The great Hyunjin-Man! [ Hyunjin SK]

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¿Que si estaba furioso? ¡Por supuesto que lo estaba! Había quedado lleno de virutas de cereal gracias a la grandiosa idea que a maraña de pelos se le había ocurrido en el autobús.

—¡Lo siento, lo siento!— era lo que decía la castaña mientras intentaba sacudir el cabello del pelinegro una vez que bajaron del autobús y llegaron al estacionamiento de la escuela, pero Hyunjin apartó sus manos con brusquedad, era más que obvio que el chico estaba exasperado.

—No me molestes, maraña de pelos— soltó con el ceño fruncido mientras pasaba a lado de Eileen golpeando su hombro para caminar a la entrada del instituto.

A Eileen no le molestó escucharlo decir aquellas palabras, más bien se molestó por la torpeza que ella tenía, se dio unos golpecitos en la cabeza maldiciéndose a ella misma y a su gran torpeza, ¿A quién se le ocurre comer cereal en el autobús sabiendo que el camino a la escuela está lleno de topes? 

¡A la torpe de Eileen, por supuesto!

Se apresuró a llegar al interior del instituto cuando se percató que nadie más que ella quedaba fuera de las instalaciones del lugar, seguramente llegaba tarde a su primera clase, como ya era costumbre.

[...]

Hyunjin se sacudió molesto unas cuantas virutas que quedaban en su hombro, el profesor tenía unos cuantos minutos que había llegado y sin embargo todo el salón estaba hecho un desastre, >>¿Qué acaso ese sujeto no sabía cómo dar su estúpida clase?<< Bufó Hyunjin, pensando aquello mientras recargaba su barbilla en el puño de su brazo.

Cuando la clase finalmente comenzaba a guardar silencio y el profesor se disponía a comenzar su clase fue interrumpido por la presencia de Eileen en la puerta. Hyunjin la miró discretamente a comparación de todos los demás en el aula, quienes reían y la miraban abiertamente.

La castaña sonrió con nerviosismo al ver que sí, había llegado tarde a su primera clase incluso si había tomado a tiempo el autobús y había bajado al mismo tiempo que todos los demás, incluso notó la presencia de Hyunjin, ¡Él y ella habían bajado al mismo tiempo y aun así él había llegado a tiempo! 

¡Genial Eileen!

Se aclaró la garganta y se dispuso a pedir permiso para pasar, pero el profesor se adelantó y le dijo lo que ella iba a preguntar, la había mandado a callar prácticamente, pero quién no lo haría, el pobre sujeto estaba harto de no poder empezar su clase y la torpeza de Eileen no lo ayudaba.

Se apresuró a entrar al salón y de inmediato encontrar un asiento libre, cuando lo hizo se adentró a las hileras de asientos para llegar hasta el que estaba libre, pero en el camino su pie tropezó con la pata de otro asiento haciéndola caer al suelo y llenando el salón de risas, incluso el propio Hyunjin río por unos segundos, claro que no por la caída de la chica sino por la torpeza que esta poseía para todo, algo que ya se sabía que era recurrente.

El profesor le pregunto desde su asiento si se encontraba bien a lo que la castaña le respondió con un sí más que seguro y reíendo al igual que sus compañeros. A Eileen no le molestaba ser torpe, excepto cuando aquella torpeza le generaba grandes problemas, era allí cuando realmente odiaba ser como era. Pero normalmente aquello no ocurría, ella era chica de evadir problemas y estar tranquila, de traer curitas en la mochila y sacudirse las rodillas cuando se caía.