Mi Secreto (NaruHina)

Capitulo 8

― ¿Cómo has estado sobrino? ―le pregunto Nagato a Naruto recargando su mano en el hombro del rubio una vez que se encontraban en la recepción del hospital― ¿esos alumnos te hacen batallar como a mi hermana?

Sonrió recordando como su madre era la profesora más temida y querida del campus. Incluso cuando lo regaño en las pocas ocasiones que lo hizo, juraría que su cabello color fuego cobraba vida justo como la furia en ella.

― Pues... no. Creo que no. Y por cierto tío, perdón por la demora.

― No hay problema. Algo importante debió detenerte. Adema sabía que solo tú podrías ayudarme con Haku.

― Esto aún no termina tío.

― Créeme, lo sé.

― ¡Oyes! ¡Naruto! ―ambos voltearon a donde Sakura, quien se dirigía con su bolso y un leve sonrojo por su carrera.

― Sakura, pensé que te habías ido ya. ―le dijo Nagato viendo como la peligrosa acomodaba su suéter.

― estaba archivando algunas cosas y guardando el video de la sesión. Además sabía que usted y Naruto todavía tardarían un poco. Quería... esperarte... ―Sakura miro al suelo algo apenada cuando se dirigió a Naruto. ― ¿Qué tal si vamos a cenar?

― Claro Sakura ― dijo Naruto recordando la promesa de llevar a Sakura a cenar y como siempre sin notar los sentimientos de su amiga

― ya veo. ―susurro el pelirrojo "encajando" las palabras de Haku a su sobrino y alegrándose internamente por él. Ya era hora de que perdonara así mismo. Y Sakura era una candidata perfecta para el― en ese caso los dejo. Tengo que preparar el informe. ―Nagato despeino a su sobrino antes irse dejándolos solos.

― ¿Qué te apetece Sakura? ―Naruto le ofreció su brazo quien gustosa tomo.

― hace algo de frio... llévame a ese lugar de ramen.

― No me lo pidas dos veces. ―le contesto Naruto sonriendo.

Sakura le miro dándose cuenta de la alegría de Naruto. El era como un sol y no una lluvia como había dicho aquel joven. Pero algo debía estar de acuerdo con Haku y era que Naruto daba vida.

Recordó las palabras exactas que uso.
Y también era verdad que su amigo se miraba diferente.

¿Será que... el por fin... se dio cuenta?

Anhelaba que así fuera.

*―*―*―

El vapor de sus tazones era una delicia para esa noche fría de septiembre. Sakura y Naruto comían en el local de Ichiraku a pesar de las altas horas de la noche. Por suerte para ellos el local cerraba pasada la media noche casi todos los días.

― me alegra que aún nos tomemos el tiempo para salir a pesar de los años. ―Sakura miro el tazón recordando que ella y Naruto siempre fueron muy unidos en la universidad.

― A mí también Sakura ―Naruto le miro dedicándole una sonrisa que la hizo sonrojar. Llevaba años también enamorada de él.

― ¡rayos! ―grito la pelirosa arrancando otra hoja de su cuaderno. Le habían dejado un ensayo sobre la psicología forense. Quince hojas como mínimo para su suerte.

¿Cuándo se supone usare esto?

Se preguntó sin notar que alguien tocaba la puerta entreabierta. Volteo una vez que el molesto ruido se hizo constante. Un chico estaba recargado en la puerta mirándola con curiosidad.

Lo reconoció de sus clases. Naruto. Recordó su nombre, era de los listos del salón -por no decir el más listo- parecía que el chico sabía todo. En el fondo muy a su pesar.... le tenía envidia.