8. Y un corazón no se endurece porque si

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Viernes otra vez y con Paulo organizamos una salida en grupo. Él va con Oriana y un par de amigos y yo llevo a mis amigas, a Mariano y a Luca. A última hora, Jaco, el chico con el que he estado viéndome durante la semana, también se suma. Jaco es un alma tan libre que me sorprende su interés por estar conmigo. Me convence todos los días de hacer cosas que no estaba acostumbrada: andar en moto, nadar desnuda y tener sexo en lugares raros de la casa. Jaco es tan descontracturado que hace que sea un poco más como él y eso me gusta.

El verano se acerca en Italia y todo es más lindo para mí. Me siento en casa porque estoy rodeada de afectos y porque el trabajo me gusta mucho. Me dieron dos semanas de vacaciones así que aprovecho para disfrutarlas con mis amigas y siento que soy feliz.

Llegamos en grupo al lugar donde Paulo había reservado un vip. La mesa es grande y nosotros somos muchos así que nos ubicamos y pedimos lo que vamos a tomar. Paulo me mira atento cuando Jaco se acerca a decirme algo al oído. No le hablé de él porque, en primer lugar, no hablamos mucho durante los últimos días y, segundo, porque todavía no era nada tan importante.

Paulo, por su parte, está con Oriana todo el tiempo. Y lo entiendo. En un momento de la noche, charla con mis amigas. Los veo reír y sé que es porque él es la persona más simpática que puede existir cuando quiere caerle bien a alguien. Sé que a Juli y a Mili no le cae tan mal como a Mora, pero también sé que él se la va a ganar de a poco.

Cuando Jaco se va a la barra y me quedo sola por primera vez en la noche, Paulo se sienta a mi lado.

— No me gusta ese chico para vos. — Dice sin más. Lo miro elevando una ceja. Se recuesta sobre el sillón en el que estamos sentados y me mira. — Estoy celoso. — Dice en un susurro que llego a escuchar. Bufa y se enoja, creo que con él mismo. — Pero no es por eso que no me gusta. No parece ser para vos.

— ¿Por qué? — Le pregunto. — ¿Lo conoces?

— No, pero no hace falta. Y no quiero conocerlo tampoco. — Me dice. — ¿Por qué no me contaste?

— ¿Te tengo que contar de las personas con las que me acuesto, Paulo?

— Somos amigos, ¿no? — Asiento. — Y no me mientas, no solo te acostas con él. También hacen otras cosas.

— ¿Importa mucho? — Se encoge de hombros. Tarda un rato en volver a hablar.

— ¿Te gusta?

— Míralo... — Le digo con la mirada puesta en Jaco. — es un bombón.

— ¿Más que yo? — Me río. En eso, Jaco empieza a caminar de nuevo hacia nosotros. Deja ambos tragos en la mesa y se sienta a mi otro costado.

— No sabía que te gusta el fútbol, Juti. — Me dice Jaco. Paulo lo mira mal. — ¿Entonces tenemos entradas gratis para todos los partidos de la Juventus? — Paulo no responde. Jaco, quien es bastante confianzudo habla como si no se diera cuenta que Paulo está odiándolo. Pero no hay razones, entonces sigue siendo él y eso me gusta.

— ¿Hace cuanto están juntos? — Le Pregunta Paulo. La pregunta es para él porque lo mira desafiante.

— Nos conocimos el sábado pasado. — Cuenta Jaco tranquilo. Paulo se ríe gustoso.

— ¿Y qué intenciones tenes? — Pregunta como lo haría un padre sobreprotector. Esta vez me toca reír a mí.

— Te soy sincero... — Dice Jaco. — Planeo casarme con esta mujer. ¿Vos viste lo que es? Perfecta por donde se la mire.

— No tenes que decírmelo a mi, te aseguro que lo sé bien. — Responde Paulo. Me limito a mirarlos sonriendo y es ahí cuando Jaco se acerca más a mi haciendo que lo mire, pone una mano en mi mejilla y se acerca para darme un beso que me deja con ganas de más. Sé que Paulo se va mientras nos estamos besando. Lo miro y está de nuevo al lado de Oriana, quien conversa animadamente con Mariano y no se da cuenta que Paulo está enojado, de malhumor y con ganas de irse.

Lo veo levantarse y caminar hacia, lo que supongo, es el baño de hombres. Jaco conversa con Luca y Mora, mientras que yo me limito a escuchar, entonces nadie se percata de que voy tras Paulo. Lo espero a unos metros de distancia del baño y cuando lo veo salir, me acerco a él y lo llevo hacia otro sector de la barra, uno en el que no pudieran vernos.

— ¿Todo bien, amigo? — Le pregunto. Él ríe con desgano.

— No me digas amigo. — Me dice. — ¿Por qué me la haces tan difícil, Justina?

— No entiendo qué te pasa.

— ¿No es obvio que me molesta mucho que hayas venido con un chico y no me hayas avisado?

— ¿Y que ibas a hacer? — Se encoge de hombros.

— Hubiera preferido no venir. — Ruedo los ojos. Me enoja su actitud chiquilina y él lo sabe. — No quiero pelear con vos.

— Yo tampoco. — Respondo. — Pero escúchate lo que estás diciendo.

— Me molesta que hayas encontrado una persona que no sea yo y que puedas llegar a enamorarte de alguien que no sea yo.

— Tenes un serio problema de egoísmo. — Le digo cruzándome de brazos.

— Vayámonos juntos. — Me dice. — Que no nos importe nadie ni nada. — Le sonrío.

— ¿Tomaste mucho? — Pregunto. Paulo bufa.

— Con vos no se puede. — Me dice enojado pero no tarda en sonreír con sarcasmo. Me encanta su sonrisa en cualquiera de las formas posibles.

— Con vos tampoco. — Le digo. — Y allá esta Oriana, la chica de la cual estás enamorado. Queres que se venga a vivir con vos y formar una familia con ella. A veces pensas que vos la queres más pero después sabes que son inseguridades tuyas. Ah, y tienen un sexo increíble. — Le recuerdo. Él ríe. — Y yo estoy empezando a conocer a Jaco. Es cantante, toca la guitarra, me gusta su forma de ver la vida, es bastante liberal y también tenemos un sexo increíble. — Digo. Paulo frunce el ceño.

— Dato innecesario para mí.

— ¿Vos podes contarme esas cosas y yo no? — Él niega.

— A vos no te importa que te cuente esas cosas porque no te causa nada, en cambio yo tengo ganas de reventarlo a piñas a él y hacerte mía.

— Bastante cavernícola resultaste ser. — Él ríe. — ¿Vamos?

— Todavía no. — Dice cruzándose de brazos. — Extraño pasar tiempo con vos, Juti.

— Yo también. — Digo al instante. — Mis amigas me aconsejaron que me aleje de vos. — Frunce el ceño y me dice que siga hablando. — Les enoja que solo te acuerdes de mí cuando no esta Oriana. — Paulo ríe.

— Ellas no saben nada. — Me dice. — Todos estos días pensé en vos. Y me sirvieron para darme cuenta que te quiero cerca siempre... Aunque a Oriana eso le moleste mucho. ¿Sabías que tiene celos de vos? No quería venir esta noche, hasta me amenazo con irse. Después nos arreglamos y cuando te vimos aparecer con Jaco te aseguro que fue muy feliz.

— Un poco intensa... — Digo.

— Es... sofocante. — Concluye. — Quiero dejarla. — Lo miro intentando saber si lo dice en serio o si solamente quiere que le confiese lo mucho que quiero que la deje. En su lugar, me encojo de hombros.

— Hace lo que sientas. — Le digo antes de empezar a caminar hacia la mesa donde estábamos antes.

Nota!!!
Buen comienzo de semana mis adoradas!!!! Espero les vaya gustando, aunque a mí me aburre un poco más cada vez que la releo. Comenten porque eso siempre inspira y graaaacias por todo! 💚
Preguntita: qué opinan de Jaco?
🌹

JUSTINA | Paulo DybalaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora