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Andrés
Mi padre, Gabriel y el Señor Schmidt al fin llegaron a ZonaRecords, estoy feliz de que mi padre esté bien, pero no me molesto en abrazarlo, sigo algo molesto por haberme ocultado lo de White Lion – Esto es tuyo – dice cortante entregándome un par de armas y granadas, hace lo mismo con Megan – Ya que están aquí, María se comunicó con nosotros hace un momento, dijo que White Lion probablemente esté en el aeropuerto hay que dirigirnos hacia allá y confirmar que así sea para detenerlo de una vez por todas – todos están muy serios, el suelo tiembla un poco y una explosión ilumina el cielo en el lugar donde se supone está la Base Naval - ¡Mierda! – exclamo y entro rápidamente al tanque para intentar comunicarme con ellos - ¿Alberto me copias? ¿María? ¿Alguien me copia? – no recibo respuesta, solo hay silencio, eso quiere decir que probablemente María y Alberto estén muertos.
Salgo algo deprimido del tanque, Megan me abraza y me dice – Ella está bien – me aparto de ella y le pregunto - ¿Cómo estás tan segura de eso? – mirándome a los ojos responde – Es una corazonada, María es una chica fuerte, no morirá tan fácilmente – tiene razón, tengo que creer y confiar en María y Alberto, suena loco, pero yo también siento que están vivos o al menos quiero creer que no murieron, mejor dicho, elijo no creer que murieron. Mi padre enciende el auto en el que vinieron – Apresúrense, tenemos un vuelo que tomar y vamos tarde – el señor Schmidt coloca su mano en mi hombro y me dice suavemente – Todo estará bien Andrés, por ahora concentrémonos en el objetivo – asiento con la cabeza y camino junto a él hasta montarme en el auto. Gabriel se monta de copiloto mientras que el señor Schmidt, Megan y yo vamos en el asiento trasero.
El auto acelera y se pierde del lugar en un abrir y cerrar de ojos, cuando vamos subiendo el distribuidor de Las Margaritas, un par de luces nos advierten del enemigo, son un par de motos enemigas que comienzan a dispararnos con ametralladoras - ¡Maldición! – exclama mi padre mientras que el auto se colea al intentar esquivar las balas que rompen el vidrio trasero, en una acción rápida, Megan carga el rifle y dice – Esos malditos se las verán conmigo – apunta rápidamente desde el asiento trasero a uno de los motorizados y comienza a disparar, cargo el rifle y le presto apoyo disparándole a la segunda moto. Sin darme cuenta, el señor Schmidt nos presta apoyo disparando con una pistola, logramos derribar a uno de los motorizados, pero el otro nos sigue muy de cerca, una bala da en el hombro del Señor Schmidt y él se cubre bajo tras el asiento, inmediatamente Megan y yo bajamos para recargar y verificar que el Señor Schmidt esté bien, por suerte así es, solo está herido. El sonido de la moto se acerca a nosotros y en cuestión de segundos está sobre nosotros.
El Copiloto de la moto salta hacia el auto y cae en el techo del auto, Gabriel toma acciones en contra y comienza a disparar al techo, logrando derribar al motorizado, Megan tiene el rifle cargado y dispara contra el otro motorizado, derribándolo, finalmente nuestro camino está despejado - ¿Se encuentra bien? – le pregunta Gabriel a su superior – Si, no te preocupes he tenido heridas peores – el Señor Schmidt respira algo cansado y Gabriel le sonríe y dice – Lo sé, jefe... no vamos a arriesgarnos. Martínez, llevémoslo a un hospital – mi padre le responde a Gabriel – No tenía pensado desviarme, por suerte el hospital queda en la vía, haremos esto rápido, me detendré en el hospital le dejarás el jefe a los médicos y si no has salido en tres minutos nos iremos sin ti, ¿De acuerdo? – Gabriel mira a mi padre y le responde – Entendido.
Y así ocurre, hacemos una parada rápida en el Hospital Calles Sierra, Gabriel ayuda al señor Schmidt a bajarse del auto y lo reciben unos médicos, lo ayuda a subir en una camilla dejándoselo a los médicos para que lo lleven al quirófano y le extraigan la bala, en menos de tres minutos, regresa al auto y retomamos nuestro camino, esta vez está totalmente despejado – Esto está aburrido – Dice Gabriel y enciende el radio, mi padre lo apaga y dice - ¡No pondrás música! – Gabriel encara a mi padre y enciende el radio nuevamente – Claro que sí – mi padre lo apaga – Por supuesto que no – Gabriel lo vuelve a encender – No seas aburrido – dice - ¡Ya basta! ¡Dije que no pondrás música! – Mi padre algo molesto quita el radio y lo lanza por la ventana hacia la carretera – La edad te está afectando – un poco molesto mi padre le dice a Gabriel – Cuida tus palabras muchacho, recuerda que soy tu superior – Gabriel guarda silencio, mientras que Megan intenta no reírse, luego las luces de la ciudad comienzan a apagarse, al parecer se fue la luz.
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La Melodía del Amor 2: Los Acordes del Olvido
ActionTres años después del final de "La Melodía del Amor", Andrés ha ganado mucha fama mundial, dinero, premios, pero lo único que no ha encontrado es el amor, el fantasma de Ysabel lo sigue atormentando y no lo ha dejado ser feliz, además su lucha contr...