Décimo Algo: 19 años.

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La verdad que cuando Michael volvió a ir por Luke a su instituto, una semana más tarde, el rubio no quería verlo y se sentía demasiado inseguro. Sonaba extraño, pues a pesar de verse el fin de semana, que Michael se quedó en casa de Luke de viernes a sábado, habían evitado el tema, pues el mayor de ambos pensaba que el objetivo final había sido cumplido, educación sexual para Luke, pero el rubio tenía ese secreto oculto que le impedía dormir.

  —¿De nuevo vino tu mejor amigo?—preguntó con curiosidad John, viendo a Michael bajo un árbol a unos metros de la escalera de salida, Luke se encogió y se acurrucó a su lado.

—Si quieres, puedo decirle que nos vemos el fin de semana y salimos a alguna parte—susurró Luke con esperanza que el pelinegro aceptara. John arrugó su ceño con una sonrisa ante la reacción y palabras de Luke.

—Me ves todo el día, a tu mejor amigo no, ¿por qué debería pedirte que lo vieras el fin de semana? eso es ser egoísta.

Luke apretó sus labios con fuerzas, formando una línea fina, a la vez que ya terminaba las escaleras. Sus opciones para evitar a Michael se  le acababan. Era algo inevitable.


— Hola—saludó Michael a ambos con una sonrisa—. ¿Vamos Luke?   


El rubio asintió con timidez y se despidió de John con un abrazo, hasta que una inesperada y descabellada idea se le cruzó por la mente, esa que quizás distrajera a Michael en su  camino hasta el centro médico.


—John, ¿qué te parece si esta noche vas a cenar con nosotros? Así te presento a papá y mamá.


La reacción de John y Michael fue la misma. Ambos abrieron sus ojos como platos y su boca por la sorpresa. Michael porque primera vez que Luke haría algo como eso, y John porque por supuesto, él no se esperaba que fueran las cosas tan rápido y serias con su rubio novio mayor.


  —¿¡QUÉ!?—chillaron ambos al unísono, haciendo que Luke pensara si realmente había sido una buena idea su iluminación inesperada.


—Pregúntale a tu mamá y me avisas para decirle a la mía. Te enviaré un mensaje con la dirección si lo deseas.


John arrugó su ceño totalmente confundido, algo no calzaba dentro del discurso de Luke:—¿No era tu casa donde hemos ido últimamente?


—¡¿QUÉ?! ¿¡SIGUES UTILIZANDO MI CASA COMO UN MOTEL!?—Michael chilló más que alarmado, haciendo que Luke se sonrojara a más no poder y se volteara cubriendo la boca de su mejor amigo con su mano.


—Nos vemos John—se despidió, empujando a Michael mientras le dedicaba la sonrisa más falsa que tenía, a su novio.


...

 

  Luke prefirió no mirar su teléfono en todo el camino al centro médico y fingía escuchar a Michael con sus comentarios sobre John, que de verdad estaba sorprendido porque por primera vez le presentaría un novio a su familia y que estaba triste, porque como suponía, seguramente los padres de Luke no le permitirían hacer una videollamada con los hermanos mayor del rubio para molestarlo.


Llegaron al centro y se dirigieron a la parte de entrega de resultados, donde mostraron sus identificaciones y el recepcionista buscó los sobres sellados con sus nombres, entregándoselos. 


Michael sin nada que temer ni esperar, abrió su sobre relajado, mientras que Luke lo hacía con nervios, viendo los mil escenarios posibles por un pequeño secretos que guardaba, que si resultaba positivo el maldito resultado, debería sufrir por mucho tiempo las consecuencias de una noche descabellada.


Antes de abrirlo, elevó su mirada y se encontró con Michael que ni lo observaba, pues leía relajado sus resultados. Michael le transmitía mucha paz, era la mejor compañía y sabía que era la mejor persona con la que podría estar si en aquel momento todo cambiaba, si aquel resultado era algo ajeno a lo que su mejor amigo esperaba.


Cerró sus ojos con fuerza y abrió su bocota:—HaceUnAñoMeEscapéDeCasaPorUnaNocheYFuiAUnBarApenasPorqueReciénComenzabaACaminarSoloYNecesitabaSexo.EncontréAUnHombreMuchoMayorQueYoQueLoLlevéAlBañoYDejéQueMeLaMetieraPeroEraUnRápiditoYNoOcupéProtecciónYEntreMeteYSacaTerminóYTengoMiedoDeEstarContagiadoPorSexoCasualConUnCuarentón.


No había respirado nada entre palabras de su discurso y confesión repentina, donde había preferido ser sincero con Michael antes de que algo malo saliera a la luz y él se sintiera traicionado. Abrió con cierto temor sus ojos y se topó con su mejor amigo de brazos cruzados con una mueca en su rostro, totalmente incómodo, hasta que notó que todo el corredor lo observaba, que hasta el recepcionista lo hacía y que no midió el volumen de sus palabras, sino las gritó.


  —Mami, ¿qué es entre mete y saca?


Una niña preguntó a una mujer a su lado y ahora sí que Luke quería que la tierra lo tragase. Esto había demasiado incómodo para ser cierto.


Michael le arrebató el sobre de las manos y lo abrió, para luego elevar su mirada y cruzarla con la de su amigo de ojos azules.


—El 'mete y saca' no te dejó ningún regalo más, adentro. Estás sano.


Le mostró el papel y Luke pudo leer que ahí decía negativo, por lo que sonrió relajado, hasta que Michael rodeó los ojos y se dispuso a partir los papeles a la mitad y en pedacitos.


  —Amigo, creo que deberías pagarnos un psicólogo a todos aquí y preocuparte si ese cuarentón se llamaba algo relacionado con Disney.


—Era Andy...


—¡VERGAS LUKE! 


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Kisses》MukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora