El sol estaba siendo devorado por las montañas en el horizonte mientras Loki corría por el jardín intentando atrapar los copos de nieve que Alan hacía levitar.
Aquel sueño sobre mi muerte no me había dejado en paz en todo el día.
Algo que Loki pudo sospechar; dejó de jugar y se acercó a nosotros, recostándose en el suelo entre ambos.
-¿No se supone que tienes que ir a casa de Sam?- preguntó Alan mirándome.
-Sí- dije desanimado-. Se supone que debo estar ahí. ¿Vienes conmigo?
-La verdad es que estoy muy cansado- se excusó mientras se ponía de pie-. Hoy corrimos como caballos en gimnasia.
-Bien. Entonces, nos vemos luego.
En la calle del vecindario hacia más frío de lo habitual. Lo que me puso más nervioso de lo que ya estaba. Hasta que por fin llegué a casa de Sam. Fui al jardín, donde Khara estaba haciendo algo parecido a una doble hélice alrededor un hombre, el cual la miraba a ella con expresión de súplica.
Aquel tipo comenzó a convulsionar al tiempo que un cuerpo morado, casi gris, salía por sus ojos y boca, mientras se despegaba de su cuerpo como si fuera un tipo de gelatina.
El hombre cayó inconsciente mientras el espíritu intentaba escapar de su jaula en forma de espiral.
Michael continuó con el trabajo de Khara en cuanto ella se lo ordenó. Él comenzó a mover las manos haciendo una espiral con cada una.
-Comienza a hablar- exigió Said.
-Yo...- el demonio cayó de golpe en cuanto el agua se iluminó de manera ascendente-. No sé nada ¡Déjenme ir!
-Escupe los que sabes- ordenó Khara-. O despídete de tu existencia.
-¡No sé nada!- el grito del ente retumbó por todo el jardín- Por favor. No tengo idea de lo que quieren.
Ya no era una voz imponente la del espíritu, sino un sonido apenas audible.
Cuando dejó de moverse pude identificar, más o menos, su forma física: parecía un orangután de la cintura para arriba; y a medida que bajaba su cuerpo se iba desvaneciendo en el aire.
-Así que, ¿estos son los demonios?- entré en el campo de percepción de todos los presentes. Incluso el fantasma se sorprendió.
-Hola, Aaron- saludó Khara con un suspiro.
-¿No les parece que está sufriendo?- pregunté de manera retórica.
-Por algo se llama tortura- respondió Said con ironía.
-Y lo torturan porque...
-Hay una gran cantidad de demonios en esta ciudad- explicó David-. Sabemos que tú eres su principal motivo. Pero creemos que no vienen solo para encontrarte.
-¿Y por qué querríamos a un humano que no sabe nada sobre nuestro mundo?- preguntó el espíritu.
-Porque él no es un humano común- soltó Michael-. ¿Cuándo fue la última vez que viste a un AATI?
-Hace más de veinte años que no sé nada de él.
-Aquí me tienes- dije con aire de superioridad.
-¿¡Eres tú!?- exclamó el espectro.
-Ya somos dos los que no podemos creer en la idea de que nos salves- dijo Said cerca de mí.
-Sí- dije frustrado-. Yo soy su gran salvador- dije señalando a las cinco personas que había en el jardín-. Y quiero saber lo que ellos te quieren sacar.
-Como ya les dije: yo no sé nada. Ni siquiera vine con ellos.
-¿A qué te refieres con eso?- preguntó el cuarto chico, a quien no había conocido.
-Llegué a esta ciudad hace un tiempo- dijo el prisionero-. Luego de haber sido transformado por Tenebrae.
-Creí que él los controlaba a todos ustedes- habló Khara.
-Al principio, sí. Vine a esta ciudad estando bajo su control. Pero logré liberarme de sus ataduras y recuperé mi conciencia. No me pregunten cómo lo hice, porque no lo sé. En fin, viajé por la ciudad buscando un cuerpo. Me detuve frente a una casa de la cual salían muchas personas vestidas de negro. Entre ellas había un hombre vestido de manera casual; desentonaba totalmente.
» Nadie podía verlo, y él lo sabía, porque no hacía el intento de comunicarse con nadie. Hizo un giro de 180 grados y vio hacia mi dirección. Apareció a mi lado y supe que era el alma de alguien. Imagino que me vio como el ángel de la muerte porque me dijo: 'Estoy listo'. Me tomó un tiempo averiguar a lo que refería. Cuando comprendí, le propuse devolverlo a la vida.
-¿Los espíritus pueden hacer eso?- preguntó Said.
-Solo si nos fusionamos con el alma del difunto- explicó el ente-. Lo cual es un proceso difícil y peligroso para ambos. Aun así, me propuse a seguir con el plan de habitar dentro de este hombre. Como saben, lo logré. Y, antes de que me exorcizaran, vivía la vida normal de una persona común y corriente.
-¿Cómo sabemos que no estás mintiendo?- objetó Said.
-Yo le creo- afirmé.
-Yo también- dijeron David y Michael al unísono.
Khara pensó un rato mientras paseaba por el jardín. Yo solo mantenía mi vista fija en la doble hélice que rodeaba al alma, y entonces, una visión paso rápidamente por mi cabeza.
Comuniqué lo que había visto a Khara y me dio la razón.
-Bien amigo- dijo ella-. Te creo.
-Entonces, ¿me dejaran ir?
-No- miró a Michael y el agua brilló de nuevo. El fantasma no dijo nada. Se quedó quieto para recibir el merecido que, él creía, iba a tener.
Michael detuvo el avance del brillo a la altura de mis hombros, lo que aproveché para poner mi mano en una de las líneas de agua y concentrar toda mi energía en ella. La luminiscencia continuó creciendo y pude sentir algo como una conexión entre el espíritu y mi alma.
Comencé a ver auras. Y cuando toda el agua brillaba de color amarillo, el color del ente ya no era morado y azul oscuro, sino que era azul claro, con líneas verdes por todo el cuerpo.
La oscuridad de la noche fue expulsada del jardín de Sam, por la gran cantidad de luz que la transformación generó.
Después de un momento, el agua se fue desvaneciendo en puntos amarillos en el aire mientras el orangután azul volvía al cuerpo del hombre.
Esperaba desplomarme sobre el frío pasto, pero no me inmuté. Simplemente me mantuve de pie como si nada hubiese sucedido.
-¡Eso fue increíble!- gritó David.
-Sí que lo fue- dijo Said pensativo- ¿Cómo lo hiciste?
-Créeme que no tengo la más mínima idea.
-Entonces- dijo Khara-, ¿Qué hiciste?
-No lo sé- respondí aturdido-. La idea solo vino a mí. Como si estuviera dispersada en el aire, y se condensara de repente en mis pensamientos.
-¡Vuelvo a ser yo!- exclamó el hombre levantándose lentamente el suelo.

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Balance
Hayran KurguEn sangre pura deberá descansar el espíritu de su inminente fusión. Un hombre o mujer humilde será su morada. Dedicando toda su vida a ayudar a otros. Un corazón puro que guardará sus almas. Creando, así, al guardián del equilibrio. Idea origi...