Capitulo 19

540 37 4
                                        

     

   La noche  cayó rápido, Mike y yo estamos sentados sobre una manta en la cantera. La vista está más hermosa que nunca, pero lo que más me gusta es estar con mi chico, me mantiene pegada a su pecho, acaricia mi cabello y me vuelve loca.

— ¿Que harás mañana por tu cumpleaños? —me pregunta él.

— Estaba pensando en salir con ustedes, ya sabes... a pasear o algo así. Nada especial.

— ¿"Nada especial"? Hey, se supone que es tu cumpleaños —reprocha Mike— Boba.

— Bueno, no sé, si estoy con ustedes será especial. Son mis mejores amigos.

— Va a ser un gran día.

     Mike baja su mirada hacia mis labios, a los cuales, con lentitud, se acerca solo para posar los suyos allí. Sus manos bajan a mi cintura, con sus dedos sube un poco el extremos de mi camiseta, inmediatamente me detengo y lo miro con un poco de vergüenza.

— Lo siento —susurra Mike también avergonzado.

— Está bien —acepto yo— Pero ¿sabes que pasaría si no nos cuidamos? Algo horrible.

— El otro día me dejaste en claro que lo quieres tanto como yo, así que hoy fui a por unas cosas.

      Abre su mochila y luego mete la mano, al sacarla, tenía un maldito preservativo. Cubro mi rostro, no voy a permitir que me va así, con el rostro totalmente rojo por la vergüenza.

— Tranquila, no lo hagamos si no quieres, no te preocupes —el moreno toma mis manos, alejandolas de mi rostro— No quería presionarte. Lo siento.

— Espera —lo detengo— Estoy lista, si quiero hacerlo.

    Claro que quería. Siempre quise. Pero yo soy demasiado vergonzosa, por lo que jamás esperé que el momento llegara tan rápido. Lo de un embarazo o una enfermedad me tenía asustada, pero vamos, estamos usando protección, nada malo puede pasar, ¿o si?.

    Mike sonríe tímidamente. Vuelve a acercarse a mí, junta nuestros labios, me abraza de la cintura y con cuidado me coloca sobre la manta. Está siendo tan cuidadoso que siento que me derrito de amor, ¿o es por otra cosa?. Se separa por un rato, se quita la camiseta y ésta vez comienza por los botones de mi vestido. Al tenerlo fuera por completo, siento su mirada penetrante por todo mi cuerpo semidesnudo.

— No tengo ninguna duda de que eres la mujer mas hermosa de todo el mundo —susurra contra mi oído, y deja un beso en mis labios.

     Procede a bajar sus pantalones, y escucho una pequeña envoltura romperse.

     Me dedico a mirar hacia el estrellado cielo nocturno, y sentir la suave brisa fresca chocar contra mi cuerpo.

     Mi ropa interior roza mis rodillas, y siento como mi parte se vuelve mas húmeda aún.

— ¿Estás segura de esto?.

— Más que nunca, Mike —susurro, y lo acerco más a mi torso, solo para besarle y aferrarme a sus hombros.

    Cierro mis ojos con fuerza al sentir su miembro cerca de mi entrada. E inevitablemente un jadeo se escapa de mi boca cuando se introduce con lentitud. Dolía como el demonio, y el solo está siendo cuidadoso con sus movimientos.

— ¡D-Dios! —murmuro, sin poder guardarlo para mi interior.

— ¿Estás bien? —escucho la preocupación en su voz.

— Duele un poco.

     Al escuchar mis palabras, se mantiene quieto por unos segundos, hasta que el dolor se va finalmente. Le digo que siga, y lo hace, pero ésta vez entra y sale con más cuidado.

    Mis jadeos ahora se vuelven gemidos, porque estaba realmente excitada, el placer reemplaza el dolor. Mike comienza gemir de igual forma, soltando uno que otro suspiro. Me sentía extraña, inevitablemente junto mis brazos en su torso desnudo, pidiéndole que no pare, no quería que se detuviera, sentía mis piernas temblar levemente y como comenzaba a realizar movimientos involuntarios.

