Parte XCIV

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Las clases habían terminado por ese día.

Todos lentamente se iban a sus hogares o simplemente salían.

Como era el caso de nuestra pareja.

Sasuke se encontraba recostado a su auto. Hacia algunos días había decidido que quería comenzar a experimentar otras vestimentas por lo cuál ahora llevaba puesto un vaquero negro al igual que su camisa, sus lentes y una sonrisa.

Sonrisa que era dirigido a la personita que venía corriendo a toda velocidad hasta impactar en sus brazos.

.- me saque 10.- sonrío grande y se trepo hasta quedar prácticamente sobre el otro.- quiero muchos mimos como recompensa.

.- pequeño bebé.- sonrío enamorado y deslizó sus brazos por el voluminoso trasero.- te daré mas que mimos esta noche.

.- ¿ah si?, papi.- murmuró sonrojado pero con una mirada lasiva.

.- no sabes como me prendes al llamarme así.- se acercó a su cuello.- tengo una ganas terribles de ensartar a Junior en tu estrecho ano y embestirte mientras pides por mas.

La excitacion era palpable en el aire y no pensó lo que dijo.

.- Sasuke.-

.- dime nene.- gimió contra su cuello atrapándolo con sus labios.

.- ¿que hora es?.-

.- 18:30.-

.- ¿cuanto nos tomaría llegar al cine y luego a casa?.-

.- Cómo 3 horas.-

.- sabes.- se acercó a su oreja.- no puedo esperar, llévame a casa y dame contra todo.

.- estaba esperando que dijeras eso.-

Sonrío y en un rápido movimiento se adentró al auto ubicándolo sobre sus piernas.

Sin dudarlo comenzó a frotarse desenfrenadamente mientras conducía.

.- no te imaginas las ganas que tengo de meter mi polla en ti.-

.- hazlo, apresúrate a llegar.- gimió en su oreja sin detener la fricción.

Sus manos viajaron a la camisa arrancando todo los botones.

Soltó un suspiro de sorpresa y excitación.

Aceleró, faltaban dos cuadras, llegaría ya.

Cuando divisó la casa frenó de golpe derrapando.

.- rápido, te quiero dentro.- volvió a gemir prendiéndolo más.

Apago el vehículo y bajo cargándolo.

Mientras caminaba besaba sus labios y cuello. Sus manos no se detuvieron, arrancó la remera que traía puesta y se adentró a la casa.

En el living se encontraban Minato y Kushina trabajando cuando vieron pasar a la pareja golpeando todo y dejando ropa por el lugar.

.- hormonales.- murmuraron ambos.

Por otro lado al ingresar a la habitación solo se encontraban en bóxers.

Cuando llego a la cama lo lanzo sin cuidado posicionándose sobre él para volver a atacar su cuello.

.- cajón.-

Murmuró bajo y captó el mensaje por lo cuál sin detenerse dirigió su mano hacia la mesa de luz donde sacó lubricante.

.- no te prepararé, te lo enterraré bañado de lubricante.-

.- no lo digas, hazlo.- pidió y pasó sus brazos por detrás de sus rodillas alzando su trasero.- rajalo.

Sin dudarlo tomó el bóxer en sus manos rompiéndolo. Se quitó los suyos mostrando la enorme erección que se veía dolorosa.

Abrió el pote de lubricante y sacó su mano llena del líquido viscoso, lo embarró en su miembro y el resto lo pasó por la entrada.

.- ¿listo?.- preguntó con la respiración agitada cuando recibió un asentimiento colocó la punta en la entrada.- 3, 2...

No termino de decirlo cuando el rubio se había movido hacia atrás adentrando todo.

Un gemido brutal escapó de su garganta y dejó caer todo su peso.

.- si lo pensabas me dolería.- murmuró bajo acostumbrándose al grosor.

.- ¿no te duele?.- preguntó

.- si no te mueves, no, no me duele.- suspiró relajando su cuerpo.- puedes mmm moverte papi.

Se acercó a su oreja gruñendo.

.- mañana no te levantarás de esta cama.-

Retiró casi todo su pene y sin aviso lo embistió sacándole un gran gemido.

.- y de eso me encargaré yo, nene.-

Sonrío con orgullo y comenzó a moverse con fuerza.

Naruto se sujeto de su espalda y comenzó a arañarlo.

.- hazlo mm más duro.- murmuró el azabache contra su oreja.

.- masoquista.- gimió y tras una fuerte embestida se sujetó más fuerte.- vuelve mmm a dar ahg allí.

.- tus deseos son mis mmm ordenes.- sonrío aumentando la velocidad.

Ambos se perdieron en la mirada del otro.

.- me vengo nene.- susurró comenzando a marcar su cuello.

.- yo igual...- sonrío y mordisqueo la mejilla contraria.- papi.

Esa palabra bastó para que el azabache se vaciara en el interior calentito y el rubio en todo su abdomen.

.- cada día es más rico.- murmuró cansado.

.- lo es nene, vamos a dormir.-

.- lo necesito.- sonrío débil y ambos se acurrucaron bajo las sábanas.- somos unos cochinos, sabes.

.- ¿porque?.- lo pegó a su sudado pecho.

.- estamos sudado, con el cuerpo todo pegajoso y dormiremos.-

.- así nos amamos.- sonrío.

.- tonto.- le devolvió la sonrisa.- te amo mi tonto.

.- yo también mi bebé.-

Un último beso fue compartido esa noche y miles de aventuras por venir.

Hugo Rivero ❤️

Notas para el nerd (SasuNaru) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora