Capítulo 43

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Está mañana me veo realmente horrible, se debe  a que no dormí nada anoche, me encontraba pensando en millones de cosas y una de ellas era Matt.

Mi celular sonó sacándome de mis pensamientos.

-Hola-

-Hola, estoy saliendo para tu casa-

-esta bien- corte.

Estoy en la cocina desayunando.

-te ves horrible- expresó un muy sonriente Liam.

Anoche cuando llegue a casa, para mi suerte, Liam no estaba se había ido con la abuela a comprar para hacer la cena. Así que me encamine a mi habitación e intente dormir, aunque fue en vano.

Rodé mis ojos y seguí comiendo mi desayuno.

Él se sirvió su cereal con leche y se sentó frente a mi.

-¿estas bien?- cuestionó- te ves un poco cansada.

- si, ayer me quede despierta haciendo un trabajo- mentí.

Asintió.

La bocina de un auto sonó.

-¿Matt pasa por ti?-

Niego- no, Maria viene por mi. Pero parece que a venido con Derek- dije, dejando el tazón en el lavabo y agarrando mi bolso,  ubicado en una de las sillas. -adiós-

-cuídate-

Abrí la puerta y rápidamente localizo el  auto de Derek. Me acerqué a paso lento.

En el momento en que entré en la parte trasera ambos se giraron a verme con sus ceño ligeramente fruncido.

-¿estas bien?- preguntó Mari.

-te vez espantosa- habló burlón Derek.

-¿no has dormido? No me digas que te quedaste viendo uno de esos dramas chinos-

-buen día- salude ignorando sus comentarios y preguntas.

Sin volver a pronunciar palabra emprendimos camino al instituto. 

Todo el trayecto se escuchó el estéreo. Mari se estaba maquillando.

-Mari-

- dime - me miró a través del espejo.

-¿iras al partido?- frunció su ceño un poco confundida para luego darle una fugaz mirada a su amado novio.

-si, si, si¿tu no vas?- habló rápido.

- no, tengo cosas que hacer- se giró rápidamente quedando frente a mi.

- pero tienes que ir-

-¿porque?-

-solo tienes que ir- habló Derek.- ya deja de preguntar, mujer estúpida. -

-Maria, controla a este animal o lo hago yo- mire fulminante al conductor.

-se calman los dos-

El silencio reinó nuevamente.

Derek Aparcó frente al instituto, rápidamente camine al salón. Tome asiento y acomode los brazos para apoyar mi cabeza.

Cerré mis ojos y sentí como lentamente conseguía conciliar el sueño. Lo abría conseguido de no ser por...

-¿estas enferma?- abrí un ojo para poderlo observar.

- estoy bien- Frote mi cara.

- ¿segura?- con la palma de su mano tocó mi frente por unos segundos.- no, no tienes fiebre.-

Atrapado ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora