Hank (+18)

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ADVERTENCIA +18

HankxReader

Las luces del parque aún estaban encendidas, los perezosos rayos del sol apenas se levantaban por entre las ramas de los árboles.

Estabas agachada sosteniéndote de tus rodillas, recuperando el aliento después de una hora corriendo.

Aunque no tenías una excelente condición física, mantenías un ritmo adecuado para tu edad. Vestías un pants azul claro y una camiseta de tirantes blancas, que hacia contraste con tu sostén rosa fucsia que ya se alcazaba a visualizar por el sudor que caía a chorros por tu pecho y mojaba tu camiseta.

Dispuesta a dar una última vuelta para volver a casa, te detuviste en seco, a lo lejos vislumbraste una sombra muy familiar, tu corazón se aceleró, te acercaste lentamente para ver mejor. Aquella ancha espalda cubierta con la chaqueta café mohosa y el cabello gris, era Hank.

Miraste a su alrededor pero no viste a Sumo, te preguntabas que podía estar haciendo allí tan temprano sino era con su perro. Viste que comenzó a caminar alejándose, te apresuraste para saludarlo, al tenerlo a un metro de distancia disminuiste la velocidad pero le seguías de cerca. Hank iba tarareando distraído.

Tragaste saliva – Hola Hank... ¿Qué tal Hank...Teniente? Hola... - repasabas por tu mente aquellas frases, probando cual sonaba menos torpe.

No era un secreto que te gustaba mucho, a pesar de la ligera distancia de edad, Hank te parecía un hombre atractivo, su espalda ancha, su estatura dominante, sus ojos de cachorro ocultos tras aquellas bolsas ojerosas, lo más atractivo de él, eran sus enormes y rasposas manos, te volvía loca el pensar tenerlas entre tus caderas, acariciándote.

Aunque Hank parecía no saber nada de aquello, estabas segura que ya se había dado cuenta, era un perro viejo y astuto, y tú con aires adolescentes de enamorada no ayudaban mucho, por ello habías decidido no acercarte en un buen tiempo, además de que sabias que tenía trabajo a tope con la rebelión de los androides, pero ahora que las cosas se habían calmado, quizás era buen momento de reanudar tus visitas regulares a su casa.

Seguías perdida en el mar de tus pensamientos, hasta que por fin te decidiste como acercarte, el corazón casi se te salía del pecho, respiraste profundo y aclaraste tu garganta para no sonara extraña.

Caminaste casi sin hacer ruido, Hank había dejado de tararear, levantaste tu mano en dirección de su hombro, lo que no te esperabas es que este se detuviera en seco y girara bruscamente hacia ti atrapando tu muñeca con fuerza. Hiciste un gesto de dolor y cerraste los ojos.

¡Mierda! ¿T/N? – dijo Hank mientras te soltaba.

Abriste los ojos y lo miraste, parecía preocupado, tus mejillas comenzaron a tornarse rojas – A que te sorprendí – reíste nerviosa.

¡Vaya que los haz hecho! – dijo en tono molesto.

Yo... lo siento... - bajaste la mirada.

Hank estaba en silencio, de nuevo llevaste tu vista a su rostro, tenía un ligero rubor en su rostro y tenía la mirada hacia otro lugar, como tratando de evitar verte, te preguntabas porque, hasta que recordaste que seguramente ya había notado tu sostén a través de tu camisa.

¿Cómo has estado? – dijo pasándose la mano por la barba.

¿Bien y tú? Hace tiempo no te veía... - cruzaste los brazos para evitarle más incomodidad.

Sabes donde vivo – giro de nuevo su vista a ti.

Si, bueno en realidad quería evitar molestarte, sé que has estado ocupado con lo de los androides – te encogiste de hombros - ¿Te molesta que te visite un día de estos? –sonreíste.

ONESHOTS Detroit: Become Human (Finalizado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora