𝖈𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝟏𝟒

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ESTO ES UN SALVAJE JUEGO DE SUPERVIVENCIA.

Un escalofrío recorrió su cuerpo junto con una sensación helada. No era debido a la fuerte brisa ni por la lluvia, era algo más. Algo que no podía entender.

Empezó a mirar a todos lados. Estaba segura de que iba a encontrarse con Mikasa. La conocía tan bien que ella no subiría a la muralla no sin antes asegurarse de que las personas que le importa estén bien.

A unos metros de su posición, un pequeño grupo de jóvenes reclutas estaban sentados y hablando entre ellos. Uno que otro tenía una expresión de profundo terror.

¿No deberían estar en el muro? ¿Por qué seguían ahí? Una presencia se posó a un costado de ella.

— ¿Qué creen que hacen?—preguntó Cassandra. Bertolt y Marco se aseguraron de que ningún titán los tome de sorpresa antes de ponerse a un lado de Reiner—. Se supone que ya deberían estar en la muralla.

—Nos encontramos con un pequeño grupo que estaban por subir la muralla y les avisamos la situación del capitán y nos ayudaron. Nosotros íbamos a seguirlo, pero nos queda muy poco de gas. No íbamos a lograr subir la muralla—contestó Reiner. La serie expresión en su rostro se transformó en una divertida. El rubio no tardó en palmear la espalda de Cassandra y sonreír—. Nos tendrás que aguantar por un rato más.

La albina rodó los ojos y embozó una sonrisa. Podía parecer alguien que trataba de verle el lado bueno a las cosas, pero la verdad era que por dentro estaba asustada como todos los demás.

— ¿Otra vez los tengo que soportar? Y yo creí que ya me había librado de ustedes—murmuró

—Tendrás que esforzarte más para lograr eso.

—La lluvia paró—habló Bertold y sonrió de lado—. Es mejor empezar a buscar a los chicos antes de que vuelva a llover.

Tenía razón. Debido a la lluvia y la neblina que rodeaba todo Trost, le era difícil ubicarse. Observó de reojo sus tanques. Tampoco tenía mucho, pero bastaba para reencontrarse con sus amigos. Solo faltaba que la armería salga para restablecer el gas.

—Debemos guardar el poco gas que nos queda—murmuró y empezó a caminar por los techos. No había ningún titán, estaba casi segura de que estaban cerca de la brecha que hizo el titán colosal—. Si se nos acerca un titán, no duden en usarlo, pero sean cuidadosos.

Pasó a un lado del pequeño grupo y siguió derecho. Debían estar cerca.

Tenía una promesa que cumplir, no podía defraudar a Eren, mucho menos a Mikasa y a Armin. Debía encontrarse con sus amigos, era lo único que tenía en mente.

Las nubes estaban tan oscuras que parecía que estaba anocheciendo. Las calles estaban silenciosas. Trost, con su aspecto lúgubre, ahora era un cementerio que les pertenecía a los titanes.

Una pequeña silueta apareció entre toda esa neblina. Sonrió casi sin poder evitarlo al notar una cabeza rapada al lado de un castaño demasiado conocido. Dio un salto fuera del techo y apretó los gatillos de su equipo para llegar a la siguiente casa donde se encontró con Jean y Connie.

—Qué alivio verlos con vida, chicos—sonrió, aunque no tardó en borrarlo cuando notó lo serios que estaban. Connie no sabía muy bien que hacer, no quería morir de esa forma. Él solo quería forma parte de la Policia Militar para hacerle ver a su pueblo que podía ser el mejor de todos—. ¿Chicos...?

Más allá, estaban pequeños grupos reunidos en diferentes casas, pero todos parecían compartir la misma expresión que Jean y Connie. ¿Acaso todos...? Entendió la gravedad del asunto. Nadie tenía gas suficiente como para poner sus vidas a salvo en la muralla, tampoco podían pedir que abrieran la puerta porque eso causaría que los titanes aprovechen esa oportunidad para entrar.

survivor━eren jaeger.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora