34.

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Eran casi las 4 de la mañana. No habíamos alargado mucho la fiesta porque yo tenía que preparar todo para volverme a mi casa. Pero no podía dormir. Y llevaba ya un rato mirando a la nada, atrapada entre el cuerpo de Miriam y su brazo.

Le estaba dando vueltas a si de verdad debía de irme, o si debía de quedarme.

Intenté girarme sin mucho éxito y suspiré. De pronto noté como la mano de Miriam subía y me acariciaba el brazo.

-Ana... -dijo susurrando.- ¿Quieres un abrazo?

-Por favor. -respondí yo girándome

Ella se pegó más a mí de lo que ya estábamos y pasó un brazo por detrás de mi espalda, aprentándome contra ella.

-Yo... -dije angustiada.

-Shh... -dijo Miriam separándose de mí y mirándome a los ojos.- Ana, estas haciendo lo que crees que deberías de hacer. No lo pienses más, por favor, y descansa, que llevas rato dando vueltas.

-¿Llevas todo el tiempo despierta?

-Si. -dijo Miriam.- Me quería asegurar de que te dormías. -dijo dándome un beso en la nariz.- Ahora deja de pensar.

-Pero esque se me viene todo el rato a la cabeza.

-Piensa en otra cosa.

-¿En qué?

-En mi. -dijo Miriam.- En cosas que te gusten de mí.

-Pues no acabo nunca, porque me gusta todo...

-Pues mejor, así te relajas más. -dijo Miriam.- Ahora a dormir. -dijo Miriam.

-¿No falta algo? -dije yo.

-¿El qué? -preguntó Miriam medio dormida.

Yo acorté la distancia que quedaba entre nosotras y la besé, parecía que fuera la última vez que iba a pasar de la intensidad que estaba poniendo. Miriam se separó al rato mientras suspiraba.

-Ana, Ana. -dijo Miriam.- Qué esto va a ir a más y antes en el baño ya me dejaste muerta.

-Esque lo necesitabas. -dije.- Estaba viendo qué sufrías viéndome bailar con Mimi.

-Vamos a ver, como no voy a sufrir si te veía moverte así y uf... -dijo Miriam.- Bueno, calla, calla. A dormir, canaria.

-Bueno, pero mañana antes de que me vaya si, es necesario.

-Qué si pesada. -dijo Miriam.- Y ahora podría pasar perfectamente porque ya estoy un poquito alterada. Pero va a ser que no, que es tarde y necesitas descansar, amor.

-¿Amor? ¿Tú?

-Shh... -dijo Miriam rápidamente sin hacer caso a lo que le acababa de decir, cosa que hizo que soltara una pequeña risa.- A dormir. Te quiero.

-Y yo a ti, Miriam, muchísimo.

***

Eran las 11 cuando abrí los ojos otra vez. Miré a mi derecha y me encontré el hueco vacío de Miriam. Me estiré bostezando e hice un esfuerzo muy grande para levantarme.

Llegué hasta el baño y lo miré, iba a echar de menos hasta eso. Me lavé la cara para despertarme un poco más y después me cambié el pijama metiéndolo en una de las maletas que tenía preparadas.

Bajé las escaleras y me encontré con Miriam en la cocina haciéndose un café.

-Buenos días, Ana. -me dijo acercándose y dándome un beso.

Hay algo en ti ✨ (WARIAM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora