Capítulo 167

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Narra Lore

Madre mía con las ocurrencias de mi hermana, me pregunto como se le ocurre semejante disparate. Casi prefiero no saberlo.

Tardamos un rato en bajar a recepción, íbamos por las escaleras hablando de nuestras cosas, estaba con María y con Cris hablando de nuestras cosas cuando veo como Bárbara baja las escaleras a rolos. Ana, Celia y ____ se estaban descojonando vivas, esto ha sido obra de ____ita.

Eva: he visto maneras y maneras de bajar las escaleras, pero si quiere llegar la primera no hace falta que se tire por ellas

Bárbara: auch

En cuanto la profesora llega a junto de ella se da cuenta de que tiene los dientes de arriba rotos.

Eva: ¿Se encuentra bien? Yo que usted en cuanto volviera a Madrid me iría al dentista a que me revisaran la dentadura-señalando los dientes

Bárbara-cogiéndose un espejo pequeño rosa que tenía en el bolso-: mis dientes, mis pobres y perfectos dientes

Se indignó toda, quería que el internado le pagará la dentadura, en estos casos lo suelen hacer pero como no estábamos en el internado y que nadie vio la caída, pues no podían hacer nada.

Enseguida llegamos a junto los chicos que estaban discutiendo. Pobre mi cuñi, tiene el cielo más que ganado.

Álex M: hasta que al fin aparecéis

D. Francisco: más respecto hacia sus compañeras

Álex M: sí, dire

D. Francisco: bien, ahora que estamos todos-se fija bien en Bárbara-¿Qué le ha pasado?

____: digamos que su nuevo hobby es caerse por las escaleras

D. Francisco: ¿Se ha caído por las escaleras?

Bárbaras: creo que me han empujado

D. Francisco: ¿Quién?

Bárbara: ella-señalándo a mi hermana

María: con mi amiga no te metas

____: yo no tengo la culpa de que seas patosa

Lore: mi hermana no fue

Bárbara: ¿Y tú que sabes?

Celia: porque estaba conmigo

Ana: y conmigo, y para nuestra suerte no estábamos cerca de ti

Eva: basta, niñas

D. Francisco: ¿Hay testigos?

Bárbara: no

D. Francisco: entonces no acuse a una alumna si no tiene pruebas

Bárbara: está bien, pero que sepa que me encargaré de que el dichoso internado me pague el dentista

____: el internado no tiene la culpa de que bajes las escaleras sin mirar, además de que a tus dientes no hay nada que hacerle, es tarde para una nueva cara y un cerebro

D. Francisco: alumna

____: he dicho lo que pensabamos la mayoría de los aquí presentes

D. Francisco: la verdad es que sí, a lo que iba, Bárbara, el dentista se lo paga usted si quiere sino no vaya. Hubo un problema con los billetes de avión y no nos podemos ir hasta mañana. Hoy vamos a ir al aqualand.

Bárbara: ¿Al aqua que?

D. Francisco: al a-qua-land

Álex M: dire, creeme cuando le diga que no estoy para tirarme de un tobogán

D. Francisco: contento me tiene, cállese, no le quiero oír en lo que queda de día

Álex M: vale, vale

Marc: no se preocupe director, que si no se tira por las buenas yo me encargo de tirarlo del flotador

D. Francisco: por cierto, se acabó el dejarles solos. Van a estar vigilados lo que no está escrito, hasta cuando vayan al baño

Álex M: ¿Incluso si estamos haciendo de vientre?

D. Francisco: Márqueeeez

Álex M: no he dicho nada fuera de lo común

Marc: en el primer tobogán alto, muy alto que encuentre, ahí te dejamos

Álex M: ahora no me apetece refrescarme

D. Francisco: ¿QUÉ LE ACABO DE DECIR?

Álex M: me callo, me callo

D. Francisco: continuo, me han llamado de la discoteca que les reservamos, sois unos guarros, no conforme con eso rompéis los vasos, vasos que van a pagar ustedes, y por la tarde van a limpiar la discoteca de arriba abajo hasta que queden tan relucientes como para que me vea reflejado en el suelo.En cuanto lleguen al internado continuara el castigo. Irresponsables, no se les pueden dejar solos. Ahora, todos a desayunar y al aqualand.

Álex M: menos mal que se ha levantado de buenas

D. Francisco: usted a mayores estará las 24/7 al lado de mi madre

Álex M: tampoco es para tanto la que armamos

D. Francisco: ¿Qué no es para tanto?

Marc: discúlpale, el pobre no es más tonto porque no practica

D. Francisco: en eso le doy la razón. A desayunar inmediatamente

Dicho y hecho, a Jorge Martín no le hizo falta que se lo repitiera dos veces, a los cinco minutos estaba en la mesa esperando a que nos sentáramos los demás.

Almorzamos tranquilos, a pesar de que el director seguía con una cara de mosqueo que no se la quitaba nadie.

Para no perder costumbres el madrileño se arrasó media cafetería él solo mientras tenía a su lado a Jorge Navarro detrás suya protestanto de que él también quería comer algo. Normal que se enfadara si JM llevaba dos bandejas hasta arriba con comida y no llevaba tres porque no le cogían. Lo peor es que no engorda.

Después de llenar nuestras panzas, aunque apenas desayuné, nos fuimos a coger nuestras cosas para ir al aqualand. Nos caracterizamos porque no nos quedamos quiet@s, y siempre por donde vamos no sé como nos apañamos que acabamos siendo el centro de atención. Resumiendo y para que entendáis que si supiéramos la que se armaría allí mejor que nos hubiéramos quedado en el hotel o que volviéramos para el internado.

¿Casualidad o destino? Parte-1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora