27.

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-Eh...esto... -dije mirándoles a todos.

-No sé lo esperaba, mira que carita. -dijo Aitana sonriendo.

-Ay banana, que te has quedado en shock. -dijo Mimi riendo.

Sin poder evitarlo imágenes de las distintas fiestas que me había preparado mi madre se me pasaron por la cabeza. La vi a ella, tan feliz haciendo esto para mi que no pude evitar empezar a llorar.

-Pero Ana, no llores. -dijo Roi.- Seguro que te han hecho miles de cosas más bonitas que estás.

La situación era graciosa en parte. Los únicos que sabían que odiaba las fiestas sorpresa eran Miriam y mi padre y el resto se pensaba que mi reacción era porque me había gustado la sorpresa. Surrealista.

Entonces me di cuenta al verlos a todos tan ilusionados, por una vez en mi vida tenía que olvidar eso de huir y encerrarme. Ellos se habían convertido en personas muy importantes en mi vida y no quería que algo que habían hecho con tan buena intención se estropeara.

-¿Ana? ¿Sigues ahí? -preguntó Ricky mientras me daba golpecitos en la cabeza.

-Si, si. Claro. -dije un poco más calmada.- Gracias, es solo que...no me lo esperaba. Cuando Miriam me llevó a pasar todo el día fuera lo que menos me esperaba era que me hicieran esto. Supongo que mi padre les habrá ayudado sabiendo lo mucho que me gustan las fiestas sorpresa. -dije irónicamente.

-Bueno y...¿si cenamos? -preguntó Miriam intentando cambiar de tema.

-¿Os habéis quedado con hambre? ¿Después de haber estado toda la tarde las dos solas? -preguntó Ricky.

-Ricky eres idiota. -dije.

-Si, yo tengo una pregunta desde hace mucho, Ana. -dijo Agoney.- ¿A qué sabe la almeja gallega?

-¡Pero Ago! -gritó Nerea dándole un golpe en el hombro.

Todos rieron ante el comentario de Agoney y la reacción de Nerea. Y yo no pude evitar girarme hacia Miriam, que negaba con la cabeza.

-Bueno que, pesadas, ¿cenamos o no? -dijo Miriam pasando una mano por mi cintura.

***

Me acabé olvidando de que era una fiesta sorpresa, al fin y al cabo me lo estaba pasando bien. Lo estaba haciendo hasta que, al final del postre, me obligaron a decir unas palabras.

-Qué se me dan muy mal estas cosas. -dije mientras Mimi tiraba de mi para levantarme.

-Venga Banana, hazlo por nosotros. -me dijo Mimi mientras volvía a sus sitio.

-Vale, está bien...esto... -dije levantándome y tocándome el pelo.- Primero de todo quiero darles las gracias por haberme preparado esto, no pensé que me hubiera convertido en alguien tan importante para ustedes. Tampoco llegué a pensar nunca que unas vacaciones improvisadas en un pueblo me fueran a gustar tanto, ya saben, yo soy más de Ibiza, fiestas privadas y chalets. -dije riendo.- Aqui os he encontrado y me di cuenta de lo que son los amigos de verdad, porque para que mentir, se comportaron como alguien que he necesitado durante toda mi vida, alguien a quien contar mis problemas sin que me juzgue y bueno...ustedes son ese alguien. -dije mirando al techo.- Para que mentirles, yo nunca tuve amigos de verdad, mi única amiga fue mi madre...y bueno, la perdí, así que tal vez eso hizo que me comportara como una niñata. -dije haciendo una pausa.- No lo puedo evitar, lo siento, tengo que hablar de alguien...que bueno, yo os quiero mucho a todos...pero a ella la que más. -dije mirando a Miriam.- Nunca pensé que fuera a encontrar a la persona con la que me gustaría pasar el resto de mi vida aquí, y menos que fueras tú. -dije y Miriam me miró con una ceja levantada.- Amor, no tuvimos un buen comienzo y eso lo saben todos, sobretodo Amaia y Aitana. -dije y las pequeñas se rieron.- Pero aún así quiero decirte que cuando estoy contigo siento que estamos las dos solas, me da igual estar en una fiesta, o en el sofá, solo nos siento a ti y a mí. Te quiero muchísimo, y por una vez en la vida puedo decir que estoy enamorada de la persona que ha puesto mi mundo patas arriba. -hice una pausa para continuar.- Por último quiero decirle algo a Mimi. Te has convertido en mi medio aguacate y la verdad es que yo no te traté muy bien, pero hemos acabado siendo dos lapas. Quiero darte las gracias porque fuiste la única persona que al principio creyó en mi, cuando ni yo misma lo hacía, porque a pesar de haber sido una gilipollas me fuiste a buscar. Que te quiero mucho Mimita, y ya está que me pongo demasiado sensible. -dije cuando las lágrimas ya estaban cayendo.

Hay algo en ti ✨ (WARIAM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora