survivor━eren jaeger.

𝖈𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝟐𝟗

SER FUERTE. DUELE.

No era fuerte.

Sus delgados dedos temblaron. Eso no la volvía alguien pesimista. Al contrario, sabía muy bien su fuerza y hasta donde llegaba.

No era como Mikasa o como el capitán Levi, e incluso muchos soldados eran más fuertes que ella. Tampoco quería ser catalogada como "la que valía como cien soldados" o "el soldado más fuerte de la humanidad", para nada.

Siempre pensó que no solo la fuerza bruta era necesaria. Armin le había demostrado lo contrario. Por eso no solo se lanzó hacia aquel titán por Eren, sino por él y por su amiga.

Ellos no dudarían en lanzarse a salvar a su amigo. Probablemente Mikasa ganaría contra el titán, pero no quería averiguarlo. Al menos quería intentar ayudar.

Por eso no lo subestimó.

La persona que estuviera dentro del titán sabía más que cualquier persona y es que por algo iba detrás de Eren, ¿no?

Sus espadas e pies rozaron el suelo mientras los ganchos se incrustaron en el cuerpo del titán. Si lograba cortarle el talón podría tener algo de ventaja. No buscaba lanzarse a matarla, porque yendo con ese pensamiento estaba declarando su muerte.

Debía ser más astuta.

¿Que haría Jean? ¿Y Armin? ¿Reiner?, respiró profundo y apartó todo esos pensamientos.

— ¡Cassandra, detente!—gritó Jean en un intento desesperado por detener a su compañera, más ella hizo oídos sordos

—Déjenla...—soltar eso fue como si dejara de respirar, pero era la correcto.

Porque para Armin, Cassandra junto a Mikasa y el capitán Levi podían detener al titán, pero eso no significaba que por más fuertes que sean, no se preocupara por ellas. Solo...

—La matará, Armin—Reiner volteó a ver al rubio, como si no creyese lo que había soltado—. No dejaré que eso suceda.

—Dejemos que Cassandra se ocupe del titán femenino...—se mostró lo más firme posible, aunque por dentro le carcomía la cabeza. Sujetó los costados de su capa a su rostro y dejó escapar todo el aire contenido—. Tapen sus caras con sus capas tanto como puedan... nos dará tiempo. Y si por alguna razón, Cas tiene problemas, iremos ayudarla. ¡No nos matará hasta que sepa quienes somos!

—P-pero Cassandra...—balbuceó Jean y la observó. Notó como la capa también estaba sobre su cabeza y eso le dio un poco de tranquilidad, no lo suficiente como para dejarla sola—. No me quedaré viendo como Cassandra pelea. Nosotros distraeremos al titán tanto como pueda hasta que ella llegue a la nuca.

Pero Cassandra pensaba distinto. Sabía que era un intento fallido llegar a la nuca. Solo perderían el tiempo y gastando suministros que capaz luego le serviría. Por lo tanto, solo quedaba molestarla lo suficiente sin poner en peligro las vidas de nadie.

Era lo mejor que tenía.

Antes de que pudiera siquiera reaccionar, la mano del titán se dirigió a una velocidad sorprendente a ella y por poco la agarraba de no ser porque retiró los ganchos y se impulsó lejos del titán usando un poco más de lo debido el gas.

Uno. Dos. Tres. Inhaló y exhaló y se acercó a los tobillos. Un corte profundo y limpio. Nada más.

Un gota de sudor recorrió su nuca hasta llegar a la espalda baja. Mantén la calma, masculló. Era crucial mantenerse estable y no dudar. Muchas vidas estaban en juegos.

Uno. Dos. Tres...

Abrió los ojos y el panorama cambió. El aire se sentía más limpio. El cuerpo no pesaba. Sus manos no temblaban. Y todo se volvió más claro e incluso los sonidos eran más conciso.