𝖈𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝟐𝟖

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EL FINAL ES EL PRINCIPIO DE OTRA COSA.

Un estado de animo sombrío flotaba sobre toda la legión. Una. Dos. Tres. Cuatro. Perdió la cuenta de cuantas campanadas iba escuchando mientras esperaba que el comandante Erwin diera comienzo a la expedición.

Esta sería su primera expedición fuera de las murallas. Sus manos cosquilleaban y su corazón martillaba su pecho. Debía mantener la calma, pero no podía. No comprendió ese sentimiento tan confuso. Esa sensación de inquietud que bailaba al compás de las campanadas.

— ¡Llegó la hora!—algo muy dentro de ella se revolvió y esperó que no fuera la comida de esa mañana—. La humanidad dará un paso más adelante. ¡Muéstrenme lo que pueden hacer!

Apretó la soga del caballo y se tragó todas esas sensaciones que en ese momento no necesitaba o pedía. Tenía una misión que completar.

— ¡Abran la puerta!

Muy bien. Acá vamos...

— ¡Ahora vamos a comenzar la 57ta expedición extra-mural! ¡Adelante!

Su misión era la siguiente: proteger al segundo caballo que tenía a su lado e informar. No era nada de otro mundo. Lo difícil... era que iba a estar sola. Y por lo que estuvo viendo la mitad del camino que iban a recorrer era plano, por lo tanto, usar el maniobrador no estaba en sus planes.

Cuando la puerta se abrió y todo el escuadrón empezó a desaparecer, se dedicó a observar su alrededor. El aire había cambiado, más bien, todo lo fue. Era como si estuvieran entrando a otra dimensión.

A pesar del pequeño pueblito que les daba la bienvenida una vez que salían de la muralla, pudo notar todo el caos causado por los titanes. Gran parte de las estructuras estaban destrozadas.

— ¡Un titán de clase diez metros se acerca desde la izquierda!

Siguió mirando al frente a pesar de que de reojo notaba como el titán se acercaba a ellos. Era alto. Regordete. Una exagerada cantidad de pelo cubría gran parte de su cabeza y frente. Piernas y brazos delgadas.

Debía dejar de prestar atención a esas cosas, solo causaría que empezara a sobrepensar en todo y era algo que no quería, porque eso haría que piense en sus amigos. Y no debía dudar que ellos estarían bien.

Cuando los soldados de apoyo, encargados de defender la formación, mataron al titán, el comandante Erwin alzó su mano en alto. Los equipos de apoyo se quedaron sobre los tejados de la antigua cuidad y observaron como poco a poco la legión los iba dejando atrás.

Ahí es donde empezaba la expedición. Ya estaban en territorio titán.

— ¡Entren en formación de exploración de largo alcance!

— ¡Si, señor!

— ¡S-suerte, Cas!—balbuceó Armin. Estaba seguro que su amiga estaría bien, pero la idea de estar solo rodeado de titanes le ponía los pelos de punta

—Nos vemos del otro lado, cariño...—susurró y cambió el rumbo de su caballo

Empezó el verdadero reto. Lo único que se escuchaba era el relinchar de su cabeza y el cabalgue que hacía. Todo lo demás estaban en un silencio que podía ser fácilmente cortado por un cuchillo.

El cielo se veía de otra manera o así lo sentía ella. Ahora entendió esa emoción en su padre cuando le contó su primera expedición y lo aterrado que estaba. Era aterradoramente tranquilo.

Cerró los ojos y se sumió en una gran oscuridad. Ahora que estaba sola, podía dejar los problemas atrás y sentir esa brisa que golpeaba su rostro. Hace tiempo que no sentía eso. Era el mismo sentimiento que cuando aprendió a usar el maniobrador y volaba a acá para allá.

survivor━eren jaeger.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora