Capítulo XXIV: El Tiempo Que Perdimos

9 1 8
                                    

1

6 meses después...

15 de noviembre de 2022

Ya han pasado seis meses desde que ocurrió el ataque del Zodíaco a la ciudad, la planta eléctrica ha sido reconstruida casi en su totalidad, pero aún hay fallas en la energía eléctrica de la ciudad, me encuentro enviando mensajes en mi teléfono desde la comodidad del sofá de mi residencia, Katherine está de pie en la cocina – Me llegaron las invitaciones para la boda de Leo – dice mientras fríe algunas empanadas en el sartén cuidadosamente para no quemarse, yo guardo silencio - ¡¿Me estás prestando atención?! – suelto el teléfono y le digo – Si, claro, dijiste algo respecto a Leo y su boda – ella me mira molesta y dice – Si, que ya no la va a poder realizar porque terminó con Rebeca – me sorprendo de las palabras de Kat - ¡¿Enserio?! – todavía molesta me grita - ¡¡POR SUPUESTO QUE NO!! te dije que ya me llegaron las invitaciones – suspiro aliviado - ¡Menos mal! esos no son juegos Kat – saca una de las empanadas del aceite mientras me habla – Entonces préstame atención, ¿Quieres? – vuelvo a tomar mi teléfono – Si, claro, eso intento, es solo que estoy chateando con el representante de una casa musical en Estados Unidos, quieren que haga un dúo con uno de sus cantantes.

Katherine coloca cinco empanadas en un plato – Ven a comer ya las tuyas están listas – me levanto y camino hasta el mesón, ella coloca las empanas allí y al darse la vuelta para regresar a la freidora comienza a sobarse la parte baja de la espalda, la observo mientras degusto la primera empanada - ¿Te sientes bien? – le pregunto, ella voltea a verme – Sí, descuida, es solo un pequeño dolor por estar mucho tiempo de pie, llevo dos meses sin la silla y mi cuerpo aún no se acostumbra a estar haciendo tanto esfuerzo físico – ella regresa a atender la freidora y le digo – Eso espero, estaré jugando softball con mi padre y mi familia, si te sientes mal solo llámame y vendré de inmediato ¿de acuerdo? – apaga la llama y saca un par de empanadas para completar su plato, se voltea hacia a mí – De acuerdo, ya te dije que no te preocuparas – se sienta junto a mí en el mesón - ¿Cómo van los conciertos pendientes? – traga y responde – Como me ordenaste retomaremos tu gira en enero, tendrás mucho tiempo para ti hasta entonces.

Termino de comer y coloco el plato sucio en el lavaplatos – No te preocupes por los platos sucios, yo me haré cargo de eso, tú ve a acostarte hasta que te sientas mejor – se molesta conmigo y dice – ¡Ya te dije que no te preocuparás, estoy bien! – tomo las llaves de mi auto - ¿Segura? – le pregunto, ella amaga lanzarme la empanada que tiene en su mano y dice – No te lanzo la empanada solo porque me quedó rica, pero si vuelves a preguntar definitivamente lo haré – tomo mi teléfono celular – Está bien eso me quedó claro, hay Coca-Cola en la nevera, nos vemos más tarde – ella voltea a verme desde la silla mientras abro la puerta – Ve con cuidado – dice, le guiño el ojo y le digo – Siempre – luego abandono mi residencia y me monto en el auto, mientras lo estoy abriendo recibo una llamada observo la pantalla del teléfono, es mi padre.

Contesto el teléfono – Bendición, ¿Qué sucede? – escucho su voz desde el otro lado – Dios te bendiga, vamos a empezar a jugar sin ti, apresúrate – observo mi alrededor y le digo – Descuida, ya voy en camino, es que Katherine se tardó con el desayuno – espero que se crea lo del voy en camino - ¿Por qué me da la impresión de que no has salido de tu casa? – me río – Apresúrate, estamos esperando por ti – me monto en el auto mientras le digo – Voy saliendo, no te preocupes – se despide de mí antes de colgar la llamada, enciendo el auto y acelero hasta la entrada, el vigilante abre el portón y salgo tan rápido como una bala para no tardar mucho más tiempo en llegar.

2

Llegué a tiempo al estadio, estoy sentado esperando mi turno al bate mientras mi padre pichea, uno de mis primos que es beisbolista profesional está sentado junto a mí – Hay un hueco por primera, deberías batear por allí – lo miro y le digo – Lo intentaré, sabes que soy malo para esto – él se ríe y me contesta – Lo sé, por eso te lo estoy diciendo – otro de mis primos que está al bate logra pegarle a la bola y llega a primera base quieto – Es mi turno – le digo a mi primo mientras me levanto y camino hacia el campo, tomo el bate y me preparo, mi padre lanza la bola y paso el swing, pero resulta en mi primer strike. Miro a mi padre fijamente, se prepara para lanzar nuevamente, lanza y vuelvo a hacer swing, haciéndome el segundo strike. Me preparo nuevamente y lanzo un largo suspiro, mi padre se prepara para lanzar, lanza y esta vez logro pegarle a la bola, esta pasa por el hueco entre primera y segunda base, logro llegar a primera base, uno de mis primos que está cubriendo intenta agarrar la pelota, pero se le va y aprovecho el momento para llegar quieto a segunda base.

La Melodía del Amor 2: Los Acordes del OlvidoWhere stories live. Discover now