Entre un pensamiento y otro, Damian llegó a Tony's Home, era el primer día de trabajo y tras ser presentado oficialmente al personal como head chef diurno, prosiguió a revisar el menú junto a Tony, head chef nocturno y dueño del negocio de cuatro estrellas.
― ¿Crees que logres adaptarte rápido? —preguntó Tony tras mandar al personal a seguir con sus preparaciones, antes de abrir las puertas al público.
― ¿Ahora dudas de mí, amigo? —terminó de amarrar el blanco delantal a sus espaldas. Sonrieron.
― Eres nuevo, claro que lo hago —rió.
― Me ofendes, eh.
― Cuando tengas tu propio restaurante me entenderás.
― ¿Cuándo dejaré de escuchar eso de ti?
― Cuando tengas tu propio restaurante —repitió—. Bien, este es tu castillo hasta las cuatro de la tarde. Ya conoces a Katie, la gerente, si hay un incendio ustedes lo apagan, ¿está claro?
― Como el agua, chef.
― Perfecto, que te diviertas —le palmeó un hombro a modo de despedida—. Iré a ver a Sophie.
― ¡Ah, por cierto!, ¿conoces a su amiga?
― ¿A Jacquie? Claro, es como mi cuñada. ¿Por qué?
― Entonces sabes que es hija de Richard West.
― Obvio, su nombre a veces se pierde porque no está asociada a este negocio, pero me consta que es buena en lo que hace.
― ¿Está unida a algún grupo de ingenieros?
― Lo estuvo por un tiempo pero trabaja por su cuenta ahora. Cuando alguien quiere un sistema, la buscan a ella.
― ¿Y el restaurante?
― Su padre se lo quiere dejar naturalmente pero...
― ¿Pero?
― Son asuntos familiares complicados.
― Tony —la voz de Sophie irrumpió en la cocina.
― ¡Hey! Hola, princesa —el dueño abrió los brazos encontrando el cariño de la enamorada—. Pensé que nos veríamos en tu apartamento.
― Quise ahorrarte el viaje, amor —enseguida dirigió su atención a Damian— ¡Hola, tú! Vaya, de veras eres todo un chef —lo revisó de pies a cabeza vestido de blanco, solo sus pantalones jeans asomaban y sus zapatos deportivos—. Espero probar algo de tu comida pronto.
― Será un placer, Sophie —replicó.
― Cierto, casi olvido que ya se conocían —terció Tony.
― Sí, te dije que es mi nuevo vecino.
― Bueno, el nuevo vecino tiene trabajo que hacer. Te veré después —Damian se despidió con un estrechón de manos.
― No te preocupes —respondió el dueño.
― Adiós, Damian —ella le dio un beso en la mejilla.
El nuevo head chef tomó aire y se puso en marcha.
Cuando el reloj marcó las cuatro de la tarde hubo relevo de personal en Tony's Home. De nuevo Damian se sintió revitalizado: el humo bailando, la melodía de las freidoras, los timbres de los hornos, los constantes picoteos y las decoraciones en los platos, todo alimentaba su pasión.

ESTÁS LEYENDO
Dulce cielo
Short StoryNOVELA PENDIENTE DE CORRECCIÓN. Damian Lee acababa de mudarse a Nueva York en busca de un mejor futuro, aunque no era co-mo si su prestigiosa trayectoria de chef le impidiese vivir bien. Se caracterizaba por disfrutar el momento y por no tener suert...