survivor━eren jaeger.

𝖈𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝟐𝟐

ESTOY UN POCO LASTIMADO, PERO NO ESTOY MUERTO. ME RECOSTARÉ PARA SANGRAR UN RATO. LUEGO ME LEVANTARÉ A PELEAR DE NUEVO.

Escuchó muchas voces a la vez, estruendos y el sonido de miles de armas disparando al mismo tiempo. No entendía de dónde provenía, apenas podía hacer esfuerzo para abrir los ojos. De repente todo su cuerpo se sentía pesado, como si hubiera demasiado peso encima de ella.

Las voces eran cada vez más inaudibles, hasta ser opacado por un gran rugido inhumano. Fue ahí cuando logró abrir los ojos y toser ya que se había atragantado con su propia saliva.

— ¡Cas!—gritó Mikasa y soltó un suspiro de alivio. Su cuerpo se relajó y esbozó una pequeña sonrisa mientras sostenía con más fuerza a su amiga y la ayudaba a sentarse

— ¿Qué...?—carraspeó y miró a su alrededor—. ¿Por qué dispararon? ¿Qué sucedió?

— ¿De qué hablas? Nadie disparó—la azabache frunció el ceño—. Te habrás confundido, te caíste del techo. Fue un gran golpe, ¿Acaso no lo recuerdas?

Estaba segura de que escuchó como los casquillos de las balas caían al suelo. Debió ser parte de su imaginación, al parecer eso era lo único que podía hacer. Imaginar o crear cosas que no son.

Se sostuvo la frente y respiró profundamente, lo último que recordó fue la forma en cómo se lanzó hacia Mikasa, como el golpe de Eren llegó segundos después de apartarla y los escombros hacerle una herida en la mejilla a su amiga.

Eren perdió por completo el conocimiento y atacó sin dudar a Mikasa. Jamás pensó que eso podía suceder, pero tuvo que haberse dado una idea, ya pasó una vez en el que estaba fuera de sí. Pero pensó que atacaría a los titanes.

—Eren...—susurró. A unos metros de ellas, Eren descansaba sobre la gran roca. Mucho vapor salía de sus brazos y en especial de su rostro. ¿Qué sucedió? ¿Cómo fue que terminó de esa forma?—. ¿Qué pasó?

—Se golpeó y cayó—contestó Mikasa y volteó a ver a su amigo. Un deje de preocupación y pena apareció por unos segundos en la mirada de la azabache. Había intentado gritarle y hacerle saber quién era y quién era él, pero no funcionó. Eren volvió a intentar atacarla—. Intenté hacer que reaccionara, pero ya ves cómo terminó.

Cuando dijo eso, su mirada se volcó sobre la fina herida en su rostro. Podría estar un tanto adolorida por el golpe que recibió hace unos momentos, pero al divisar ese hilo de sangre que recorrió la mejilla de Mikasa, hizo que se olvidara de sus propias heridas.

— ¿Estás bien? ¿Te sigue doliendo?—cambió de tema, sabiendo que ninguna de las dos quería seguir hablando de eso—. Estás sangrando...

—Estoy bien, solo fue un rasguño—murmuró Mikasa al mismo tiempo que se limpiaba la herida con su muñeca

— ¡Líder de escuadrón, Ian!—las jóvenes se sobresaltaron cuando uno de los soldados de la Guarnición, cayó a unos metros de ellas—. ¡Se aproximan dos titanes desde el frente!—el sudor recorrió toda su frente y su mirada solo demostraba lo nervioso. Y como no, la misión había fallado— ¡Uno de 10 metros y otro de 6!

Hizo un gesto de incomodidad y dolor cuando Mikasa sujetó su cintura y la ayudó a levantarse. Aun podía sentir los pequeños escombros en casi todo su cuerpo.

— ¡Ian, tenemos que salir de aquí! ¡Ese mocoso no bloqueará la puerta!—gritó Mitabi

—Si—asintió, Rico, de acuerdo con su compañero y envió una sutil mirada a las jóvenes soldados—. No tenemos más opción que dejarlo aquí.