Irene se había fumado tres cigarrillos hoy. A primera vista parecían pocos pero, considerando que con cada uno de ellos había visto morir a una persona, eran suficientes.
Con el primero vió desplomarse a una mujer en el suelo impecable de su cocina. Por mucho que se diga que el blanco queda bien con todo, con ese rojo no era exactamente una belleza. Con el segundo cigarro, un hombre debajo de un puente y a base de caladas del tercero, un muchacho que le había gritado una obscenidad antes de ahogarse en su propia sangre.
La mujer muerta era una vieja malhumorada, idiota como pocas y entre otras cosas, su madre. Su muerte no era definitivamente lo que más le había afectado del día.
Irene sacó un cuarto cigarrillo de la cajetilla y lo encendió. Su mano actuaba como escudo para proteger la llamita de su mechero contra el viento. El fuego saltó y un guiño naranja parpadeó en la punta del canuto. Dió la primera calada.
Se tomó el pulso. No había habido suerte.
Lo tiró a mitad y se subió a su coche sin pagar la gasolina. El dependiente de la gasolinera dónde Irene había repostado era un adolescente distraído que leía un cómic. Levantó la cabeza al oír el ruido del motor alejándose y suspiró. No era la primera vez esta semana y definitivamente no sería la última.

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Fumar mata
Misterio / Suspenso¿Qué harías si en un solo día has visto a tres personas ser matadas delante tuyo?¿Y si resulta que una de ellas es tu madre?¿Y si encima todo el mundo cree que la culpable eres tú?¿Y si no te acuerdas de nada del momento de los asesinatos y hasta tú...