Hay algo en ti ✨ (WARIAM)

6.

Mimi me ayudó mucho durante esos días, salía conmigo, pasábamos un buen rato. Solo tenía contacto con ella, no había vuelto a saber nada de ninguno de los demás. Mimi me había animado para apuntarme al gimnasio y esa mañana iba a ser la primera. Nunca pensé hacer ejercicio durante mis vacaciones, pero tal vez me vendría bien despejarme con otra cosa, Mimi no iba a poder estar ahí todos los días.

***

Entré al gimnasio, enseñé mi carnet, dejé la mochila en el vestuario y me subí a la bicicleta mientras escuchaba música.
Todo iba bien hasta que Mimi y Miriam entraron por la puerta, sobretodo cuando entró esta última, iba con mallas y no podía evitar fijarme en su culo.
Estaba claro que habían venido juntas, y eso me molestaba. No sabía por qué, pero lo hacía.
Me quedé fijamente mirando a Miriam hasta que alguien me tocó el hombro y yo me quité los cascos.

-¿Ana? -dijo una voz aguda que sabía que era Aitana.- Pensábamos que te habías ido, todos lo pensábamos, como te fuiste así sin avisar, y no nos has vuelto a hablar. ¿Te enfadaste por algo que hicimos?

-Hola Aitana. -dije bajándome de la bicicleta.- No no, solo fue que...necesitaba descansar.

-¿No te vas a ir entonces? ¿Y tú novio? Como dijiste que te vendría a buscar. -dijo sin mala intención, pero esas palabras me dolieron.

-Lo hemos dejado. Bueno, más bien, él me ha dejado por otra.

-Ana, yo...lo siento, no lo sabía, no quería recordarte nada, ¿por eso no nos habías hablado? Perdóname de verdad, lo siento. -Aitana ya empezaba a parecerse a Amaia hablando.- Voy a una clase de baile que hacen ahora, ¿quieres venir? Será divertido, al menos para mí, porque no se me da muy bien bailar. -dijo riendo para calmar la situación.

-¿Baile? Claro. -dije entusiasmada.- No te creas que yo bailo mucho mejor.

Cuando entramos vi que estaban allí Mimi y Miriam también. "Joder, no puede ser", pensé. No les dije nada y esperé a que Aitana me dijera que hacer.

-Hola a todos. -dijo la chica alegre.- Veo a gente nueva, soy Vicky. -dijo para girarse y dedicarme una sonrisa.- Aitana, poneros tu amiga y tú detrás de Miriam, que estáis muy lejos.

-Hola peque. -dijo Miriam girándose para sonreír a Aitana, ella le devolvió la sonrisa. Sin embargo, a mí Miriam no me saludó, ni se giró a mirarme, nada.

Creo que fue el peor baile que había hecho en mi vida, no porque fuera difícil, sino porque tener a Miriam delante en mallas no me permitía concentrarme mucho. Había descubierto que Miriam cantaba, tocaba la guitarra, componía, que era muy buena en la cama según Mimi y que además, bailaba, y que lo hacía muy bien y yo solo quería llevármela a la cama en ese momento para saber si lo que decía Mimi era verdad.
Creo que me pase buena parte de la clase mirándole el culo. Acabamos y nadie me dijo nada sobre el tema, así que pensé que al menos no se había notado mucho.

Aitana me invitó a su casa esa noche, a cenar y a ver Netflix, su plan perfecto, Amaia también iba a ir. Lo cierto es que lo poco que me había relacionado con ellas no había sido muy educada, así que si quería arreglar todo y empezar de nuevo tenía que aceptar, tal vez al fin y al cabo no fuera tan mala idea.

***

Me puse ropa cómoda para ir a casa de Aitana, y sorprendentemente mi padre me llevó hasta allí pero no me preguntó nada por el camino, estábamos callados, no se oía más que la radio.

Cuando llamé, me abrió Amaia, que saltó a mi en cuanto me vio.

-Buah Ana, te echaba muchísimo de menos. -dijo Amaia sin dejar de darme un abrazo.- Jo, lo siento si hice algo que te molestó, lo siento de verdad.