— ¿A dónde vas? —Henry me detiene a medio pasillo— Y con esa ropa.
Mi vestimenta era una simple remera holgada de mi banda favorita, por encima de esta mi short.
— ¿Que hay de malo en mí ropa? ¡Estoy bien así! —Me quejo.
— Tus pantalones son muy cortos —niega con la cabeza— ¿Es para ver a Hanlon, verdad?.
— No seas tonto, Henry.
Para convencerlo lo abrazo, de alguna forma me gustaba su manera de querer "protegerme" aunque a veces, muchas, era un estúpido.
— No me agrada ese chico —dice enojado, y con desdén.
— Pero a mi si —sigo insistiendo— Aceptalo, ¿si? Por mí. Fue mi primer amigo.
Lo miro a los ojos, asiente con la cabeza no muy seguro. Me despido de él junto a mi padre y subo en mi bicicleta para marcharme a la cantera.
— ¡Hey! ¡Hola! —volteo hacía atrás, deteniendo el pedaleo o iba a caer.
— ¡Hola Stanley!
Él me sonríe, oh, ahora que lo veo todos los perdedores son bonitos.
Y en especial Mike.
— ¿Vas a la cantera, no? —asiento con la cabeza— Vamos.
— ¿Cómo es la cantera?.
— ¿Nunca fuiste? —pregunta asombrado— Es el mejor lugar del mundo, te va a gustar.
— Jamás fui ahí —suspiro entre risas— Pero puedo darme una idea.
— Oye.
— ¿Si?.
— ¿Tú y Mike...?.
Desvío la mirada del camino, él me mira con los ojos achinados y ambas cejas alzadas, sonríe pícaro.
El calor sube a mi rostro, Stanley ríe.
— ¿Por qué todos me molestan con el? Somos amigos —me excuso rápidamente.
— Pero los amigos pueden llegar a gustarse, ___ —dice ni bien terminé de hablar— Él te gusta.
¿Me gusta Mike? Me sentía rara con el, diferente a como me sentía con Bill, Eddie, o alguno de los perdedores.
— Creo que... Creo que sí —admito luego de unos segundos— Pero no digas nada.
— Tranquila, no lo haré.
Confío en Stan, no parece ser alguien chismoso. Hablamos en todo el camino sobre temas sin mucho sentido, solo para matar el tiempo.
En menos de diez minutos habíamos llegado.
— Te espero allá —dice Stan mientras se aleja.
Solo debía quitarme la ropa, entrar al agua rápido. Nada difícil. Pero Mike me vería en ropa interior, y seria sumamente vergonzoso. Al mismo tiempo era bueno, porque yo lo vería a él.
Ay ¿Que me pasa? Yo no soy pervertida.
Mente limpia
Mente limpia
Mente limpiaQuito mis prendas, y armandome de valor salgo de entre los árboles. Ellos me miran. Todos a la vez.
Hago lo posible por no verme nerviosa. Pero solo puedo fijarme en Mike.
Pero todos los perdedores se ven jodidamente bien.
— ¿Qué?.
— N-Nada —responde Bill.
