La Melodía del Amor 2: Los Acordes del Olvido

Capítulo XVI: Los Demonios del Amor y La Felicidad

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Andrés

Voy caminando lleno de ira hacia afuera de la Base Naval donde está mi auto, Megan está persiguiéndome, escucho su voz a mi espalda - ¡Oye idiota! – hago caso omiso y vuelvo a escucharla - ¡Oye! – sigo sin prestarle atención - ¡Te estoy hablando! – continuo sin prestarle atención, solo quiero llegar a mi auto, ella me detiene con una suave patada a la parte trasera de mi rodilla que me derriba, me levanto furioso del suelo - ¡¡Se puede saber ¿cuál es tu maldito problema?!! – grito lleno de ira - ¡Eso te pregunto a ti! – responde al igual que yo, a través de un grito - ¿Perdón? ¡Hasta dónde yo sé! ¡Yo no ando golpeando a las personas! – ella intenta cruzar miradas, pero no lo permito, yo se la esquivo mientras la oigo – Bueno ¡Y hasta dónde yo sé! ¡La razón de tu enojo no es culpa mía! – ella suspira y luego dice un poco más calmada – Mírame a los ojos cuando te hablo, grandísimo idiota – sigue intentando cruzar miradas conmigo, pero sigo sin permitírselo - ¡Qué me mires! – con su mano derecha toma mi mentón y obliga a que cruce miradas con ella.

Me mira fijamente con sus hermosos ojos verdosos, no sé qué está intentando hacer con esto – Así que esta es la manera como arreglas tus malditos problemas, ¿ah?, simplemente si hay algo que te molesta te enojas con todo el maldito mundo y huyes de la realidad, ¿y qué sigue?, dime, ¡no espera!, ya lo sé, tomas la primera botella de ron que encuentres y la bebes a fondo sin importar qué – Pareciera que estuviera regañándome por mi forma de actuar, ¿Por qué lo hace?, ¿qué le interesa a ella eso?, pero tiene razón – Lo sabía, eres tan predecible, eres cómo el resto de las personas que habitan este planeta, yo también estoy molesta con ese hombre por haber ocultado algo como eso, ¿crees que voy a alejar a mis amigos y familia de mí por eso?, ¿Qué me voy a esconder de la sociedad para fingir que nada de esto ocurrió? – Antes de que pueda seguir hablando, la interrumpo – No – digo y luego muy cortantemente agrego – No lo harás, porque no tienes amigos, ni familia, eres una asesina, lo único que haces es... es quitarles a los niños pequeños sus padres – ella calla.

Sus ojos la delatan, tras mis palabras ella solo quiere llorar, me suelta el rostro y comienza a señalarme con su dedo índice – Retira tus palabras – niego con la cabeza – Retira tus malditas palabras, Andrés – insiste y vuelvo a negar con la cabeza, luego le digo – No lo haré, enfréntate a tus propios demonios y deja que yo enfrente los míos – me doy la vuelta para seguir mi camino y la escucho nuevamente – No sabes ni una mierda de mí – volteo a verla y le digo – Y tú tampoco sabes ni una mierda de mí – sonriendo de forma sarcástica dice – Wikipedia tiene todo sobre ti – vuelvo a caminar y le digo – El internet miente – luego de eso me responde tocando el tema tabú para mí - ¿Ah sí?, ¿entonces es mentira que hace tres años terminaste con una bailarina y caíste en una fuerte depresión? – me volteo furioso y regreso a donde está ella – Cállate o... – antes de que pueda decir otra palabra, me interrumpe frunciendo el ceño y pregunta - ¿O qué?, dime, ¿Qué harás si no me callo en este momento?.

Me mantengo en silencio y la escucho hablar – ¡Dime! ¿Qué harás si no me callo?, ¡ya sé!, irás a ahogarte en ron cómo siempre lo haces cada vez que tienes un problema, he leído mucho sobre ti, tuviste problemas de alcohol y depresión durante mucho tiempo, te apartaste de la sociedad y comenzaste a vivir sólo, y todo porque una mujer te dejó, eres patético ¿lo sabías?, te dieron otra oportunidad de vivir y vuelves a desperdiciarla – Si lo pone de esa forma me siento decepcionado de mí mismo – No fue así – le digo y luego agrego – No todo es tan perfecto como lo pintas, ojalá hubiese sido tan simple, ojalá mi mejor amigo siguiera vivo, ¿quieres que te diga porque tuve problemas de alcohol?, porque cada vez que cerraba los ojos, lo veía, lo veía morir en mis brazos una y otra vez, y solamente el alcohol me ayudaba a dormir, no es porque ninguna bailarina me haya dejado, es porque mi mejor amigo se fue – una lágrima sale de mi ojo.