35. Oficial Wilde.

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Narra Nick

La noche había pasado muy lenta para mi, porque empecé a suponer lo que había escrito en cada una de esas cartas, estaba pensando en grande, debí ser muy cursi, debí ser lo que no soy aquí, Judy se levanto temprano y con ánimos, los dos aún no desayunábamos pero era más el querer leer esas cartas que él comer algo, igualmente Finnick dijo que vendría a pasar la mañana con nosotros y traería desayuno obligado ya que Judy y yo le pedimos que nos trajera algo de comer a pesar de no tener hambre.

- No recuerdo cuando fue la última vez que subí aquí - dijo Judy caminando hacia un estante lleno de cajas y muchos papeles, el ático no se veía sucio pero tampoco agradable.

- Ahora si nos parecemos en algo - bromeé pero ella no se rio - ¿donde crees que están? - pregunté con interés, Judy bajo tres cajas de los estantes las cuales se veían pesadas.

- Creo que en estas tres cajas deben de estar, recuerdo que quería conservar cada una así que las guardé aquí luego de mudarme - respondió ella y se sentó en el suelo, yo caminé hacia ella sin el deseo de sentarme.

- ojalá las encontremos - dije, Judy empezó abrir aquellas cajas con tranquilidad, mientras yo quería hacerlo con desesperación, me había carcomido la duda de que había escrito en esas cartas.

- Mejor ven y ayúdame - Me dijo ella mirándome, asentí con mi cabeza y también me senté para atraer una caja hacia mí y abrirla, habían papeles pero ninguno que pareciese haber sido escrito por alguien.

- Por el santo león, ¿porque tienes tantos papeles aquí? - pregunté confundido, ella alzó sus hombros con una sonrisa, como esa sonrisa que tienes cuando guardas un secreto.

- Para proteger los objetos que hayan allí - respondió ella, la mire confundido, ella rodó su oído - hay objetos importantes que traje de mi casa, así que cuidado con romper algo Wilde - Me advirtió ella, asentí con mi cabeza memorizando sus palabras, no quería meterme en problemas.

- Tranquila - dije y seguí desempacando -¿Cuantas cartas fueron en total? - pregunté para que ya no hubiera aquel silencio, Judy me miró y arrugó su nariz, ese era  el gesto que ella hacía cuando pensaba en algo que le dificultaba  pensar o solucionar.

- No se - respondió ella y volvió a mirar hacia aquella caja entre sus piernas para sacar todo con rapidez - pero eran bastantes, estar donde mis padres no era tan emocionante, pero el correo era muy veloz siempre - agregó ella.

Yo continúe revolcando también la caja que tenía en frente, hasta que sentí algo bastante grande dentro de esta, lo saqué curioso, eran muchos papeles juntos, parecían cartas.

- ¿Serán estás? - le pregunte a Judy, ella levantó su cabeza y miró aquellas "cartas" en mis patas.

- Es la mitad - dijo con alegria quitándomelas para quitarle el caucho que tenían a su alrededor, el cual las mantenía juntas - Me siento tan nostálgica, hace mucho no las veía - dijo ella esparciéndola frente a nosotros, eran 18 cartas las que se encontraban allí y ella dice que faltaba la mitad.

Vaya que no tuve nada que hacer en esas dos semanas.

- Nos escribimos en total 36 cartas - dije llegando a la conclusión impresionado de que yo hubiese escrito la mitad de ellas, en verdad me faltaba mucho por conocer de mi mismo, Judy asintió con su cabeza y cogió una de ellas.

- Esta fue mi favorita, te la envié luego de que descubriera tu carta entre mi ropa - dijo ella desplegándola con una gran sonrisa en su rostro - recuerdo tu respuesta - dijo ella al mirarme, yo no tenía palabras, me había quedado mudo, nunca tenía las palabras correctas cuando Judy hablaba sobre el amor que yo sentí por ella - ¿quieres leerla? - preguntó ella estirando su brazo y sosteniendo aquella carta con su pata, yo la tomé.

Soy Judy, tú zanahoriasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora