Quinto Todo: 22 años.

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Luke jamás se imaginó lo que sería despertar al lado de Michael con un montón de sensaciones nuevas (y dolor) consumiéndolo, es decir, más de alguna vez había compartido cama con Michael, más de alguna vez habían compartido sueños con Michael y más de alguna vez ambos habían estado ligeros de ropa frente al otro, pero esta era una ocasión completamente distinta y eso era peligroso. Esta ocasión era especial, era diferente, le encantaba y estaba seguro que se repetiría muy seguido, no pondría resistencia para una nueva, en lo absoluto, y por lo mismo todo era peligroso, pues se haría adicto a esta futura rutina. Lo presentía.


Estaban ambos más que fatigados, observando el más que interesante techo de la habitación de Luke, con la sábana gris apenas cubriendo sus desnudas pelvis. Hacía un horrible calor en el lugar y ambos habían bebido ya más de un litro de agua desde que despertaron. Ni querían imaginar volver a mover un dedo, porque además de estar agotados de una exigente jornada, estaban demasiado cómodos y tranquilos en esa atmósfera tan íntima que compartían.


  —Jamás me acosté con un asiático  —rompió el silencio el rubio, con su vista perdida en el techo y en como las astas del ventilador se movían de forma lenta, entregándole una suave brisa que era de ayuda para despertarse y espantar el calor.


  —Apuesto que si hubiese sido así, su nombre sería Li Shang. Requisito fundamental para pasar por tu cama —continuó Michael con sus brazos bajo su cabeza. Luke tenía sus rizos rubios esparcidos en la almohada, mientras que sus manos estaban sobre su estómago, con sus dedos entrelazados.


  —¿Qué apuestas?—preguntó con interés Luke, volteando su rostro con una leve y fugaz mueca cruzando este. Michael sí que lo había dejado contracturado de tanto tomar sus cabellos para elevar su rostro. Su cuello pagaba las consecuencias, pero no se quejaba. 


— Apuesto color de cabello. Si gano, te tiñes el cabello negro. Si pierdes, eliges mi próximo color—. negoció el pelirrosa y Luke rodeó sus ojos. Aquello no era suficiente, en lo absoluto.


—Podría desarrollar una reacción alérgica al tinte—recordó Luke, luego de que una de las veces que ayudó a Michael a tinturarse el cabello, el olor del químico era tan fuerte que tuvo jaqueca por días, además que una porción manchó el interior de su brazo y tuvo una gran mancha roja que le picó por días.— Además, ¿quién descarta que pudo llamarse Mushu?


Michael sonrió y volteó su rostro. Su cuello no dolía, pero sí su espalda por cargar, en ciertas posturas, el cuerpo de Luke.


—¿Algún hombre con nombre de  lagartija escupe fuego? Definitivamente lo esperaría de tu parte, aunque mis  preferencias hacia ti constarían de un Yao o un Ling—continuó el juego y Luke arrugó su nariz, hasta que notó porqué faltaba un personaje en la lista de Michael.


—Tu estrategia de quedarte con Chien-po falló. Él busca alguien que cocine, tu historial solo se limita a palomitas de maíz en el microondas—recordó el rubio y Michael rodó los ojos.


—Fa Mulán está bien para mi—concluyó la conversación cerrando sus ojos para volver su rostro al techo, pero lo siguiente que sintió fue como el colchón comenzaba a moverse, y también como la habitación se llenaba de gemidos adoloridos y quejas.

Kisses》MukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora