Juntos

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Fijé mi mirada en su figura, siguiendola con la mira de mi revolver, tratando de predecir su siguiente movimiento.

Acerté varias balas, estaba seguro de que eso la derribaría.

Pero estaba equivocado.

Atónito, observé como aquellos huecos bañados en sangre se cerraban lentamente.

-Moira me dió algo más que la vida... -su cuerpo se cubrió de delgadas líneas moradas, todas conectando a su rostro, en el cual se formó una calavera del mismo color- inmunidad.

Por primera vez, en toda mi vida, estaba horrorisado ¿Era imposible vencerla? No, si algo he aprendido en todos estos años es que incluso el ser más poderoso de todo lo conocido, posee una debilidad.

Entre más fuerte, su debilidad es más potente, quiere decir, que si yo encuentro esa debilidad, es su fin.

Intentando ubicar su trayectoría, la perdí, solo sentí una terrible punzada en mi espalda, haciendome caer casi inconsciente.

-Gané.

Dijo mientras colocaba su arma en mi cabeza, dispuesta a dispararme.

-¡Ni creas que te permitiré tocarlo!

La voz de Hanzo sonó por detrás de Olivia, alzó su brazo y clavó una flecha en la cabeza de la mujer. Dandome un poco de tiempo me levanté, al lado mio se encontraba en el piso el arco de Hanzo, sin pensarlo, lo tomé y se lo lancé.

Olivia se regeneró y siguió atacando, parecía que no era problema para ella luchar con dos personas al mismo tiempo.

-¿Un arquero? ¿Ese es mi remplazo? -Ella soltó una carcajada.

-No soy un simple remplazo... -Hanzo siguió disparandole flechas.

-Si claro... ¡Demuestrame que de verdad no lo eres y que mereces estar a su lado! -pronunció con tono burlón para provocar la ira de Hanzo.

-A sus ordenes, señorita.

Los ojos del arquero se tornaron de un brillo desafiante, mas que asustado se mostraba emocionado. Olivia estaba preparada para esquivar cada uno de los ataques de Hanzo, sin embargo, lo subestimó demasiado, lanzó una flecha con presición atravesando el pecho de la mujer, aunque claramente no la mataría, me dejo ver la entrada hacia la victoria.

Al unísono con el ataque, pude observar como algo revotaba en su pecho, un collar de plata.

Este tenía la forma de un reloj, pero adentro del mismo se podía colocar una porqueña foto, la foto que ese collar tenía era una bastante vieja, una imagen sacada de mi primera cita con Olivia. Lo sé porque yo le dí ese collar, y también porque lo escuché tronar junto con sus huesos el día del ataque.

Al parecer Moira lo había reparado para ella, que considerada.

Rápidamente, Olivia sacó la flecha de su pecho, disparando a todas las direcciones posibles.

Pero yo ya sabía cual era su debilidad, el collar de plata,  Moira debió saber perfectamente que jamás querría dispararle a algo como eso, y tenía razón, me dolería con el alma el tener que romperlo, pero lo haré.

-Es la hora de la verdad...

Todo a mi alrededor se tornó a cámara lenta, señalé el reloj que iba en aquella cadena de plata y con una bala de mi revolver, se rompió. Al ver la escena, sentí un dolor cubriendo todo mi pecho, sin embargo, fue efímero.

Olivia escupió sangre y cayó al suelo de espaldas, su piel se decaía y perdía color, me acerqué y me agaché frente a ella.

-¿P-porqué lo hiciste..? ¿A-a caso no me amabas? - Me dijo ella con pocas fuerzas.

Nieve (McHanzo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora