La Melodía del Amor 2: Los Acordes del Olvido

Capítulo XI: El Plan

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7 de mayo de 2022

7:00 AM

Estoy con un vendaje en la cabeza y alguna que otra gasa en mis brazos me encuentro sentado en la sala de espera del hospital, junto al quirófano de emergencias, han pasado varias horas desde que metieron a Freddy y a Kat al quirófano hasta que finalmente el doctor sale - ¡Doctor! ¿Cómo se encuentran? – sonriendo me responde – Tardamos mucho, pero ambos están fuera de peligro, logramos suturar las heridas de tu amiga y además le pusimos un yeso en ambas piernas, la caída de la pared casi le trituró los huesos por suerte el daño tenía reparación, si guarda el reposo correcto estará corriendo dentro de dos meses más o menos, todavía sigue inconsciente, me temo que no despertará hasta esta noche quizás – Suspiré, fue un gran alivio escuchar eso - ¿Y Freddy? – le pregunto – Él se encontraba mucho más grave, de hecho me sorprendió que siguiera consciente, los vidrios no dieron en ningún órgano vital así que fue fácil removerlos, en cuanto a su quemadura, probablemente le quede una débil cicatriz, subiremos a ambos a la habitación en unos minutos, ahora si me disculpa, Señor Martínez tengo más pacientes que atender – El doctor se marcha sin decir otra palabra.

Stefany, Cheche y Diego llegan juntos - ¡Andrés! – grita Stefany y corre hacia mí lanzándose encima con un fuerte abrazo - ¿Cómo estás? – pregunta Diego – Estoy bien – le digo - ¿Katherine? ¿Freddy? – Me siento nuevamente y le respondo a Diego – Están fuera de peligro – Diego suspira y luego Cheche me dirige la palabra – Venimos tan pronto escuchamos las noticias – lo miro y le pregunto - ¿Cuál fue la cifra oficial de heridos y muertos? – Es Stefany la que responde – No lo sabemos, estamos aquí desde anoche, no nos dejaron entrar hasta que comenzó el horario de visita – ahora soy yo quién suspiro cerrando los ojos y llevándome las manos a la cabeza – No pienses en eso – dice Diego, luego Cheche habla – Iré a la cafetería, ¿Quieren algo? – Saco la tarjeta de mi cartera mientras digo – Si, por supuesto, compra el desayuno para todos, yo invito – Sonriendo responde – Está bien, volveré enseguida – Cheche se marcha.

¿Cómo están los demás? – Me encorvo sosteniendo el mentón con mis manos, estoy algo cansado, tengo ojeras – María está en la habitación, está enyesada de una pierna, no tiene heridas de mucha gravedad, mi padre está en la misma habitación, tiene quemaduras en toda su espalda y parte de sus brazos, debe estar durmiendo, junto con ellos está una chica llamada Megan y un hombre de apellido Schmidt, estamos todos en la misma habitación y a esa misma habitación llevarán a Freddy y a Katherine, en cuanto a mí, no pude dormir en toda la noche – Bostezo y luego prosigo – Entre nosotros el único que murió fue el superior de María y los únicos que estamos "ilesos" por así decirlo, somos Megan, el señor Schmidt y yo – Diego toma la palabra – Leo me escribió, al parecer las noticias llegaron a Medellín, dijo que saldría hoy en un bus junto con Jackson hacia acá – les dirijo la mirada a ambos – Perfecto, chicos creo que lo mejor será que se vayan con Leo, no están seguros aquí, les suplico que por favor se marchen, no quiero que ustedes terminen como Katherine y Freddy... o como Daniel – una lágrima recorre mi mejilla – No quiero volver a ver morir a un hermano.

Stefany me abraza fuertemente y Diego lo hace disimuladamente – No te preocupes, en esta ocasión te haremos caso, nos iremos con Leo y Jackson – me dice Stefany al oído, el teléfono de Stefany suena, le llegó un mensaje – Cheche quiere que vayamos a la cafetería, nos está esperando – Diego me tendió su mano y me ayudó a levantarme de la silla, luego de eso comenzamos a caminar los tres hacia la cafetería. Mientras desayuno con los muchachos recibo una llamada de un número que no tengo registrado, es Megan – Oye, Idiota, te necesitamos en la habitación – reconocí su insulto - ¿Cómo obtuviste mi número? – No le da importancia a mi pregunta y corta la llamada, miro el teléfono mientras digo entre dientes – esta malparida – mientras come su empanada, Stefany me pregunta - ¿Qué dijiste? – sonriendo le digo – No es nada, me necesitan en la habitación, volveré enseguida – Me levanto llevándome la última empanada de mi plato conmigo para comérmela por el camino.