Capítulo 14

581 45 6
                                    

— ¿Estas lista para tu primer día? —pregunta Henry muy entusiasmado.

— Eso creo —suspiro.

    No tenía ganas de volver. Me da mucha vergüenza tener que explicarle a mis amigos porque desaparecí por un mes entero. En especial Mike, ¿que pensará de mí? ¿me odia?.

— Hey, se lo que piensas, ellos entenderán. No conocen a papá.

— Tienes razón —digo, e intento esbozar una simple sonrisa— Ellos no son tontos, quizá sí lo comprendan.

— Ahora ve. Estaré con los chicos.

    Henry besa mi frente con algo de vergüenza. Es tan tierno, maldita sea.

    Apenas entro al instituto, todas las miradas se dirigen a mí. Si, llamaba mucho la atención el ser hermana de Bowers.

    Me pongo muy nerviosa, porque los veo ahí. A los perdedores... Me observan con curiosidad desde el final del pasillo. Respiro profundamente, y me acerco a ellos, a paso lento, y todo se hace cada vez más incómodo.

— Ho-

    Pero un impacto me hace perder el equilibrio, Bill me estaba abrazando, se le fue mano y terminamos en el suelo.

   
— Hey —río, sentía más seguridad ahora— ¿Cómo están?.

— "Hey ¿como están?" —replica Richie con voz tonta— ¿¡Eso es lo que dices después de no volver por un mes?!.

— ¿Que pasó contigo? —pregunta Ben confundido.

— ¿¡Sabes el ataque de asma que tuve por tu culpa?! —exclama el pequeño Edds.

— A ver, necesitamos una explicación, Bowers —reclama Stan.

— Primero díganme como está mi Mike, ¿ya tiene otra novia? ¿Me odia? ¿Que hizo?.

— ¿Otra novia? ¡Pero si babea por ti, tonta! —me contradice el gafotas.

— Él e-estuvo triste, pero no te sientas m-m-mal. En cuanto nos d-des una explicación, se la dirás, y-y entenderá. Todo estará bien.

— Pero el está bien —reafirma Stanley— Nos dijo que el primer día de clases lo esperaras cerca de-

— La cantera —interrumpe Eddie.

— Yo iba a decir eso —el de rizos lo mira mal.

— Tienes que ir, si o si —dice Ben.

— Antes,  cuéntanos todo —interrumpe Billy.

[...]

— ¿¡Estas loca?! —exclama Henry, y sus amigos lo miran insistente.

— Déja que tu pequeña hermana viva su amor juvenil —insiste Victor.

— Por favor, papá jamás se enterará. Está en el trabajo —suplico.

— ¿Ya que?.

    Le había pedido el favor de llevarme a la cantera, y esperar hasta que yo pudiera hablar correctamente con Mike. Moría de ganas por ver su carita toda preciosa.

    El recorrido se me hizo una eternidad, pero tan solo habían sido unos diez minutos. Apenas llegamos, bajo del auto rápidamente y corriente hacia la cantera.

— ¡Mike! ¿Estas aqui?.

— ¡Por aquí!

     Mi corazón se detiene al oír su voz. No podía ser. Estaba a unos pasos de mí.  ¿Estaba más alto? ¿Más delgado? ¿Más lindo? Imposible, no podía ser más lindo, el ya lo era demasiado.

— ¡____ Bowers! —exclama corriendo hacia mi, y abrazándome con fuerza.

— ¡Mike! ¡Mike, perdóname por favor! No fue mi intención dejar de reunirnos así sin explicación.

— Tranquila, solo dime que es lo que pasó. Si no querías seguir conmigo lo hubieras dicho —dice apenado— Nos tuviste preocupados.

— No, no, no fue eso, tonto, lo juro.

      Creo que estaba a punto de llorar a mares, pero no quería hacerlo frente a Mike. Simplemente lo tomé de la mano y suspiré profundo, intentando tranquilizarme.

— M-Mi papá me castigó, no quiere que me junte con los perdedores, ya que la gente podía pensar mal —explico, mientras juego con la mano de Mike.

— Oh, pero... ¿no te hizo nada más? Siento que fue mi culpa.

— No, él... No me golpea ni nada —niego con la cabeza— Hubiera preferido eso antes que alejarme de ustedes.

— Este mes fue una eternidad para nosotros.

    Mike estira mi brazo y me enrolla entre los suyos. Extrañaba esto, me sentí demasiado feliz, completa...

     Me negaba a soltarlo, no podía compensar la preocupación que le había hecho sentir sólo por un capricho de mi papá.

— Te extrañé mucho, Michael —susurro.

— Y yo a ti, como no tienes idea —dice entre pequeñas risas— Al fin pudimos aclarar todo.

— No todo, hay algo importante que quiero saber...

— ¿Seguimos siendo novios?  —él se adelanta a preguntar.

— N-No lo sé, eso iba a preguntarte.

— Aún te quiero, ya sabes... No me basta un mes para olvidarte —Mike ríe.

— Y yo te quiero también.

     Nos quedamos en un momento algo incómodo, ambos en silencio, no sabíamos que decir. Al menos yo esperaba algo de su parte, y el algo de mi.

— Pensé que ya tenías otra novia. Como eres el niño más irresistible de Derry.

   No pude contenerme, y me lancé sobre él mientras estrujaba sus hermosas mejillas en mis manos. Mike, por otra parte, no dejaba de reír e intentaba que dejara sus mejillas en paz.

 
— Extrañaba a esta loca —hace unos tipos de mimos sobre mi rostro y ambos reímos.

— Hey, ¿sigues estudiando en casa, Michael? —le pregunto.

— Ahm, si, aunque... Mi abuelo dijo que hay una posibilidad de que vuelva al pueblo con mi tía.

— ¿Que?! ¿¡De verdad?! ¡Sería grandioso! —exclamo emocionada.

       Era una buena noticia, ya que él y yo no podríamos vernos con frecuencia ahora.

     Ojala sea así.

— ¿No me debes algo? —pregunta el hermoso moreno que tenía en mis brazos.

— ¿Deberte algo? ¡Te los doy con gusto!

     Y así sucede, non puedo evitarlo y comienzo a repartir besos sobre todo su rostro, finalizando con un largo beso en los labios.

    Siento sus brazos rodearme la cintura y ahora él toma la iniciativa volviendo a besarme.

— Te amo tanto, boba.









   

You Are My DaydreamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora