El Tren ( uno normal, no el que te mata )
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La estación de King Cross, siempre gris y triste, estaba hoy llena de brillo y color.
Como cada uno de septiembre, al andar rápido y los trajes elegantes de los muggles se mezclaban con maletas misteriosas, sapos y lechuzas y túnicas y gorros de todas las formas y colores.
Hoy, como cada año, cientos de familias se estrellaban contra la pared entre el andén nueve y el andén diez, algunos por primera vez y otros ya como parte de la tradición, y desaparecían. Sus cuerpos atravesaban sin más el grueso muro de ladrillo para entrar al maravilloso lugar llamado andén nueve y tres cuartos.
Si eres un mago, debes conocerlo como la palma de tu mano. Seguramente fuiste allí para ir al colegio, o vas ahora para dejar a tus hijos vivir sus propias aventuras. Y debes aceptar que, como cada vez, esta visita también será espectacular.
Siempre hay magia en el aire, siempre hay ruido y risas y siempre hay nuevas personas por conocer.
Y allí descansa el Expreso de Hogwarts. Esta preciosa locomotora de carrocería granate y negra, construida con los mecanismos que usaban los antiguos muggles para fabricar máquinas similares, reflejando la luz del sol de la mañana y guardando casi un siglo de vivencias y de sueños dentro de sus cómodos vagones.
Allí viajaron magos tan oscuros como Peter Pettigrew, Fenrir Greyback, Bellatrix Lestrange e incluso Lord Voldemort. Magos tan poderosos como Minerva McGonagall o Albus Dumbledore. Y magos tan famosos como Newt Scamander, Gilderoy Lockhart o incluso el mismo Harry Potter y sus compañeros.
A ese tren solo suben estudiantes de entre once y diecisiete años, pero esta vez es distinto.
Esta vez, la mayoría de los estudiantes que el año anterior no pudieron finalizar sus estudios se suben hoy a un tren que conocen mejor que nadie, que les ha visto crecer a lo largo de los últimos ocho años, que ha albergado las mas puras vivencias y que ha escuchado los mas oscuros secretos. Un tren que, por una última vez, los llevaba de nuevo a casa.
Todos ellos entran primero a elegir su vagón, como un premio por tener el valor de regresar, a pesar de que no lo necesitan. Ya tenían claro que se pondrían en el mismo vagón en el que disfrutaron comiendo dulces del carrito, hablando del futuro y disfrutando de la felicidad infantil que no sabían que tenían.
En uno de ellos, Neville Longbottom recibe los elogios de Ginny Weasley, Luna Lovegood y otros muchos alumnos de séptimo año (nuevos y antiguos).
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La Magia de tu Sonrisa (o cómo descubrir a tu admirador secreto)
Fanfiction(DRARRY) o (HARCO) Harry Potter tiene un admirador secreto. Un desconocido alumno de Hogwarts ha decidido gastarle una broma muy pesada para acabar con su paciencia. Como si no tuviera suficiente ya con intentar sobrevivir su último año en Hogwarts...