intentar pensar en otra cosa, todo siempre terminaba en Eren y su transformación.

—Todavía están observando, esperando a ver qué sucede después—murmuró Eren mientras se acercaba un poco al final de todo ese vapor y humo que los rodeaba—. La Guarnición no puede ver nuestros movimientos por ahora. Pero eventualmente, atacarán de nuevo. Después de mostrarles esto, no creo que podamos salir de esta hablando.

Cassandra se dignó a pararse y caminó hacia Armin. Parecía el más afectado de los cuatro.

— ¿Estás bien?—susurró y acarició su cabellera. El rubio se sobresaltó, pero terminó asintiendo—. Te ves un poco pálido.

—E-estoy bien.

—... sin embargo, recuerdo algo—continuó hablando Eren y sacó una pequeña llave de su cuello—. El sótano, el sótano de mi casa.

— ¿Qué es... qué es lo que sucede en el sótano, Eren?—preguntó Cassandra y ayudó a Armin a levantarse. Temió que el joven pudiera desmayarse por todo lo que sucedió e incluso vomitar por lo pálido que estaba—. No te preocupes, cariño. Todo va a estar bien, ¿sí?

—Mi padre me dijo que lo entendería todo si iba allí. Y también el motivo por el que yo soy así. Si llegó a ese sótano, probablemente, también descubran la verdad sobre los titanes—contestó

— ¿Pero... ¿por qué ahora y no antes?—frunció el ceño. Tuvo la oportunidad de conocer a la familia de Eren y su padre siempre fue alguien demasiado reservado y serio—. ¿Por qué no te lo dijo cuando tuvo la oportunidad?