Maria: Quitatela, si Hayes te quiere de verdad, te dejara su chaqueta, ya sabes el truco.
Yo: Esta bien...-me la quito. Tocan el timbre. Mis nervios aumentan. Miro la hora - 19:24 - No puede ser Hayes, se supone que esta entrenando... Bajo las escaleras, Cameron deja de comer las dichosas patatas fritas y me mira bocabierto. Rodeo los ojos. Abro la puerta, son los chicos.-hola chicos-digo. Dejan de reír y me miran al igual que Cameron.-pasad-digo confundida. Cameron se levanta, entran todos, cierro la puerta y me doy la vuelta. Todos señalandome con la boca abierta.-¿Qué tengo?-digo asustada
-Eres una mariposa-dice Matt, le miro extrañada.
-Mm... que raro... ayer y los otros días me llamabas osito de haribo t ahora mariposa... ¿Qué pasa? ¿A caso tengo alas?-digo pero siguen igual
-Estas preciosa-dice Johnson
-Me alagas... tu tambien-digo al verle vestido como un conejito.
-¿Por qué estas asi?-me dice Cameron
-Dejame adivinar-dice Nash
-Tienes una cita-dicen al unisono, sonrío.
-Si-digo sonríente.
-Con Hayes-dicen Jacob y Aaron, asiento. De pronto Taylor viene y me da su bandana. Que casualidad es turquesa.
-Toma, te dará suerte-dice él y la coloca en mi cabeza estilo pin-up.
-Gracias chicos-digo.
-Bueno, ¿a donde vais a ir?-pregunta Shawn.
-Ni idea, Hayes quiere que sea una sorpresa...-digo y me siento. Vuelven a tocar el timbre. Vuelvo a mirar la hora -19:35 - viene pronto. Me levanto nerviosa. Abro la puerta, una oleada de chicas esta detras del marco. Algunas reconozco, Alexa, Cidney, Kiana, Ana, Brisa... pero las otras no. Todas entran y besan a los chicos, mis ojos se abren como platos, cierro la puerta.
-¡Hola!-dicen todas ellas
-Hola-respondo.
-Soy Oriana-dice la que ha besado a Johnson
-Soy Carola-dice la que ha besado a Jacob
-Soy Geiser-dice la que ha besado a Aaron
-Soy Carmen-dice la que ha besado a Taylor.
-Y yo soy batman-dice la que ha besado a Dillon-Nah, mentira, soy Lari, bueno, me llaman Lari-asiento
-Bueno, ¿A que hora viene mi hermano a por ti?-me pregunta Nash
-A las 19:45-digo. Oimos un motor parar. La puerta cerrarse y esa persona andar asta la puerta. Mi corazón palpita más que nunca. Tocan el timbre. Me giro. Todo esta en silencio. Agarro el pomo de la puerta. Todos salen corriendo al jardín. Abro la puerta. Suspiro. Miro, mis ojos se abren como platos. El Hayes Grier que veo no es el de siempre. Dios, esta... esta... no tengo palabras para definir esta perfección. Lleva una camisa de cuadros diminutos de color granate y unos pantalones ajustados color crema con sus vans granates a juego. Con una gorra gris colocada alreves. Miro a sus ojos, no paran de mirarme de arriba a abajo, me ruborizo.
-¿Necesitas un cubo Grier?-pregunto bromista.
-Más que uno, un millón...-dice y comienzo a reír.-Bueno, que ¿Nos vamos?
-Nos vamos-digo, me entrega su mano, como no la agarro. Enrelazo mi brazo con el suyo y coloco mis finos dedos al rededor de este. Cierro la puerta. Vamos acia su Toyota negro, me abre la puerta del copiloto, me siento y cierra la puerta sonríente. Entra por la otra y cierra la puerta igualmente. Nos atamos nuestros cinturones de seguridad. Arranca el motor. Comienza a desplazar el vehículo. Un silencio ahoga todo el coche.
-Estas preciosa-rompe el hielo, me ruborizo.
-Gracias-digo tímida, mientras mis orejas arden.-¿A donde vamos?-pregunto con la esperanza de que me conteste.
-Mmmm... es una sorpresa-dice haciendose el interesante.
-Vamos a la cabaña de tu familia al lado del lago ¿Verdad?-digo, me mira de reojo con los ojos como platos.
-¿Eres adivina?-me pregunta, comienzo a reír.
-Un pájaro llamado Ibai Dallas, rubio de ojos azules que es mi primo me dío dos opciones; Una: Un partido de fútbol américano. Dos: Ir a la cabaña de al lado del lago que pertenece a tu familia.
-¿Porqué decantaste por la cabaña al lado del rio? ¿No te gustan los partidos de fútbol américano?-dice un poco decepcionado. Coloco mi mano izquierda en su muslo derecho.
-Hayes, adoro los partidos de fútbol américano-digo y sonríe-pero me dijiste que iva a ser romántico... Por eso me decanté por la cabaña. Los dos solos a la orilla del lago contemplando el atardecer. Eso si que es romántico. No ir a un partido de fútbol américano con aficionados, porristas y gritos. Eso es romántico, pero no tanto como la cabaña-finalizo la frase con un beso en la mejilla.
-Maldito Ibai, como me conoce el cabrón de él.-echo a reír.
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En busca de la felicidad (Hayes Grier Fanfiction) Book #2
Roman d'amour"-Si me necesitas llámame, no importa si estoy durmiendo, si estoy estudiando o si hemos discutido. Siempre estaré ahi." "-Que ganas de cerrar los ojos y que todo vuelva a ser como antes." "-Gracias-digo -¿Por que?-pregunta confundido -Por soportar...