31. Destinado .

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Narra Judy

Seguimos comiendo aquel pastel de moras toda la noche aquel día, a pesar de que no vinieron más recuerdos me sentí muy tranquila, demasiado para ser honesta, luego de comer aquel pastel de moras, Nick y yo fuimos a dormir a nuestros perspectivos cuartos porque al otro día tendríamos que ir a la cena de Mr. Big.

Nos vestimos formalmente, Nick se vistió mas formal para dar una buena impresión, aunque la emoción por aquel recuerdo no duro mucho porque la idea de cenar con Mr. Big opaco toda aquella emoción del anterior día.

Ahora mismo, nos encontrábamos en la limusina de Mr. Big

- Tampoco que te fuera a comer - le dije, Nick se rió y se cruzó de brazos mirándome.

- Tuve muchos conflictos con el - dijo el, yo rodé mis ojos cansada de escuchar las mismas palabras, porque no era la primera vez que lo decía.

- Se lo de la alfombra, pero si recordarás podrías ver que Mr.Big te perdono Nick, antes de que perdieras la memoria él y tú se empezaron a llevar mejor que antes - dije, intentando que él entendiera.

- ¿Como lo sabes? - pregunta el, suspire intentando contenerme para no darle un golpe.

- Tú mismo me lo dijiste Wilde - le dije como si eso fuera lo obvio, hacía preguntas bien tontas aveces - sólo relájate.

- No puedo evitarlo - dijo él dejando de mirarme, yo me volteé a mirar hacia el frente, hoy no conducíamos nosotros ni oficiales.

Para ir donde Mr. Big llegó una limusina para recogernos, porque Mr. Big no quería oficiales en su establecimiento para nada, y nosotros respetábamos esa regla, los oficiales podían ser muy chismosos,aunque a Bogo no le gusto mucho la idea termino aceptando.

- Pues acostúmbrate, es de la familia - le dije y vi como este solo asentía con su cabeza, como siendo regañado por mi, sonreí, era divertido volver hacerlo sentir regañado.

Mire de nuevo hacia la ventana, ojalá Nick pueda tener recuerdos sobre las tantas veces que vinimos hacia Mr. Big pidiendo un favor o solo veníamos a visitar a su nieta y a Fru fru.

Pero de un momento a otro sentí como alguien me miraba, pero solo estábamos nosotros dos aquí mientras solo estaba el conductor y la ventanilla cerrada, mire a Nick y me estaba mirando.

- ¿Porque me miras? - pregunté sintiéndome intimidada, porque me miraba directamente.

- ¿Te intimida que te mire Zanahorias? - pregunto el con una sonrisa, esa típica sonrisa arrogante, yo solo me reí intentando que el me viera tranquila, intentando que el no notara lo que provocaba en mi.

- Claro que no - dije volviendo a mirar hacia la ventana, oí como Nick se reía.

- ¿Entonces porque no me miras? - pregunto el, respire y lo mire, tenía que controlar mis nervios por completo y mas para no alimentar su ego, el cual parecía ser bien grande.

- Ahora te estoy mirando, ¿feliz? - pregunte con una sonrisa falsa y cruzándome de brazos, si me hacia la enojada tal vez dejaría de fastidiarme, Nick solo sonrió y miro hacia la ventana, me sentí confundida - primero me preguntas el porque no te miro y te miro, luego tu ya no me miras, eres raro - le dije sin dejar de mirarlo.

- ¿Ahora quien no deja de mirar a quien? - pregunto el manteniendo su mirada fija en la ventana, suspire y volví a mirar hacia mi ventana.

Nick era imposible a veces de descifrar.

La limusina se paro y pude hasta sentir como Nick temblaba, me sentí muy satisfecha ya que me había hecho enfadar, bajamos y yo seguía con una gran sonrisa en mi boca.

Soy Judy, tú zanahoriasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora