Ho Seok había perdido ya la cuenta del rato que llevaban allí. Quizá dos horas, quizá tres, no estaba seguro del todo. Chang Kyun había terminado tumbado en un banco, boca arriba y con la cabeza sobre el regazo de Ho Seok, jugando a la consola a la par que usurpaba el único enchufe que había en toda la planta de arriba de ese restaurante de comida rápida.
Estaba ocupando al menos tres mesas, pero el local estaba prácticamente vacío, solo había quizá diez personas distribuidas en tres grupos.
Chang Kyun pensó que, si el restaurante se llenaba, entonces dejaría de actuar como si estuviera en el salón de su casa. Mientras, qué más daba. No molestaba a nadie.
Ho Seok le acercó una patata a los labios y él pronto abrió la boca para poder comérsela. Chang Kyun odiaba comer mientras jugaba. No quería coger comida con las manos y luego llevarlas a la consola. Si de por sí ya odiaba la sensación de tener las manos grasientas, aún más si acababa traspasándolo a algún otro sitio. Sin embargo, si era Ho Seok el que le daba de comer mientras él se entretenía con la consola, estaba bien.
Así llevaban la última media hora. Ho Seok estaba sentado delante de la mesa comiendo tranquilamente y Chang Kyun encima de su regazo dejándose alimentar mientras jugaba.
Al poco, Chang Kyun gruñó molesto a la par que hacía un puchero.
—He perdido, te toca —le dijo a Ho Seok—. Pero lávate las manos primero, por favor.
Ho Seok, que estaba limpiándose los dedos con una toallita húmeda justo mientras Chang Kyun hablaba, aún masticando como estaba, colocó sus manos sobre la cara de Chang Kyun para enseñarle lo que hacía.
—Está bien —susurró Chang Kyun.
Tras acabar de dejar sus manos limpias, Ho Seok alcanzó la consola y entonces Chang Kyun se incorporó y pasó por encima del cuerpo de Ho Seok. Se acomodó en la esquina que estaban, apoyando la espalda en la pared mientras le subía a Ho Seok las piernas sobre una de ellas.
—Va, acábate el bocadillo, Kkukkungie, que no se puede enfriar pero al final no te lo terminarás, y no te he invitado a comer para que te dejes la comida en el plato.
Chang Kyun terminó por hacer un puchero y obedecer a Ho Seok. Cortó un pedazo con un cuchillo mientras sujetaba en bocadillo únicamente con dos dedos que hacían de pinza y luego se lo llevó a la boca. Le quedaba la mitad todavía mientras que Ho Seok ya se había terminado su propio plato y gran parte de las patatas de Chang Kyun que a él no iban a entrarle en el estómago.
Comió un par de trozos más y después se acercó a mirar cómo jugaba Ho Seok, rodeándole por debajo de los brazos y apoyando la cabeza en su hombro. Ho Seok estaba en la parte del nivel donde a él le habían matado, pero, a diferencia de él, Ho Seok no pareció tener demasiado problema para pasarse esa zona, lo cual no hizo ninguna gracia a Chang Kyun.
Tras haber dibujado un puchero en los labios, le sopló en la oreja a Ho Seok.
Ho Seok notó un escalofrío, y muy a punto estuvo de que el personaje con el que jugaba a ese juego de plataformas no cayera por un barranco.
Suspiró con alivio al verse salvado por los pelos, pero Chang Kyun siguió obcecado en su berrinche y cambió el soplido del primer intento por un mordisco.
Ho Seok emitió un quejido y por poco la consola no se le resbala entre las manos.
Para cuando quiso darse cuenta, la pantalla de fin del juego se dejó ver y él apartó a Chang Kyun con el brazo. Frunció el ceño y llevó sus ojos hasta Chang Kyun, con un puchero en los labios que se hizo aún más grande cuando se encontró que Chang Kyun se estaba riendo.
ESTÁS LEYENDO
Summer Time » Wonkyun. MONSTA X
RomanceEn la casa de Chang Kyun había una ventana que no cerraba y por la que Ho Seok aprovechaba para colarse, con la intención de meterse en su cuarto y acaparar su sofá. Chang Kyun solía decir que lo odiaba, pero hay mentiras que por mucho que se repit...