30 day OTP Challenge

Usando la ropa del otro

Miraculous pertenece a Thomas Astruc y este fic es por mera diversión.

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06. Usando la ropa del otro

Words: 497
Rated: K+

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Adrien a veces agradecía que su padre no estuviera en casa, porque de esa manera podía pedirle a su chica, que pasara la noche con él. Entre los viajes, su trabajo y la poca atención que a veces le daba, había aprendido con el tiempo a lidiar con su guardaespaldas. Y no, nunca irrumpía en su habitación cuando no era absolutamente necesario, por eso mismo es que él también había aprendido a ponerle cerrojo cuando ella llegaba.

Vestida como Ladybug, era mucho más fácil entrar en su habitación, puesto que a través de la ventana ella podía ingresar sin ningún problema. Y cada vez que sus noches se volvían apasionadas, al día siguiente ambos despertaban felices y ella podía andar libremente por la habitación de su ahora novio ―cada vez sentía que su corazón bombardeaba al pensar en esa palabra― y tendía a utilizar la ropa del chico para pasearse delante de él. Sabía que a Adrien eso le encantaba.

―Mi lady ¿Te he dicho ya que te vez fabulosa con mi camisa? ―decía Adrien sentado en su cama.

―Creo que ―Marinette se llevó una mano al mentón imitando una pose de pensamiento―, pues hoy, muy pocas veces.

Adrien sonrió y se acercó a ella que estaba sentada a la orilla de la cama, para robarle un beso.

―Luces perrrrfecta.

Marinette le siguió el juego de besos, pero tuvo que detenerse de golpe cuando sintieron que golpeaban la habitación del rubio.

―Dijiste que tu padre no llegaría hasta la noche.

―Eso creí ―tragó saliva y miró a Marinette―. Mi lady, lo siento.

Ella ya sabía el código, y fue corriendo hasta el baño ―tomando todas sus cosas― para encerrarse y esperar que se fueran de la habitación.

Escuchó toda la conversación que tenía con Nathalie, la secretaria de Gabriel, sobre sus siguientes fotografías y los horarios de sus clases de piano que había ordenado su padre. Adrien bufó como siempre, con el correr de los años aún seguían siendo tan aprensivos con el chico. Marinette entonces salió de su escondite, y Tikki quien la acompañaba en ese momento, estaba lista para unirse a su amiga y transformarse en Ladybug.

―¿Te vas? ―preguntó tristemente.

―Tienes que hacer tus cosas Adrien, no quiero que te retrases, y así evitas tener problemas con tu padre ―dijo la ojiazul dándole una caricia en su rostro.

Adrien bajó sus hombros derrotados acercándose a Marinette, que estaba justo al lado de la ventana, para despedirse de ella con un beso en sus labios.

―Hey ―dijo de pronto, con una sonrisa pícara― ¿Te llevas mi camisa puesta?

―Puedes pasar a buscarla a la noche, gatito ―le guiñó un ojo.

El chico sonrió, y Marinette, esta vez transformada en Ladybug, saltó a la ventana para despedirse de él y dejarle la invitación abierta para que él esa noche fuera a su casa, específicamente a su balcón a buscar lo que le pertenecía.

Adrien anhelaba terminar pronto sus quehaceres para ir a visitar a su bogaboo.