Capitulo 28

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Naruto se estaba quedando dormido una vez que le había contado todo Minato. Quedo más que sorprendido saber la historia de amor de su papá. Nunca pensó que la diferencia de ambos fuera de siete años, siendo que siempre le dijeron que estudiaron juntos. Aunque era muy chico para recordarlo.

Pero no lo juzgaba ni mucho menos, después de todo él está en la misma situación. Kaguya le ayudaría a explicarle y a tranquilizar a Minato sobre la noticia del noviazgo con Hinata.

Hinata.

Pensó en Hinata y el hecho de que no había podido escaparse otra vez por ir a verla. Había varias alumnas de él que la visitaban y aunque su familia lo sabía y aceptaba, aún era prohibida alguna relación entre maestro y alumna.

La puerta se abrió haciendo que abriera sus ojos para toparse con unos ojos perlas...pero no eran los de Hinata.

Neji había ido a verlo.

El joven de larga cabellera castaña se acercó a donde estaba Naruto con su semblante serio sentándose en la silla libre a lado de la cama. Naruto solo se sentó preparado para cualquier consecuencia que viniera a decirle. Desees de todo, él se lo había dicho. Que mientras Hinata estuviera a salvo, que hiciera con él lo que quisiera.

–Mi prima está bien. –Dijo cruzando sus brazos y cerrando los ojos, como si le costara trabajo aceptarlo– los informes decían que por buscarla te dispararon. Y que una vez que caíste inconsciente...Hinata lucho por mantenerte a salvo.

Naruto no dijo nada. Ya le habían explicado todo lo que había pasado con detalle. Neji suspiro por fin mirándole a los ojos.

–Debes saber lo que paso ¿No? ―Naruto se dio cuenta que se refería al pasado de ellos.

–Hinata me lo dijo.

– ¿Menciono el nombre de nuestra hermana pequeña?

Naruto recordó como a Hinata le dolía decir el nombre de su hermana, era como si recibiera un dolor físico.

–Si. Hanabi. El nombre de ella era Hanabi.

Neji apretó sus manos, a lo que Naruto no pudo más que interpretar que ambos se sentían de la misma manera.

–Hinata nunca volvió a mencionarlo desde ese día. Después de que lo hubiera gritado por más de media hora. Su voz queda ronca por el esfuerzo y desde entonces nunca más lo dijo.

–Yo no...no sabía eso.

–Ella tampoco. Ella no recuerda mucho después de que encontró a Hanabi y a mi tío. Pero en cuanto llegamos a ese lugar, donde había sido un hogar, los gritos desgarrados de Hinata nos condujeron...y de alguna forma nos prepararon.

–Me dijo que no podía decir el nombre de su hermana porque... siempre se ha sentido culpable de lo que paso.

–Sí, no hay día en que ella no se sintiera de esa manera. Pero... –Neji suspiro cansado. Naruto por fin se dio cuenta de sus ojeras y el cabello con uno que otro mechón fuera de su coleta baja. Tampoco llevaba su traje completo. Su saco no estaba por lo que había subido sus mangas. Se ve que él también la había pasado mal. –...últimamente ella había sonreído más. Incluso sus mejillas se sonrojaban, algo que no veía desde hacía años y además de ciertas manías que tenía cuando era niña regresaron.

– ¿Manías?

–sí, tararear, dibujar o simplemente contemplar el cielo. Ella ya no hacia eso. Parecía que no había día en que ella quisiera...simplemente no estar. –Neji miro a con un ceño fruncido a Naruto y creyó que ahora si venia lo peor– y tenías razón.

Mi Secreto (NaruHina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora