Aquella mañana, el cielo despertó completamente encapotado. En la noche había llovido tantísimo que todavía olía a hierba mojada y había caracoles por todas partes.
Tras una ola de calor que se había alargado demasiado, tras las precipitaciones la calma parecía haber vuelto. Las temperaturas que habían rozado los cuarenta grados habían descendido hasta quince grados en algunas zonas.
Ho Seok no podría haberse despertado con más energía ese día. Con sus shorts diminutos de deporte y una camiseta de tirantes larguísima, que le tapaba los pantalones y que Chang Kyun odiaba, porque disimulaban el precioso trasero que aseguraba que tenía Ho Seok (y, encima, era traicionera, porque no había nada más injusto que buscar levantársela para disfrutar de las vistas que Ho Seok en ropa interior ofrecía y encontrarse que él se había puesto algo encima), a Ho Seok le parecía un milagro que fuesen las cinco de la tarde y no estuviera sudando como si estuviese en el mismísimo infierno.
Saltando el muro de casa de Chang Kyun sin ningún tipo de esfuerzo y sin importarle que hubiera algunos vecinos tirando la basura a unos pocos metros, se quedó muy sorprendido cuando la perra de la familia fue a recibirle corriendo. Hacía días que tenía que ir a buscarla porque ella estaba sufriendo también los efectos del calor y solo quería tumbarse en algún sitio donde se estuviera un poco más fresco y olvidarse de que el mundo existía.
—Hola, Rose —le dijo, y ella no necesitó nada más que esa provocación para subirse encima de él y buscar su cara para lamérsela.
Tras saludarla de forma efusiva, darle mimos y acabar lleno de babas, su intención de adentrarse en la habitación de Chang Kyun se vio frustrada cuando Chang Kyun salió por la puerta. Estaban armando tanto follón que era imposible no haberse dado cuenta de que a Ho Seok se le había ocurrido la brillante idea de entrar sin picar. Otra vez.
—Tengo timbre para algo. Lo sabes, ¿verdad?
Pero Ho Seok no respondió. No porque la pregunta de Chang Kyun resultara complicada o sus palabras le hubieran conmovido tanto como para dejarle sin habla, no. Se trataba de otra cosa. Y es que Chang Kyun, que se había pasado toda la semana anterior en ropa interior, poniéndose con suerte unos pantalones cortos, y solo casi si le obligaban, llevaba una camiseta de manga corta y unos pantalones largos.
—¿Cómo vas vestido así?
—Tenía frío, ¿qué es tan sorprendente?
—Que tengas frío, eso es lo sorprendente.
Chang Kyun rodó los ojos y volvió a adentrarse dentro de la casa, cerrando casi de un portazo y dejando confuso además de dolido a Ho Seok.
—¡Pero no huyas!
Corrió detrás de él, abriendo la puerta de la casa con prisas, y le atrapó todavía en el recibidor.
Chang Kyun, tras un suspiro largo y con los brazos cruzados, se dio la vuelta y observó a Ho Seok, a medio metro de él todavía.
—Eres tan tonto que ni eso vas a aprovechar para decirme que, si quiero, ya me calientas tú.
Poniéndosele la cara toda roja a Ho Seok y una expresión de entero espanto, llevó con rapidez sus ojos al salón. ¿Cómo se le ocurría a Chang Kyun decir aquello en voz alta como si nada? ¿Había perdido la cabeza?
—Estamos solos, puedo decir ese tipo de cosas en voz alta, no te preocupes.
Sin esperar una respuesta ni dejar reaccionar a Ho Seok, se encaminó por el pasillo hasta su habitación, obligando a Ho Seok a seguirle, aunque a una distancia prudencial porque Chang Kyun parecía estar, como mínimo, molesto, y él no quería perturbarle de más. Quizá la respuesta inteligente era marcharse y dejarle solo, pero no pudo más que pensar que, si de verdad Chang Kyun no estaba enfadado con él, lo único que lograría con eso sería que terminase haciéndolo. Posiblemente, incluso si estaba enfadado con él, marcharse hubiera sido la peor idea que podría haber tomado.