     Hasta que siento que iba a desmayarme en cualquier momento. Me sentí mareada por unos segundos, y extraña cuando maldije por fuera, siento algo salir de mí, y como el alivio llegaba a todo mi ser.

     De pronto, tras un poco más de rápidas pero suaves embestidas, Mike se detiene en seco, lanzando un fuerte suspiro también de alivio.

— ¡Por Dios Santo! Esto hay que repetirlo, ¿verdad? —sale de mi boca sin pensarlo.

— Concuerdo contigo —Mike suelta una dulce risa— ¿Estás bien?.

— No creo que pueda caminar como alguien normal después de esto, pero, la pasé bien para ser mi primera vez.

— No fui tan malo, ¿verdad?.

— Para nada.

     Me olvidé por completo sobre cuan vergonzosa era la situación, no me importó estar desnuda frente a él, lo "peor" pasó, y algo mejor lo reemplazó.   Mike se tira a mi costado, sobre la manta, e intenta regular su respiración. Con mi brazo tomo su cadera y me acurruco junto a él.

— ¿Sabes que te amo? —susurra mi moreno, acaricia mi mejilla derecha y deja un beso en mi frente.

— Claro, no tengo ninguna duda, pero yo te amo más.




(...)







— ¡Feliz Cumpleaños, pequeño estorbo! —Henry entra dando un portazo.

— ¡Gracias, inútil!.

    Tiro todas las sábanas al suelo solo para levantarme y abrazar a mi hermano mayor, dejo un beso en su mejilla.

— He cocinado algo.

— ¿Y no quemaste la cocina como la última vez?.

— Muy graciosa —rueda los ojos con gracia— Baja, te espera una sorpresa.

— Bien.

     En cuanto Henry se va, me pongo un simple vestido y bajo corriendo las escaleras, el olor a comida comenzaba a llegar a mi cuarto y deseaba comer con todas mis fuerzas. Al bajar, puedo escuchar algunos murmuros, ahora podría hacerme una idea de que estaba pasando.

¡Sorpresa! —aun así, todos sus
gritos me hacen sobresaltar.

      Pero todo es mucho mejor. Mi boca se queda levemente abierta y mi felicidad se incrementa a más no poder. Los perdedores estaban ahí, Henry los trajo a todos para darme una sorpresa.

— ¡Están en mi casa y Henry no los mató aún! —exclamo corriendo hacia ellos.

— Me sorprende también —dice Richie.

— ¡Feliz Cumpleaños, ____! —Ben de acerca a mi con un regalo en manos— Lo compramos entre todos, espero que te guste.

— No tenían que molestarse, gracias, gracias, gracias. Los amo mucho.

    Abrazo a Ben, y luego a cada uno de ellos, al momento de llegar junto a mi hermoso novio, le doy el abrazo más fuerte de todos.

— Feliz Cumpleaños, amor —susurra en mi oido, correspondiendo a mi abrazo.

     Henry se para junto a nosotros y con una mirada furtiva, nos da a entender que el momento ya pasó y que teníamos que dejar nuestras muestras de afecto.

— Abre tu regalo —dice emocionado el pequeño Eddie— YO lo elegí, estos chicos no saben que te gusta.

    Así lo hago, mientras todos los chicos están a mis espaldas, mirando sobre mi hombro, desenvuelvo la envoltura de la pequeña caja. Mis ojos se iluminan al abrirlo.  Se tratan de un hermoso collar con un dije de corazon, podía abrirlo, y dentro tenía una foto del club de los perdedores.

— ¡Me encanta! ¡Son los mejores! —exclamo, lanzandome hacia ellos con los brazos abiertos.

     Todo marchaba genial...




You Are My DaydreamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora