Distancias largas #23

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Ho Seok rodó los ojos y suspiró por séptima vez en la última hora. Hacía tiempo que había dejado de buscarle la lógica a las cosas cuando se trataba de Chang Kyun, pero seguía sorprendiéndose de la cantidad de situaciones surrealistas a las que Chang Kyun terminaba arrastrándole.

Él estaba sentado al borde de la cama, con el teléfono entre las manos y cotilleando su inicio de Instagram tras haber subido un par de selfies. Las selfies las había escogido de entre las cincuenta y tres fotos que se había hecho poco antes, mientras Chang Kyun hacia cosas raras entre sus piernas.

Cosas raras por llamarlo de alguna forma, porque Ho Seok no entendía cómo había acabado sin pantalones en la habitación de Chang Kyun, con las piernas abiertas y él de rodillas entre ellas, lamiéndole los muslos, succionándole la piel y clavando sus dientes. Sin ningún motivo en concreto.

No se iban a acostar, ni Chang Kyun quería acostarse con él. Solo estaba haciéndole chupetones cerca de las ingles porque sí.

—Por vigésimo tercera vez, Im Chang Kyun, que voy a estar en Corea tres días, no tres semanas.

Llevó la mano a su pelo y Chang Kyun, al cabo de unos segundos, separó los labios de la ingle de Ho Seok, tras haberle dejado un bonito chupetón. Hacer eso no resultaba fácil, ya que Ho Seok estaba duro por todos lados, pero Chang Kyun era terco.

—Ya son cuatro días que no me vas a ver. Necesito que te lleves un recuerdo mío. Quiero que cada vez que te desnudes veas las marcas que te he dejado, así te masturbas pensando en mí.

—Sí, y voy a pasar uno de esos cuatro en un avión yendo y volviendo. Y voy porque tengo cosas que hacer, no por ocio. ¿Crees que tendré tiempo de toquetearme?

Chang Kyun se rio, poniéndose de pie poco a poco. Apoyó las manos a sobre el colchón, a ambos lados del regazo de Ho Seok.

—Creo que eres experto en sacar tiempo de donde no lo tienes para hacer cochinadas, Hoseokie.

Él hizo una mueca y terminó suspirando.

Apoyándose en sus propias manos, Ho Seok movió sus caderas hacia adelante, hasta pegarse al cuerpo de Chang Kyun. Le puso las manos en la cintura, y se arrimó todavía más.

—Entonces déjate de marcas y tonterías y fóllame bien. Déjame tan exhausto como para que se me bajen las ganas hasta que vuelva. Me tengo que ir al aeropuerto en tres horas y te has pasado la última media babeándome las piernas. Por favor, Chang Kyun.

Chang Kyun llevó sus manos sobre las suyas y las apartó de su cuerpo.

—No —respondió, tajante—. Quiero que te masturbes pensando en mí.

Ho Seok rodó los ojos y negó con la cabeza.

—¿Por qué eres tan terco?

—No soy terco, tú eres idiota. ¿Qué quieres? ¿Que aprovechemos estas tres horas para tener una sesión de sexo larguísima que te deje el cuerpo destrozado? ¿Para luego pasarte quince horas sentado en un avión? ¿Es que eres masoquista?

—Vale, vale. Nada de sexo por ahora. Pero ¿por qué me tengo que masturbar pensando en ti? ¿No nos podemos esperar a que vuelva? Si tan salido crees que estoy, voy a estar muy necesitado cuando vuelva, ¿no te da más morbo eso? Podemos tener sexo telefónico incluso. No sé, hay mil opciones, ¿por qué algo tan simple?

Chang Kyun se preguntó por qué Ho Seok siempre tenía que hablar tanto, por qué tenía que hacer tantísimas preguntas. No entendía qué de difícil tenía cumplirle los caprichos de vez en cuando sin buscar una explicación a ellos.

—Porque me pone la idea de imaginarte al otro lado del globo tocándote, lleno de marcas mías y mientras piensas en mí. ¿Es tan complicado de entender?

Tras un suspiro, Ho Seok quiso responderle que sí, que sí que era tan complicado de entender. Seguía pensando que, si Chang Kyun no quería esperar (y no porque fuese incapaz de estar pocos días sin acostarse con él sino porque le ponía que hubiera distancia entre ellos), no se le ocurría una mejor idea que recurrir al sexo telefónico. Sería lo mismo pero Chang Kyun sabría qué había ocurrido. Sin embargo, Chang Kyun siempre terminaba haciendo de las cosas más simples algo excesivamente complejo. Era como una costumbre que tenía y que en ocasiones resultaba tierna, pero en otras carecía de sentido totalmente.

Lo peor de todo aquello era que Ho Seok sabía que, si volvía de Corea sin haberse masturbado como él quería, Chang Kyun se enfadaría con él.

—Vale, lo entiendo. Y, ahora que has terminado de destrozarme las piernas... ¿podemos hacer algo productivo juntos estas últimas tres horas que nos quedan juntos antes de que me lleves al aeropuerto? Te voy a echar de menos aunque sean solo cuatro días.

Le miró con pena, y Chang Kyun acabó sujetándole las mejillas y dándole un beso corto en los labios.

—Está bien —respondió, sacándole una sonrisa de alivio a Ho Seok—. Pero primero quiero marcarte los pezones también.

Ho Seok quiso pegarse un tiro.

Dejándose caer a plomo hacia a un lado de la cama para acabar tumbado, dejó que Chang Kyun hiciera lo que quisiera con él. Que le tumbara boca arriba, que se colara entre sus piernas y le levantara la camisa para clavarle los dientes en sus pectorales.

Se preguntó qué clase de persona habría sido en otra vida para merecer a alguien tan raro como Chang Kyun.

Se preguntó qué clase de persona habría sido en otra vida para merecer a alguien tan raro como Chang Kyun

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Este es de mis capítulos favoritos xDDDD

Changkyun siendo random es el mejor Changkyun.

Summer Time » Wonkyun. MONSTA XDonde viven las historias. Descúbrelo ahora