Paulo entra al departamento con un pote de helado y un champagne en las manos. Me encuentra recostada en el sillón mirando la nada. Se sienta mi lado y me analiza con la mirada. Después me abraza. No necesito decirle nada, él sabe todo lo que me pasa, sabe que necesito ese abrazo más que nada, sabe que no quiero decirle que siempre tuvo razón. Se queda así por un rato, haciendome mimos en la cabeza y en la espalda.
— ¿Qué pasó con Jaco? — Pregunta y niego porque sé que si intento decir una palabra voy a romper en llanto.
— Gracias por todo. — Le digo. — Por esto que hiciste por mi esta noche. Me contó que vos lo hiciste venir.
— Lo que hace uno por amor... — Dice. — Lo que sea para verte feliz, Juti. Aunque parece que no terminó muy bien.
— No es culpa tuya. — Le digo.
— ¿Pensas que se van a arreglar? — Me encojo de hombros.
— No lo veo muy interesado en estar conmigo. — Las lagrimas empiezan a escapar de mis ojos y él me mira apenado. Me acaricia con una suavidad que me estremece. — ¿Por qué no soy suficiente para él? — Pregunto.
— Justina, la verdad es que sos muy tonta. — Me dice y río. — Es en serio. No puedo creer estar escuchando semejante pelotudez. ¿Que vos no sos suficiente para él? — Repite. — Estás loca. No, esta loco él que no tiene idea la mujer que tiene al lado. — Hace una pausa. — Todos los días me pregunto que hubiera pasado si yo te decía lo que siento por vos antes, antes de que pasara todo lo que pasó con Oriana y antes de que vos conozcas a Jaco.
— Hubiéramos estado juntos. — Le respondo. — Todavía seguimos juntos y nos queremos mucho. Eso es lo que importa. Y mira todas las personas que pasaron en el medio... — Él ríe mientras asiente.
— Me sirve de consuelo.
— Una vez García Márquez escribió el capitulo Magenta que dice que solo porque alguien no te ame como vos queres no significa que no te ame con todo su ser. — Le digo y me mira frunciendo el ceño. — Todavía intento grabarmelo en la psiquis.
— Así que aprendiste cosas de Merlí. — Dice y me río. — ¿A qué viene esto? ¿Significa que Jaco te ama con todo su ser? — Pregunta confuso.
— Significa que nosotros dos nos amamos con todo nuestro ser. — Contesto. — A nuestra manera, tal vez no como queríamos pero con nuestros tiempos, a veces más, a veces menos, en momentos diferentes y con mucha gente en el medio. — Paulo ríe y vuelve a abrazarme.
— Jaco y su filosofía barata sirvieron para algo. — Dice antes de besarme.
El resto de la noche, fue amor puro. Empecé mi cumpleaños sintiendo que todo iba mal conmigo, que algo faltaba. Tuve cambios de emociones, lloré y reí, me odié y me quise, y al final, me sentí amada por la persona que quería que me amara. Siento como se ordena todo y las cosas se ponen en su lugar, es como si esto es lo que había estado necesitando, y por fin, me siento completa.
Esta vez, Paulo sigue a mi lado cuando despierto. Todavía duerme. Tengo la capacidad de despertarme antes siempre. Entonces lo miro y pienso en cómo hizo que mi vida diera un giro desde que lo conocí. Él lo cambió todo. Y entiendo que eso es el amor. Paulo es mis ganas de levantarme todos los días para verlo, darle un beso y hablarle de lo que sea. Después de unos minutos, se remueve en la cama y todavía boca abajo y con la cabeza apoyada en la almohada, carraspea.
— ¿Nos vamos a casar? — Pregunta, siempre tan ocurrente. Me río. Abre los ojos por primera vez. — Te hablo en serio.
— Lo dudo. — Contesto sincera.
— ¿Por qué?
— ¿Vamos a funcionar? — Le pregunto.
— Funcionamos desde el día uno. — Sonrío.
— Entonces puede ser.
— No pareces una chica que sueñe con casarse. — Dice una vez incorporado en la cama.
— No lo soy. — Me encojo de hombros. — Pero uno nunca sabe...
— Yo me casaría con vos hoy mismo. — Confiesa.
— Vos sos de enamorarte muy rápido. — Me mira mal y le sonrío angelical. — Con Oriana también querías casarte. — Le digo.
— Es nuestro primer día y, ¿ya vamos a pelear?
— Que nombre a tu ex novia no significa que quiera pelear. — Digo. — Vos todavía estás enganchado, ¿es eso? ¿Algo así como resentido? — Me fulmina con la mirada y se rasca la cabeza.
— No. — Dice con frialdad.
— Nada peor que dos amantes despechados. — Digo antes de reír. — ¿Tenes esperanzas de que vuelva a vos? — Le pregunto.
— No. — Contesta. — ¿Es que podes entender que estoy enamorado de vos y ella no me importa? — Me encojo de hombros. — Este último tiempo solamente pensaba en que si no fui suficiente para ella tampoco lo sería para vos. Pero creo que encontré lo que me hizo dar este paso hacia a vos cuando ya planeaba darme por vencido. No fue del todo mi culpa. — Dice. — Yo la quería mucho más de lo que ella a mí. Y entonces apareciste vos y todo se dio vuelta. Pero todo esto fue el puntapié perfecto para que ella terminara todo. — Habla sonriente como si le gustara encontrar la respuesta. — Se dio cuenta de que tenía mejores opciones, que podía conseguir a alguien mejor...
— ¿Alguien mejor que vos? — Lo interrumpo. Se me hace difícil imaginar a alguien que fuese mejor partido que Paulo. Me río con sarcasmo. — No creo. — Él me mira orgulloso.
— Bueno, sobre gustos... — Dice encogiéndose de hombros. — ¿Y si te digo Taylor Lautner? — Lo miro enarcando una ceja.
— ¡Uy! Durísimo. La tenías difícil, eh. — Digo en broma y él me empuja despacio. — ¿Donde quedó el Paulo que se comía el mundo? — Se encoge de hombros.
— Ahora está saliendo con uno que se llama Diego Boneta. — Cuenta y lo miro con los ojos muy abiertos. Él se ríe. — Ella tiene a Luis Miguel y vos tenías a Merlí... y yo...— Dice y lo interrumpo mientras carcajeo. Me acerco más a él y le doy un beso.
— Ahora tengo a Paulo Dybala. — Digo en un susurro. — Y no creo que haya alguien mejor que él en este mundo ni en el de las series.
⭐️⭐️⭐️⭐️
Finalmente juntos (creo) jajaja. Espero que cumpla con sus expectativas y les guste. Comentennnnn porque amo leerlas.
Gracias, siempre ❤️
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JUSTINA | Paulo Dybala
Teen Fiction"Es tuyo desde el día uno, Justina. Igual que yo." Fecha de inicio: 9 de septiembre de 2018.