-Hayes, adoro los partidos de fútbol américano-digo y sonríe-pero me dijiste que iva a ser romántico... Por eso me decanté por la cabaña. Los dos solos a la orilla del lago contemplando el atardecer. Eso si que es romántico. No ir a un partido de fútbol américano con aficionados, porristas y gritos. Eso es romántico, pero no tanto como la cabaña-finalizo la frase con un beso en la mejilla.
-Maldito Ibai, como me conoce el cabrón de él.-echo a reír.-llegamos, dice y aparca el auto en el aparcamiento individual de la cabaña. Salgo del coche. Se acerca a donde mi y bloquea el vehículo.
-Bueno... ¿ahora que hacemos?-digo, le miro, sonríe picaramente.-Hayes...
-Vale, ¿Vamos a dar una vuelta al lago?-dice, asiento con toda sinceridad. Miramos a la orilla del lago, en sol del atardecer se refleja en la calida agua del lago. Me despojo de mis sandalias y introduzco la punta de mis dedos de los pies en el agua. Esta fría. De seguido pego un bote. Hayes me atrapa entre rísas.-¿Dónde va este pequeño saltamontes?-dice y río.
-El agua esta fría-digo y sonríe.
-Lo sé-dice y junta nuestras frentes. Me tiene agarrada de la cintura. Sonrío sobre sus labios. Coloco mis manos en sus hombros. Sonríe de la misma manera que lo hago yo. Como nunca antes había sonreído. Esta sensación es muy díferente a todas las otras que he experimentado en estos quince años de mi vida. Quince me suena a azul, al igual que Jueves me suena a verde. No sé si me entendeis. Hay palabras que las usamos para referirnos a un simple significado, pero que enrealidad pueden llegar a tener un doble sentido aún que no tenga que ver una palabra con la otra. Es difícil de explicar. Muy difícil. Es una teoria, por así llamarlo, que me imaginé no ace muchos años. Una teoria difícil de definir. Tan difícil como expresar con palabras lo que siento en estos momentos. No hay una sola palabra, ni frase, ni libro que pueda explicar este sentimiento a que hemos puesto como nombre "amor" que si das la vuelta a las letras aparece "roma" algo que ahora no viene a cuento. El caso es que me siento en un lugar díferente. Llamemosle Narnia. Un lugar donde lo imposible es solamente una ilusión. Un lugar donde... espera, Hayes me esta hablando. Salgo de mis pensamientos y le presto atención.
-¿Entonces aceptas salir conmigo? es decir, ¿Quiéres ser mi novia?-pregunta. Sonrío. Sus ojos azules que me hipnotizan se llenan de ilusión. Una sonrísa se oreja a oreja se le forma al escuchar lo siguiente.
-Si Hayes, quiero ser tu novia-digo, me coje en brazos volando y comienza a darme vueltas sobre él en el aire. Solamente sonrío y él ríe a carcajadas. Me baja. Me subo en sus pies y acorto la altura que me falta para pillarle. Ahora puedo besarle mejor. Junto nuestros labios y los muevo lentamente. Me agarra de la cintura suavemente y abre lo mas posible su perfecta boca. Hago lo mismo, mueve la cabeza como si no hubíera un mañana y claro, le intento seguir el rítmo. Acorta la distancia entre él y yo. Ahora el calor de su cuerpo traspasa su camisa y choca con mi piel. Seguimos besandonos como nunca antes lo habíamos echo. Nos separamos por la falta de oxigeno. Le miro a los labios, los tiene rojos, mi pintalabios corrido en su cara, por la zona cercana de la comisura de los labios. Río.
-¿Qué pasa?-pregunta confundido ante mi acto.
-Tienes mi pintalabios por todo tus morros-digo.
-Mira que bien, ahora tengo una parte de ti conmigo de ahora en adelante-reímos. Comienza a hacer frío. Tírito.-Tienes frío ¿Verdad?-pregunta, asiento-vamos dentro-dice caminamos acia la puerta de la cabaña, abre con la llave, al entrar noto una calida bienvenida del calor de dentro de la cabaña de madera de roble barnizada. Miro alrededor al oler un olor a lavanda. La cabaña esta ilúminada con velas con ese olor que tanto me gusta. Petalos blancos por el suelo blanquecino. Que llegan a todas partes de la acojedora cabaña. Él se acerca ami,e agarra de la cintura y coloca su cabeza en mi hombro.
-¿Esto es para mi?-pregunto ilusionada.
-Ajá-dice- Solo para ti. Y para mi, obvio. Además me lo he currado-dice y le doy un corto beso en esos labios manchados de rosa pálido. Miro a todas partes. Sin rumbo alguno donde dejar mi vista fija. Por fin la encuentro. La cama, con pétalos blancos encima de las sabanas turquesas. Me giro a ver a Hayes.
-¿Qué insinuas con esto Grier?-digo se encoje de hombros.
-Tenia que echar a suerte ¿No?-dice dulce. Sonrío y vuelvo a besar esos carnosos labios. De pronto un estomago ruje raramente. Lo que hace que mi rísa floja aparezca.-Argh... tengo hambre-dice-¿Tu no?-pregunta, aún estoy con la rísa. Rodea los ojos-vale, esto llevará tiempo...
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En busca de la felicidad (Hayes Grier Fanfiction) Book #2
Romance"-Si me necesitas llámame, no importa si estoy durmiendo, si estoy estudiando o si hemos discutido. Siempre estaré ahi." "-Que ganas de cerrar los ojos y que todo vuelva a ser como antes." "-Gracias-digo -¿Por que?-pregunta confundido -Por soportar...