De ese modo, se asomó (con cuidado de no hacer demasiado ruido) al cuarto de Chang Kyun y se lo encontró sentado en el sofá, con el teléfono entre las manos y sin prestar atención alguna a Ho Seok.
Ho Seok se sintió idiota por estar allí.
Tragando saliva, se acercó un poco y terminó por sentarse en el suelo frente a Chang Kyun, para acabar apoyando la cabeza sobre las piernas de él. Cuando Chang Kyun posó la mano sobre su cabeza, Ho Seok suspiró con alivio.
—¿Estás enfadado, Kkukkungie?
Chang Kyun negó, antes de resoplar y arrojar el teléfono sin bloquear al otro extremo del sofá.
—Cualquiera lo diría... —prosiguió Ho Seok, viendo la respuesta que obtuvo.
Ho Seok alzó la mirada para verle y Chang Kyun se sintió como un idiota por estar portándose de esa manera. Metiendo sus dedos entre los cabellos de Ho Seok y acariciándolos y peinándolos sin prisa ninguna, al final deslizó su mano hasta una de sus mejillas y se inclinó para besarle la frente.
—No tiene nada que ver contigo, cariño. No te preocupes.
Volvió a incorporarse y Ho Seok suspiró mientras bajaba la cabeza de nuevo y se acomodaba mejor sobre los muslos de él. No era lo mismo que hacerlo sobre la piel desnuda de Chang Kyun, pero si él tenía frío, Ho Seok no le iba a pedir que se los quitara solo porque él estuviera más cómodo apretando su mejilla sobre las piernas desnudas de Chang Kyun.
—Pero te tiene mal igual —murmuró Ho Seok—. ¿De verdad no vas a contarme qué te pasa?
Él negó con la cabeza, mientras volvía a la tarea de acariciarle el pelo a Ho Seok, peinándole despacio, con cuidado, premura y cariño. Ho Seok cerró los ojos y se preguntó si no habría un lugar mejor para dormir que no fueran los muslos de Chang Kyun.
—Solo quiero quitármelo de la cabeza y no darle más vueltas —le dijo.
Ho Seok asintió muy despacio y formó un gruñido entre los labios que pretendía sonar como una afirmación. Los ojos de Chang Kyun abandonaron la ventana de su cuarto y bajaron hasta la cabeza de Ho Seok. Le robó una sonrisa verle dormitando sobre sus piernas.
—¿No estás incómodo ahí sentado en el suelo?
Sin abrir siquiera los ojos, Ho Seok negó con la cabeza.
—Quiero quedarme así para siempre.
Chang Kyun no respondió, incluso se mordió los labios para no acabar por emitir un suspiro que rompiese la burbuja de tranquilidad en la que habían acabado instalándose.
Guardándoselo para sí, se preguntó si había alguna posibilidad de que ese deseo de Ho Seok se volviera realidad.
Me ha avisado el calendario de que tenía que subir capítulo y he venido aquí a mirar qué se suponía que tocaba porque ya ni sé qué tengo en borradores y mucho menos en qué orden.........buscadme ayuda profesional por fa.
En fin.
Dato random que explica que actualice a estas horas aunque escribí esto hace cinco semanas... Estoy adaptando un fic que escribí a principios de año (agridulce como él solo pero soft igual) para, de AU de BTS (no soy ARMY but una de mis mejores amigas sí y a veces por los cumpleaños de la gente de hacen sacrificios¿), convertirlo en un Wonhyuk. Y es un espectáculo. Nunca pensé que transformar a Jin en Wonho pudiera ser tan sumamente raro¿
Ya os avisaré cuando lo suba porque no tiene desperdicio.
En fin, después de ese dato random... Solo a mí me da la sensación de que estoy actualizando muy seguido...?
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Summer Time » Wonkyun. MONSTA X
RomanceEn la casa de Chang Kyun había una ventana que no cerraba y por la que Ho Seok aprovechaba para colarse, con la intención de meterse en su cuarto y acaparar su sofá. Chang Kyun solía decir que lo odiaba, pero hay mentiras que por mucho que se repit...