Summer Time » Wonkyun. MONSTA X

Momentos de calma #55

—¿Qué voy a hacer contigo, conejito?

Había sido un comentario al aire, uno de esos que, en general, se decían sin esperar una respuesta. De ese modo, Ho Seok hizo un puchero y se encogió sobre sí mismo en un intento de desaparecer de allí.

Estaba gimoteando, tumbado en el sofá con la cabeza sobre el regazo de Chang Kyun, mientras él trataba de aplicarle crema en las mejillas. Se estaba moviendo tanto que Chang Kyun se estaba planteando seriamente dejarlo estar. Sin embargo, sabía que esa no era una opción.

Por muy bobo que le resultara Ho Seok por haberse quemado la cara con el sol (cuando lo peor del verano ya había acabado, cuando el calor ya se había ido y los rayos de sol ya no eran tan fuertes; todo ello por haberse confiado y no haberse echado crema solar), tenía que admitirse que estaba más preocupado por él que no molesto por lo tonto que era.

—Hoseokie, no era una pregunta retórica —dijo Chang Kyun—. ¿Qué tengo que hacer contigo? ¿Te vas a poner tú la crema para las quemaduras? ¿O tengo que atarte para que te quedes quieto y poder hacerlo yo como llevo cinco minutos intentando?

—Es que duele...

Chang Kyun suspiró.

Sabía perfectamente que, si Ho Seok dejaba de comportarse como un niño, entonces dejaría de ser si Ho Seok. Y no quería, lo último que deseaba era que cambiara. Le quería tal cual era, no solo porque aceptara sus defectos porque no le quedaba más remedio al ser parte de Ho Seok como persona, sino porque sin ellos Ho Seok no sería Ho Seok, y Chang Kyun no quería a nadie más que no fuera él, ni estaba seguro tampoco de poder querer a nadie más aparte de él. No obstante, también era cierto que no se iba a quejar si, en momentos como esos, Ho Seok empezaba a comportarse un poco más como un adulto en vez de como el niño consentido y mimado que era.

—Ya sé que duele, pero la pomada debería aliviarte. Además, todo esto es culpa tuya. ¿Cuántas veces te dijo Ki Hyun que te pusieras crema solar?

—Pero...

—Siete —le interrumpió—. Siete veces te dijo que te pusieras crema solar. No una, ni dos. Siete. Ya verás el enfado que va a pillar cuando vea cómo tienes la cara... Así que ahora te vas a tumbar boca arriba y me vas a dejar curarte.

Respiró hondo, mientras veía a Ho Seok hacerle caso y quedarse quieto.

Respiró hondo porque, a pesar de su preocupación, tenía que admitir que Ho Seok con las mejillas y la nariz tan rojas, estaba completamente precioso.

—Será solo un momento, cariño. Luego te sentirás mejor y podremos cenar tranquilos y juntos los dos.

Sin esperar por una respuesta que Ho Seok no iba a darle, le llenó las mejillas de pomada y empezó a repartirla con los dedos por las quemaduras de Ho Seok, con cuidado y con paciencia, hasta creyó que era suficiente y se inclinó sobre él para besarle en la frente.

Para cuando buscó separarse, Ho Seok no le dejó. En vez de eso, le rodeó con los brazos el cuello y le atrajo hacia él, para besarle en los labios.

Con las manos tan manchadas de crema como las tenía, Chang Kyun no pudo ni resistirse al gesto ni tampoco corresponder al abrazo, pero cerró los ojos y dejó que él se le pegara, que se incorporara lentamente y se le sentara encima.

—Tócame, Kkukkungie...

—Lo dices como si pudiera —contestó él, contra la boca de Ho Seok—. Tengo las manos llenas de crema.

—Te puedes limpiar en mi camiseta si quieres, me da igual. Solo quiero que me toques.

Chang Kyun rodó los ojos.