La Melodía del Amor 2: Los Acordes del Olvido

Capítulo V: Delirios

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02 de marzo de 2022

Un doctor del Hospital Calles Sierra, de apellido Marín, está colocando unas placas de rayos X que muestran mi cráneo y huesos en una de esas máquinas que iluminan ese tipo de placas, para mí todo está en perfecto estado, pero para el Doctor Marín... - por lo que puedo observar sanaste rápido los huesos, tus dislocaciones regresaron a su lugar muy pronto, creo que ya te puedes ir, Andrés – dice el Doctor - ¿Enserio?, ¿Eso será todo? – el doctor asiente con la cabeza – por supuesto – dice, luego de eso, Katherine que está junto a mí, me ayuda a levantarme de la silla y el doctor comienza a recoger las placas, cuando estoy a punto de abrir la puerta para marcharme, el doctor me dice muy serio – Esperen un momento.

Me volteo hacia él, de igual forma lo hace Kat - ¿Qué sucede doc? – pregunta Kat, el doctor nos mira preocupado – No había visto esta placa bien – dice el doctor mientras sostiene entre sus manos la placa de mi cráneo, luego agrega – Por favor, ¿les molestaría tomar asiento un minuto más? – miro a Kat y ella me mira, está preocupada, me ayuda a sentarme de nuevo, el doctor quita todas las placas de la lámpara y deja solo la de mi cráneo – Tenemos un pequeño problema, lo debió haber provocado el accidente – lo miré extrañado – Vaya al grano – le dije - ¿ves esto de aquí? – me señala una parte de la placa, no vi nada – Nop – le respondí – Bueno, es normal que no lo veas, es demasiado pequeño para distinguirlo – dijo el médico y luego prosiguió – tienes una pequeña fractura en el cráneo, y por lo que puedo apreciar, también en el cerebro, exactamente en esa parte que retiene todos tus recuerdos, el lóbulo temporal – El doctor tomó asiento.

Se cruzó de piernas y mirando la placa prosiguió – Si bien es cierto, la fractura parece no ser de gran importancia, pero lo es... en algún punto de tu vida, en vez de recordar, comenzarás a olvidar, toda tu mente se irá borrando poco a poco hasta que sólo quede una persona sin memoria que solo sabe articular las palabras, ¿si me entiendes? – asentí con la cabeza – no sé exactamente en que momento de tu vida eso sucederá, lo que si sé, es que a pesar de estar en el 2022, no contamos con suficientes avances médicos como para reparar el daño encefálico que causó el accidente, hay probabilidades de que eso no suceda, pero son muy pequeñas, sólo el 0.1% de los casos son tan especiales como para que les suceda lo que te voy a mencionar a continuación, en el peor de los casos, es cierto, lo olvidarás todo, pero... probablemente vuelvas a recuperar tus recuerdos en algún otro punto de tu vida – El doctor sonaba muy serio, quería creer que esto era una maldita broma de Katherine, pero el doctor estaba tan serio.

Seguí escuchando al doctor – Ese sería uno de los casos especiales, el segundo caso especial es tan simple como decir, que quizás nunca se borre tu memoria a pesar de que la lesión está ahí, muy pocos han sido tan afortunados como para ser uno de esos dos casos especiales – el doctor se levantó de la silla – y otra cosa, Andrés, ¿Quién es Daniel? – me sobresalté y respondí – era mi mejor amigo – arqueando una ceja, el doctor preguntó - ¿Era? – asentí con la cabeza – Murió hace tres años, el Camaleón lo asesinó, ¿lo conoció? – el doctor negó con la cabeza – No, sólo te escuché hablando con él mientras dormías – comenzó a escribir algo sobre un papel y me lo entregó – Si alguna vez comienzas a sentirte como un loco, deberías ver a este psicólogo, es muy bueno – Leí lo que decía el papel "Dr. Angel Abreu", y tenía su dirección y teléfono escrito - ¿Gracias? – dije – Bien, ya pueden marcharse – respondió el médico, y así lo hicimos.

Kat me montó en su auto, un Ford Fusion plateado - ¿A dónde quieres ir? – Preguntó, la miré y le respondí – Necesito un nuevo auto – ella volteó hacia el frente y encendió el auto – Entonces iremos a la concesionaria – hilarantemente dije – perfecto – Kat aceleró, y llegamos a la concesionaria, entre tantos autos y camionetas, terminé comprando un Subaru BRZ color plateado, fue el único que me llamó la atención, no me entregaron el auto el mismo día, así que me quedé con Kat otro rato más, ella de alcahueta, sabiendo que no podía comer comida chatarra aún, mató mis antojos y compramos pizza para la cena, y fuimos a mi residencia.